viernes, 20 de diciembre de 2013

HUMBERTO CAMPODÓNICO. Entrevista.



Campodónico: “Es sabido que el ministro Castilla no es amigo de las empresas estatales”

Ex presidente de Petroperú e ingeniero industrial. Afirma que sabía que el gobierno tenía la intención de hacer cambios en el equipo de la empresa estatal y que por ello dejó todo listo para que se continuara con sus políticas.
Emilio Camacho.
Foto: Musuk Nolte.
Hace 17 meses, Humberto Campodónico sufrió una transformación. Pasó de ser un severo observador de la economía nacional a presidente de la empresa estatal más poderosa. Hoy, ya fuera de Petroperú, hace un balance de su gestión y de su relación con el presidente Humala y el ministro de Economía.
-¿Ha leído todas las teorías sobre los motivos de su salida de Petroperú?
Bueno, sí, he leído algunos periódicos. Lo que yo quiero decir es que luego de cumplir más de 17 meses al frente de Petroperú considero que hay dos resultados importantes. Uno, haber logrado como empresa que se termine toda la ingeniería de la refinería de Talara, proceso que comenzó en el gobierno anterior y que genera gran expectativa en esa ciudad; y, en segundo lugar, haber dado todas las condiciones para que Petroperú regrese a la explotación de petróleo, a través de la firma de un acuerdo con la empresa Talisman, que tenía el lote 64 en la selva norte. En este marco, sabíamos que había la voluntad del gobierno de hacer cambios en el equipo. Entonces, a lo que nos abocamos, cuando renunciamos el 20 de diciembre, es a que se den las condiciones para que se cumplan las metas que el propio presidente nos puso.
-Es bastante sutil al decir que el gobierno "tenía la intención de hacer cambios en Petroperú". Y yo le preguntaba por las teorías que hablan de su salida, porque todas coinciden en que hubo un desencuentro entre usted y el Ejecutivo. Por ejemplo, Semana Económica dice que había "ausencia de concertación" entre usted y el ministro de Energía; el investigador Jorge Manco Zaconetti afirma que su presencia en Petroperú "era incómoda para el poder"; y el periodista Raúl Wiener habla de "presiones" desde el MEF para que usted dejara su cargo. 
Yo prefiero que los analistas hagan sus propias interpretaciones; lo que yo puedo decir es que en el nuevo directorio que se ha formado se ha ratificado la política del anterior directorio, las metas del Plan Estratégico 2012-2025. Lo de Talisman, por ejemplo, no es poca cosa. Significa que después de muchos años volvemos a tener lotes petroleros, estos fueron concesionados en el año 96 y desde allí nosotros éramos Refinoperú y no Petroperú (sonríe), porque no teníamos ni un solo barril de petróleo.
-Ese término lo acuñó usted...
Sí, y ahora estamos volviendo. Son 40 millones de barriles que necesitan todo un plan de desarrollo y que van a permitir que Petroperú vuelva a actuar en las grandes ligas.
-Voy a insistir en lo que dicen los analistas. Parece que sí hubo descoordinación entre usted y el ministro Merino. Usted hablaba de un monto de 1.700 millones de dólares para la modernización de Talara y luego el ministro dijo en CADE que eso costaría 3.450 millones de dólares.
Ese es el punto en el cual ha faltado una mayor explicación. La cifra de 1.700 millones de dólares es de hace dos años y medio, es de ingeniería clase cuatro. Hay una diferencia en el tiempo y en los procesos de ingeniería que determinan costos diferentes a los estimados inicialmente. Lo que implica esto es que aparece una cifra mayor a la que había inicialmente. Lo que pienso es que allí pudimos explicar más. Y si bien ha faltado información, a mí me parece especulativo querer decir que esto es demasiado alto o demasiado bajo. Fíjese en Ecuador: ellos están haciendo una refinería de 300 mil barriles diarios y está costando 11 mil millones de dólares.
-¿Su gestión deja todo listo para que Petroperú participe de exploración y explotación de petróleo?
Exploración no. 
-¿Ni consorciados?
A ver. Nosotros hemos dicho claramente que Petroperú no va a explorar en esta etapa porque no tenemos los recursos para hacerlo. Toda empresa petrolera lo hace, pero cuando está consolidada. Y esta es una empresa que durante muchos años ha estado lista para ser privatizada. Se han vendido los lotes, la refinería de La Pampilla, los barcos, Solgas, toda una serie de activos. Y ahora la empresa se está repotenciando, y para hacerlo necesita dar saltos importantes a nivel gerencial, en planteamientos que tengan que ver con el sector financiero, con los recursos humanos. Se necesita crecer en ese aspecto. Entonces, no hay recursos para la exploración pero sí para explotación, que es lo que sucede con el lote 1AB, que vuelve al Estado después de 30 años. Y al entrar en la producción vamos a emular a empresas como Ecopetrol y Petrobras, y al mismo tiempo poner en el debate el hecho de que una empresa pública, bien gestionada, con procesos transparentes, es la regla a nivel latinoamericano y mundial, algo en lo que recién nos estamos poniendo al día.
-A ver, me habla del tema de Talara y de la posibilidad de explotar nuevamente petróleo, pero no me queda claro cuál será la participación de Petroperú en el proyecto de polo petroquímico en el sur del país.
Este es un plan de desarrollo energético y de diversificación de la matriz que emprende el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Energía y Minas. Allí está el planteamiento del gasoducto andino, de las centrales hidroeléctricas en el sur y del polo petroquímico. Petroperú participa en estos emprendimientos por encargo del gobierno. El gobierno encarga a su empresa que participe y para eso dispone que se hagan estudios y se tengan los fondos necesarios. Y, al ser un encargo del gobierno, el dinero de estos emprendimientos no sale del flujo de caja de Petroperú; sale del dinero que el Poder Ejecutivo le va otorgar a la empresa para que se desarrollen estos proyectos. Esta es una de las banderas del gobierno, y en esta masificación del gas, por lo tanto, también participa Electroperú y Petroperú.
-Lo que quiere decir es que este tema no es una prioridad de Petroperú como empresa sino del Ejecutivo.
Exactamente. La primera oportunidad en la que se planteó la participación de Petroperú fue a fines del 2011, con una ley del Estado, la 29817. Posteriormente se cambió a esta última ley que el presidente reafirmó el jueves en Anta (Cusco).
-Yo le decía que esta es una intención del gobierno por cumplir un ofrecimiento electoral...
...En la cual Petroperú participa con toda dedicación, con todos sus talentos y recursos humanos.
-¿Y Petroperú no ha sido dejado de lado en este emprendimiento? Lo que se dice es que el presidente Humala continuó con este proyecto desoyendo las sugerencias de Petroperú.
No, no. Lo que le digo es que este proyecto del gasoducto andino y la participación de Petroperú en el polo petroquímico ha sido desarrollado por el Ejecutivo y nosotros –bueno, no nosotros–, Petroperú, está listo para participar.
-Le cuesta acostumbrarse al hecho de que está fuera de Petroperú.
Es que es muy reciente.
-¿Cuál diría que fue su error más grave en Petroperú?
Yo lo que diría es que los logros están muy cercanos. Otra cosa es que en este proceso, que es largo, la empresa tiene que entrar en terrenos en los que antes no estaba, y eso no se hace de la noche a la mañana.
-El aprendizaje ha costado y ha demorado...
Y todavía va a demorar. Ahora vamos a estar en las grandes ligas porque vamos a pedir préstamos importantes. Vamos a tener que entrar a 'exploración y producción'. Antes no se tenía gerencia de exploración y producción. Y ojo que se llama así, pero eso no quiere decir que vamos a explorar todavía. Eso que quede claro. Otra cosa es que durante mucho tiempo las leyes y la austeridad no permitían la contratación de personal. Hay una brecha generacional importante, que tiene que colmarse. Y esto es más importante por la aparición de las tecnologías de la información y el conocimiento. Este es un reto grande; la empresa viene de una época en la cual estaba en el corredor de la muerte, esperando que le den la orden para que desaparezca.
-¿Diría que fue usted el que sacó a Petroperú del corredor de la muerte?
No, no. Esto es un proceso. En el 2006 se dio la ley de refuerzo (de Petroperú), comenzó el contrato con la refinería. Pero sí podría decir que en este gobierno el impulso que se le ha dado a Petroperú para volver al upstream (explotación y producción de petróleo), para completar la refinería de Talara y tener buen gobierno corporativo ha sido muy importante. No hay mensaje en el que el presidente Humala no se refiera a un Petroperú repotenciado.
-¿Siente que ha debido superar críticas u opiniones que no han tomado en cuenta que esta nueva gestión en Petroperú es un aprendizaje?
Existe un planteamiento, ya superado en otros países de América Latina, de que la empresa pública es mala per se, que no sirve, que mejor es venderla. O que la refinería de Talara es muy vieja, cuando la verdad es que ha sido repotenciada varias veces y en el 2012 ganó medalla de oro en el premio nacional a la calidad otorgado por la Sociedad Nacional de Industrias.
-¿Y usted siente que ha revertido esa percepción?
Yo pienso que hay varios niveles. A nivel de medios y de algunos comentaristas, siento que hay una incredulidad ante la empresa pública. Pero, a nivel de profesionales y de empresas privadas, creo que el clima es otro. Y no se diga de la opinión pública, que tiene interés en invertir en Petroperú.
-¿Al final cómo han quedado sus relaciones con el presidente Humala? ¿Hace cuánto tiempo que no conversan?
Hemos conversado quizá hace unos seis meses.
-Es mucho tiempo.
Bueno, las relaciones en el gobierno no se llevan de empresa pública a presidente. Hay canales por los que las inquietudes se canalizan. Tenemos buenas relaciones. Vamos a conversar en los próximos días.
-¿Podría tener un cargo nuevo en el gobierno?
Habría que evaluar. Son 17 meses de trabajo seguido, estamos siempre listos a evaluar. Y nos parece que este gobierno en lo que se refiere a política energética está haciendo las cosas que se deben hacer.
-Ha ganado experiencia manejando una empresa petrolera; se ha puesto a pensar en que lo llamen de una empresa privada. ¿Cuál sería su reacción?
(Sonríe). No, no. La verdad no he pensado en eso.
-¿Cuál fue su relación con el ministro Castilla?
Bueno, es sabido que él no es amigo de las empresas estatales. Y la verdad es que hemos tenido poca relación. Recuerdo que a inicios del año pasado conversamos sobre un tema importante, que es el hecho de que Petroperú, al vender combustible en la selva, no puede recuperar el IGV.
-Por las exoneraciones.
Claro, allí hay un tema importante. Hay diferentes temas legales que solucionar. Son cerca de 200 millones de soles al año en crédito fiscal, que tenemos que recuperar.
-¿Hace cuánto tiempo que no tiene militancia política?
Uff... No quiero parecer muy viejo, pero deben ser unos treinta años.
-Usted fue miembro del Partido Obrero Marxista Revolucionario (POMR), de los pomos. 
Exactamente, un pomo. Eso fue en la década del 70, fue mi inicio en la actividad política y duró hasta inicios de los 80.
-¿Luego no tuvo militancia?
No, aunque he estado cercano al Partido Socialista.
-¿Fue durante su experiencia partidaria que conoció a Luis Favre?
No, yo lo conocí en Francia hace una buena cantidad de años.
-¿Diría que son amigos?
Sí, claro, somos amigos.
-¿Y qué opina de él? Siempre arrastra una leyenda detrás de él.
No, no. No voy a opinar sobre eso. Él es mi amigo. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Guardamos una relación amical. Sucede que hace un par de años vino a trabajar en la campaña del presidente Humala, y nos hemos seguido viendo. Él tiene una actividad profesional y yo la mía.
-Aunque hay gente que quisiera asociarlos.
(Sonríe). Pero cómo, yo soy un ingeniero petrolero, con una formación, he sido columnista del diario y he opinado sobre varios temas, mientras que él está dedicado a la actividad política, al impulso a los candidatos.
-Ha mencionado su columna en La República. ¿La va a retomar?
Bueno, primero voy a tomarme un descanso. La gente recuerda la columna, pero creo que primero debo reflexionar sobre lo que se ha hecho. También me parece que voy a evaluar la posibilidad de tener un encargo en el gobierno.
-¿Hay algún ofrecimiento que le hayan hecho?
Vamos a conversar, hemos quedado en conversar. Vamos a ver qué se puede sacar adelante. Acá lo importante es la continuidad de las políticas.
-¿Y durante el tiempo que estuvo en Petroperú extrañó su columna?
La verdad es que no. Al principio un poco. Yo ya había hecho gestión en San Marcos, en el decanato de la facultad de Economía, pero esto fue diferente, esta es una empresa grande, ha sido otra cosa estar en el día a día. Y muchas veces solo podía escribir correos electrónicos.
-Supongo que al salir del cargo también se va a dar tiempo para estar con su familia.
Claro, también.
-Su hijo Humberto es músico, formó la banda de rock Turbopótamos. ¿Diría que influyó de alguna manera en su carrera?
No, hombre, sería mucho decir. Me gusta mucho el rock, escuchábamos mucho rock cuando él era niño, pero el talento es suyo, absolutamente de su cosecha. Yo solo sé tocar el timbre.
-¿Cuál es la banda que escuchaban juntos?
Muchas, pero a mí la que me trae mejores recuerdos es Men at work, con 'Land down under' o alguna de esas canciones. También recuerdo que cuando viajaba recorría las calles para comprarle el CD tal o el disco cual. Recuerdo que en algún momento nos robaron la casa y perdimos muchos CDs, ese fue un golpe muy duro.
-¿Cuál es el tema que más le gusta de Turbopótamos?
(Piensa unos segundos). 'El metro de Lima' (se ríe).
-Se ha demorado.
Es que he pensado en varios.
-Se dice que la gente de izquierda es más de salsa.
También me gusta, pero los Rolling Stone siempre están arriba.

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