Para el establecimiento científico estas prácticas y movimientos
caen en la categoría de "pseudociencias", es decir, doctrinas que
parten de una base que sus adeptos consideran científica y a partir de ahí
crean una corriente que se desvía de
lo comúnmente aceptado en el mundo académico.
Pero, ¿qué tan fácil es diferenciar lo
que es ciencia y lo que se hace pasar por ciencia?
La tarea es mucho más
complicada de lo que parece, según Michael Gordin, profesor de la
Universidad de Princeton y especialista en historia de la ciencia.
Gordin es autor del libro On the Fringe: Where Science Meets Pseudoscience (En el margen:
donde la ciencia se encuentra con la pseudociencia).
Usted dice que no
existe una línea clara que separe lo que es ciencia de pseudociencia, pero la
ciencia tiene un método claro, es verificable, ¿eso no es una diferencia clara
respecto a la pseudociencia?
Comúnmente se cree que la ciencia tiene un único método, y eso
no es cierto. La ciencia tiene múltiples métodos.
Los geólogos hacen su trabajo de manera muy diferente a los
físicos teóricos, los biólogos moleculares de los neurocientíficos.
Algunos científicos trabajan en campo, observando lo que sucede.
Otros trabajan en un laboratorio, bajo condiciones controladas. Otros hacen
simulaciones.
Así que la ciencia tiene muchos métodos y son heterogéneos.
La ciencia es dinámica y ese dinamismo hace que sea difícil
marcar esa línea.
Es decir, podemos tomar un ejemplo concreto y decir si es
ciencia o pseudociencia, es fácil hacerlo con un ejemplo concreto.
El problema es que esa línea no es consistente y entre más casos
miras, ves cosas que en un punto eran consideradas ciencias y ahora se
consideran pseudociencias, como la astrología.
Ves cosas como la deriva continental, que al principio fue
considerada una teoría marginal y ahora se considera una teoría básica de la
geofísica.
Casi todo lo que hoy se considera pseudociencia en un punto fue
ciencia que fue refutada con el tiempo, y aquellos que la siguen apoyando son
vistos como chiflados o charlatanes.
Así que el juicio de lo que es ciencia o pseudociencia es
dinámico a través del tiempo. En parte por eso es tan difícil hacer ese juicio.
¿Qué pasará en el futuro con lo que hoy consideramos
ciencia?
¿Es posible que
lo que hoy consideramos ciencia en el futuro sea desechado como pseudociencia?
En el futuro habrá muchas doctrinas que serán consideradas
pseudociencias, simplemente porque hay muchas cosas que todavía no entendemos.
Hay muchas cosas que no entendemos sobre el cerebro, sobre el
medio ambiente. En el futuro la gente verá muchas teorías y dirá que son
erróneas.
No es suficiente que una teoría sea incorrecta para que sea
considerada pseudociencia. Se requiere que tenga gente que la considere
correcta aunque el consenso diga que es equivocada, y que el establecimiento
científico considere que por alguna razón es peligrosa.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-59350371
(Parece que no puedo copiar todo el texto. He dejado el link para una completa lectura)
Una fecha que no será fácil
olvidar, una fecha que implica el reconocimiento a una persona que le agradezco
mucho. En las oportunidades que asistí
lo vi rodeado de muchas sonrisas queriendo compartir con él una recíproca
sonrisa o contagiarse de esa risueña mirada tan agradable que invitaba a ser
parte de ese emulable compartir. Pero que
ganas para bailar con cuanta fémina le retaba o con su cálida y, también,
risueña esposa; pero qué dúo.
Lo recuerdo en mis momentos de
nostalgia, en mis quebrantos, en mis ralas alegrías y coyuntural agonía. Una u otra anécdota de vuestra existencia en
mi vida hace que valore lo más importante que nos dio nuestro divino creador,
la vida. Por ese motivo, me quería
despedir de Ud., acudiendo con su compadre, mi padre a darle nuestra última
despedida y agradecerle el trascendental legado que dejara en mí. Finalmente, gracias padrino con tan sabias
enseñanzas. Como le dije a su
primogénito en alguna oportunidad: tu padre fue mi padre. Así lo siento, dentro y muy cerca de mi
corazón. Siga sonriendo a Diosito,
seguro que sí. Feliz cumpleaños,
padrino F.A.H.Q, LQM.
Hoy los peruanos elegirán al nuevo presidente o
presidenta.El politólogo Steven
Levistsky siempre sigue con mucha atención los sucesos en el Perú.En esta entrevista, analiza lo que ha sido
la campaña de segunda vuelta y reflexiona sobre los peligros que entrañacada uno de los candidatos.“Son muy distintos”, advierte.
-Hoy son las elecciones de segunda vuelta, luego de una
campaña muy polarizada, quizás como se ha apreciado en ninguna ocasión
anterior.
*En el Perú hemos visto campaña pobres.Desde la caída de Fujimori el tema siempre
ha sido decidir por el mal menor, eso no es nada nuevo, pero se ha llegado a un
nivel de fragmentacióny empobrecimiento
políticos que nunca se ha había visto.Keiko Fujimori es sin duda la política más impopular en todo el país y
puede ser presidenta.Pedro Castillo no
pudo ganar la alcaldía de su pueblo, jamás ha sido elegido a nada, ni siquiera
a nivel local, y también podría ser presidente.Y ni hablar de la amenaza autoritaria…
-¿Ambos son amenaza?
*Sí.Pero además,
son pésimos políticos.Fujimori tiene
más experiencia pero en su campaña ha sido un desastre.No es la primera vez que los que llegan a
una segunda vuelta son impopular, pero jamás tan impopulares, con el 70% del
país, como mínimo, en su contra.No he
visto en ninguna democracia en el mundo.
-Sin embargo, los dos están disputando la presidencia.¿Qué representa cada uno?
*Castillo representa el descontento que sigue existiendo en
el Perú que cualquier sociedad justo debería escuchar y atender.La élite política, el sistema no ha
respondido a los sectores más marginados.No digo que él sea un representante de la democracia liberal pero sí es
una fuerza democratizante.De Fujimori
prefiero no comentar.
-Ha dicho que los dos representan un peligro autoritario…
*Peligros diferentes
-A eso iba.Son
peligros de diferente nivel.
*Sí, son muy distintos-
-¿En qué sentido?
*Me parece que hay mucha más incertidumbre alrededor de
Castillo.Descarto el escenario
comunista, porque no sé de dónde se inventan eso de que podría haber comunismo
en Perú, es una payasada.Sin embargo,
sí existe la posibilidad de un escenario bolivariano, de que utilice mecanismos
plebiscitarios y concentre poder.No
creo que sea muy probable porque es alguien muy débil.También es posible que haya una reacción
anti-Castillo que termine sacándalo del poder de manerainconstitucional.
-¿Y con Fujimori?
*Hay menos incertidumbre.Dudo que haga una gran transformación política-social-económica.Lo que sí es muy probable, pero muy
probable, es que con ella veamos una transición hacia lo que antes se llamaba
una “democradura”, es decir, un régimen mínimamente democrático que viole
derechos civiles, de asociación, de protesta, que ataque a la izquierda, que
viole derechos humanos.Podría haber
una especie de autoritarismo competitivo, al estilo de su padre.
-Con apoyo legislativo
*A diferencia de Castillo, Fujimori tendría una coalición
amplia detrás de ella.El Congreso
electo es conservador y no sería difícil para ella construir alianzas,
relaciones amistosas con los medios, los empresarios, con el Poder
Judicial.Es decir, ella puede
reconstruir la coalición fujimorista de los noventas, una alianza con la élite,
el establishment.Y si gana, Fujimori
lo hará con un mandato anticomunista, de la mano con una coalición que quería
aplastar a la izquierda.
-Un mandato que tendría que honrar, además.
*Va a tener incentivos para hacerlo.Lo que aglutina a toda la coalición
fujimorista es el miedo a la izquierda.Y ese miedo a la izquierda, muchas veces, termina en autoritarismo.
¿Somos muy macartistas en el Perú?
*Sí.Pero en Estados
Unidos por lo menos existía la Unión Soviética, la guerra fría.Hablar de comunismo en Perú no tiene
fundamento.Y es costoso porque
castillo sí representa un peligro.No
es liberal, hay cosas de él que se pueden percibir como amenazas, pero empezar
y terminar la conversación con “comunismo” evita lo que podría un debate
constructivo, importante.Gritar
“comunista” no ayuda a entender el peligro ni de dónde es que viene ese
peligro, que en es el gran fracaso del establishmentconservador.
-¿La democracia peruana se debilitará después de la
elección? Gane quien gane.
*Viene debilitándose.Así ha sido en los últimos cinco años, en gran parte por la
responsabilidad de Keiko Fujimori.La
gobernabilidad e institucionalidad se ven mucho menos seguras que hace diez
años.Castillo o Fujimori tendrán baja
legitimidad desde el primer día y enfrentarán una fuerte oposición.
-De diferentes fuentes.
*Fujimori podría enfrentar un nivel de movilización social
pocas veces visto en el Perú y Castillo un gran a taque del establishment.Que los dos hayan llegado a la segunda
vuelta es una señal del fracaso de la élite política y económica.
Desde la derecha podrían haber buscado un solo candidato y
no terminar con la política menos popular de todas.Lo mismo con el centroy centroizquierda.No se hizo el trabajo de coordinar para que
una opción mínimamente democrática avance.Echaron todo a la suerte.18
candidatos, a ver qué pasa.Bueno, ya
vemos qué fue lo que pasó.
Entrevista de Enrique Patriau en La República, Domingo 6 de
junio del 2021, página 11
El año del Bicentenario pasará a la historia como el inicio de la era de las pandemias, sostiene el destacado internacionalista Rafael Roncagliolo Orbegoso. Temas como los partidos políticos, la democracia en la región, Trump, Chile y Bolsonaro son abordados en este diálogo.
-En el Perú hay un desencanto con los partidos que se expresan en lo poco atractivos que resultan los candidatos a la presidencia, ¿este es un fenómeno solo peruano o es una tendencia mundial.
*Es un fenómeno mundial, más agudo en el Perú. El desencanto con la democracia se ha extendido en todas partes, al tomarse conciencia de que una cosa es elegir periódicamente y otra, muy distinta, gobernar cotidianamente.
los ciudadanos eligen, pero los que gobiernan son, en gran medida, los poderes fácticos. Esta conciencia se ha vuelto más aguda en este tiempo, en el que probablemente estamos iniciando la era de las pandemias. en efecto, en los últimos días, de rebrotes y variantes, me he preguntado si no marchemos en adelante de pandemia en pandemia y de vacuna en vacuna. A menos que los seres humanos dejemos de agredir a la naturaleza y al clima. Esta era de las pandemias hace más evidente el abismo existente entre gobernantes y gobernados. Y aumenta el desencanto. En el Perú, el deterioro es más grave, porque la extrema privatización y mercantilización de la política han llevado al establecimiento de un juego basado en la prebenda y la coima. Tratar de reformar normativamente al conjunto de los partidos que realmente existen es un esfuerzo meritorio, pero francamente insuficiente y destinado a la esterilidad.
-¿Aún es válida la dicotomía izquierda-derecha?
*Sí y no. Sí, porque la vida política sigue polarizada entre quienes se resignan a la desigualdad, la derecha; y quienes se rebelan frente a ella, la izquierda. Seamos claros y juntos: no es que la derecha desee la desigualdad, sino que la considera un costo inevitable del crecimiento. Y no es que la izquierda desprecie el crecimiento, sino que busca que busca un crecimiento, sino que busca un crecimiento, sino que busca un crecimiento que favorezca a todos y no a unos pocos. Pero, al mismo tiempo, en circunstancias tan desastrosas como las que vivimos, no basta con un llamado desde la derecha, la izquierda o el centro. Es indispensable procurar activamente una concertación frente a la emergencia nacional, con medidas concretas y sacrificios de todas las partes. Por lo tanto, ser de izquierda o de derecha o de centro no es suficiente para proponer una salida para el país. Se requiere formular un verdadero llamado nacional, lo que yo creo que resulta más viable si se formula desde la izquierda o desde el centro. Por supuesto, los amagos de agresividad entre el centro y la izquierda resulta suicidas.
-¿Aún es válida la dicotomía izquierda-derecha?
*He leído estas y otras declaraciones de José Rodríguez Elizondo. Me aparece un observador agudo del Perú. Ha señalado hace poco, con mucha razón, que la democracia peruana tiene que salvarse de sus propios partidos. Pero es muy forzado fijar un momento puntual en el que el Perú se jodió. Una hipotética historia contrafáctica, a partir de lo que hubiera sido el triunfo del Fredemo en 1990, no estoy seguro de que llevaría a resultados muy distintos. Al fin y al cabo, Fujimori terminó aplicando las recetas de Vargas Llosa. Salvo en el autoritarismo, por supuesto. Pero ¿era posible desarrollar ese programa sin represión y autoritarismo? Incluso, ¿sin corrupción en gran escala? Creo que la elección de Fujimori fue muy importante para entender el actual descalabro del país, pero no que fuera la fuente de todos nuestros males. Pienso en un proceso más amplio, en el cual Fujimori es un factor crucial, pero no el único, como pretende cierto antifujimorismo simplista.
-Con PPK la derecha tuvo una oportunidad de controlar el Ejecutivo y el Legislativo, sin embargo, se sacaron los ojos, ¿Puede gobernar un partido de derechas en el Perú sin los Fujimori?
*Me parece que, a estas alturas, con el nivel de conciencia que han adquirido los peruanos, solo podría gobernar democráticamente al país u partido de derecha que fuera de "una derecha inteligente y mesurada" como ha demandado Gonzalo Zegarra. Pero no veo, dentro de la abundancia de fórmulas electorales, algunas que corresponda a esa derecha viable. Lo que pasó en el 2016 demuestra justamente que cuando la derecha "realmente existente" monopoliza el espacio, convierte a la política en un juego de agresiones e insultos, sin ninguna incidencia en los problemas reales del país. Necesitamos a gritos una derecha y una izquierda democrática y sólidas.
-¿Qué es lo más peligroso de que la ciudadanía desconfíe tanto de los partidos?
*El inmovilismo. Pero en el Perú la desconfianza ha llevado a movilizaciones sociales capaces de resistir a la nata de políticos tradicionales y obligarlos a desandar entuertos. De manera que existe una reserva social muy valiosa.
-¿Hay en el rechazo a los partidos un factor generacional? Los jóvenes ven estas organizaciones algo caduco que no les representa.
*Claro que hay un factor generacional. La llamada Generación del Bicentenario es un cohorte diferente, por su nivel y capacidad de exigencia política y democrática. Gracias a ella, es más difícil seguir pasando gato por liebre.
-¿Qué ha pasado en Chile? ¿El cambio de Constitución es consecuencia del desencanto por los partidos?
*El cambio de la Constitución de Chile es consecuencia del desencanto con los partidos y con la ficción de una realidad idílica, vendida por los gobiernos. El sueño chileno de estar a punto de volverse...
FUENTE: Entrevista por Roberto Ochoa en La República, DOMINGO, 27 de diciembre del 2020, página 04 y 05