viernes, 28 de febrero de 2014

ECONOMÍA EN AMÉRICA LATINA

Colombia desplazó a Argentina y se convirtió el año pasado en la tercera economía de América Latina, luego de que su Producto Bruto Interno (PBI) alcanzara los US$347.000 millones en el 2013, según un estudio de la consultora Capital Economics. 
Hasta el 2012, Argentina se ubicaba como tercera economía de la región, pero el año pasado Colombia superó su PBI en 10.000 millones de dólares. 
Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, dijo que la estimación se basa en la repercusión que ha tenido la devaluación del peso argentino durante 2013.
Ahora, según el reporte de Capital Economics, Colombia se encuentra hoy solo por detrás de Brasil y México, entre los países de la región.
"Esto es un síntoma de una tendencia más amplia que se está viviendo en el modelo económico de Argentina, mientras la economía de Colombia ha sido bien gestionada", dijo Shearing en declaraciones recogidas hoy por el diario estadounidense "The Wall Street Journal".
Argentina registró en enero una devaluación de un 22 % en su moneda y una inflación que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner cifró en el 3,7 % en ese mes. 
Al cierre del 2012, el Banco Mundial colocaba a Argentina y Colombia en el tercer y cuarto lugar, respectivamente, de una lista de las economías de América Latina según su PBI. 
Seguían en la quinta posición Venezuela con un PBI de US$397.000 millones, Chile (US$390.557 millones), Perú (US$322.830 millones), Ecuador (149.300 millones), entre otros países de la región.
FUENTE: http://elcomercio.pe/economia/mundo/colombia-se-convirtio-tercera-economia-america-latina-noticia-1712969

SUELDOS

http://elcomercio.pe/politica/gobierno/otra-vez-andres-noticia-1712823


ECONOMÍA últimos datos



22 datos que quizás no sabía sobre la economía mundial

¿Cuál es la nación más rica del mundo? ¿Y la más pobre?
¿Con cuánto dinero viven las personas más pobres del mundo? ¿Y las ricas?
¿Cuánto vale la economía de China? ¿Y cuántos rascacielos tiene este gigante asiático?
Vea las respuestas de éstas y otras interrogantes sobre la economía global en este video de BBC Mundo.
FUENTE: http://www.bbc.co.uk/mundo/video_fotos/2014/02/140219_video_economia_mundial_data_viz.shtml

LIBERTAD DE EXPRESIÓN 07 caricaturistas.




Generar conciencia por el cuidado del medio ambiente es el propósito del Salón Internacional del Humor Gráfico de Lima. Esta es su sexta edición y reúne 120 caricaturas que buscan arrancarnos una sonrisa y al mismo tiempo invitar a la reflexión. Va desde el 12 de setiembre en el Parque Kennedy de Miraflores.
Una ciudad en penumbras. Un poste solitario ilumina un pequeño círculo con un poderoso haz de luz. Un hombre se aleja tranquilamente, lleva sobre sus hombros un trozo de aquella luz refulgente. Estamos contemplando una potente, mágica y colorida viñeta que expresa la necesidad de darle un uso racional a la energía. La necesidad de compartirla. De cuidarla. 
Su autor se llama Abolfazl Mohtarami, es un caricaturista y humorista gráfico iraní. Su trabajo consiste en retratar, con humor, las miserias y tragedias del mundo, sea en Occidente u Oriente Medio. Aunque muchas veces se  aborde asuntos que no precisamente arrancan una sonrisa. Eso es lo valioso que tiene el humor gráfico, que permite expresar una idea, concientizar, dar un mensaje y causar indignación, de manera directa, contundente, y con sarcasmo. 
“Una viñeta puede dar risa o no, pero siempre te hará pensar”, dice Omar Zevallos, caricaturista peruano y coordinador artístico del VI Salón Internacional de Humor Gráfico Lima -2013. 
La obra de Mohtarami fue seleccionada entre 2.800 trabajos, enviados por caricaturistas de 54 países. Al final quedaron 120 dibujos que se exhibirán en el Parque Kennedy de Miraflores. Luego, esta muestra iniciará un periplo por distintas plazas de Lima y provincias. 
Se trata de una fiesta del humor y la ilustración que incluye charlas magistrales y encuentros con artistas peruanos y extranjeros. El Salón nos acerca a una forma de expresión que, a través de la sátira, aborda realidades que, no pocas veces, duelen. 
Más que un dibujo 
Omar Zevallos acariciaba un sueño: algún día el Perú tendría un salón del humor gráfico como lo tienen Brasil, Cuba, España y muchos otros países en los que, desde hace mucho, esta forma de comunicación se ha elevado a la categoría no solo de arte sino de expresión política y social. 
“En Perú se habían hecho un par de concursos de humor gráfico. Recuerdo uno de los años setenta, auspiciado por el Instituto Nacional de Cultura. Pero faltaba un evento más importante”. Omar Zevallos conoció a la comunicadora y relacionista pública Rocío Oyanguren, y encontró en ella el entusiasmo y, sobre todo, el apoyo que necesitaba para hacer realidad su anhelo. 
Ambos organizaron el Primer Salón Internacional del Humor Gráfico Lima-2008, cuyo lema fue Salvemos al planeta del calentamiento global. 
Zevallos explica que entre él y Oyanguren decidieron que el salón de Lima debía centrarse en el tema ecológico porque es un asunto en el que es necesario tomar conciencia. Una problemática vigente que obliga a buscar que la gente entienda la necesidad de cuidar nuestros recursos: los del planeta y también los del país en el que vivimos. 
A través de contactos con humoristas gráficos que conoció gracias a su participación en diversos festivales y salones alrededor del mundo, Zevallos logró convocar 800 trabajos para esa primera edición. Se hizo una selección y quedaron 120 para ser  expuestos. 
“En solo seis años el Salón de Lima se ha introducido en el calendario anual del humor gráfico en el mundo, y el Perú se está haciendo conocido también por eso. Ahora se difunde solo. Y eso ha generado más trabajo para nosotros, ya que debemos revisar más propuestas y la rigurosidad también ha aumentado”. 
Pero el Salón de Lima tiene una particularidad que lo  distingue de los eventos que lo inspiraron: no se realiza en los ambientes de una galería, un museo o un centro cultural, sino que sale a la calle, invade plazas y parques con sus paneles back-light de gran formato. Esto ha permitido, además, llevar este arte a la gente, principalmente aquella que jamás había pisado una galería. 
La temática y lemas de cada salón se han elegido siguiendo principios fundamentales en el pensamiento ecologista. El del salón de este año es ¡Ahorremos energía!, y se inspiró en el invento del mecánico brasileño Alfredo Moser, la llamada Bombilla de los pobres, esa botella de plástico de dos litros rellena de agua y lejía que se coloca en el agujero de un techo y que genera iluminación basándose en la refracción de la luz del sol. 
Desde el 2002, año en que a Moser se le ocurrió este útil artilugio, su invento se ha puesto en práctica en diversos lugares del planeta, sobre todo entre las poblaciones más desfavorecidas, que no tienen acceso a la electricidad. 
“Si no podemos llevar la energía eléctrica a peruanos de bajos recursos, hay alternativas –dice Zevallos–. Si ahorramos, otros peruanos pueden tener acceso. He allí el tema. Y lo más importante es que a través del Salón podemos ll
evar este mensaje a mucha gente”. 
Desde el segundo salón (2009), a las plazas y parques de Miraflores, Pucusana, Jesús María, San Isidro, se sumó un punto al que los organizadores tienen especial cariño: la Plaza de Armas del Centro Poblado Santa María de Huachipa, una zona del distrito de Lurigancho-Chosica cuya población ha hecho suya esta exposición, los niños de los colegiosdesfilan y se sienten halagados por la oportunidad de acercarse a un expresión artística que los divierte, pero también los impulsa a cuidar el planeta. 
Expresar opinión 
El Salón Internacional del Humor Gráfico recibe cada año la visitade importantes representantes del humor gráfico internacional. En esta edición los invitados son el mexicano Helio Flores, caricaturista del diario El Universal, y el maestro uruguayo Hermenegildo Sábat, que ha ilustrado durante años las páginas del diario argentino Clarín con sus corrosivas caricaturas políticas. Sábat recibirá el premio Huamán Poma, instituido por la organización del salón para reconocer la labor de los más destacados humoristas gráficos, de cualquier parte del mundo, cuyo trabajo tenga especial relevancia social y artística. 
Pero también es importante la participación de caricaturistas peruanos. Si en la primera edición, en el 2008, solo se exhibieron trabajos de Carlos Tovar (Carlín), Juan Acevedo, Mario Molina y de Omar Zevallos, para este año han sido seleccionados los dibujos de 30 humoristas gráficos locales, entre noveles y acreditados, lo que pone en evidencia que este evento es también una especie de termómetro que revela tanto las posibilidades del humor gráfico en el país, como el interés de quienes buscan comunicar a través de la caricatura. 
Para Omar Zevallos, además, el Salón permite a los debutantes tener roce con los consagrados, y el intercambio de experiencias es importante y provechoso para todos. 
“Ojo, un caricaturista no es un activista –explica Zevallos–. No somos miembros de un partido. Podemos tener simpatías políticas, podemos ser o no ser ambientalistas. Lo importante es tener un punto de vista, una opinión, y expresarla”. 
Y en lo que se refiere a cuidar el planeta y nuestros recursos naturales, lo que toca a los humoristas gráficos que trabajan también este registro es generar una conciencia ecológica a través de sus dibujos y viñetas. Arrancando una sonrisa, para luego recapacitar. 
Porque también se cambian conciencias y mentalidades a través de la caricatura.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/08-09-2013/cuando-el-humor-te-da-que-pensar#!foto3

NAZIS peruano que se enfrentó.


Ernesto Pinto-Bazurco, un médico afincado en Múnich, logró que un puñado de judíos escape de la Alemania nazi. Pronto su historia será contada en un documental. El 28 de setiembre Pinto-Bazurco celebrará 100 años de vida.
En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Ernesto Pinto-Bazurco, médico peruanoafincado en Múnich, Alemania, se convirtió en delegado de Suiza con atribuciones de cónsul. Un día, después de firmar el salvoconducto de una familia judía para que abandone dicho país y se libre de una muerte segura en un campo de concentración, una mujer del grupo pensó que el trámite debía tener un costo. Así que preguntó: ¿cuánto le debo? “Nada. Esto es un favor”, respondió él. 
Pero la señora se quedó pensando. Entonces se sacó del dedo un anillo con una piedra preciosa y quiso dárselo a Hildegard, la esposa de nuestro compatriota. “No, no es necesario”, respondió ella también. “Igual me la pueden quitar en los controles de salida”, insistió la mujer. “Si la esconde en la boca, quizá no se la quiten”, le respondió otra vez Hildegard. Cuando la familia ya se iba, Pinto-Bazurco dijo: “Bueno, sí me deben algo. Una sonrisa. Es lo más escaso en estos tiempos”. 
La anécdota retrata la solidaridad con que el médico peruano actuó en los tiempos de la Alemania nazi. Y así como esa familia había buscado a Ernesto Pinto-Bazurco, muchas otras familias judías y opositores del régimen de Hitler acudieron a él por un salvoconducto. Él los ayudó aun con riesgo de su vida. 
En esos años de control ejercido por las SS nazis, el médico peruano ayudó a unas 60 personas, judíos y alemanes, que podían ser perseguidos y encarcelados. No guardó registro de sus nombres porque era peligroso para él y ellos. Podía ocurrir incluso que las visas no tuvieran el nombre real de las personas. Lo importante era ayudarlos a escapar. La prisión era dura y Ernesto Pinto-Bazurco lo sabía: la había conocido por la policía alemana, la Gestapo. 
Me quedo aquí 
Nacido en el Callao en setiembre de 1913, Ernesto Pinto-Bazurco Alcalde llegó a Alemania en 1934 para estudiar medicina gracias a una beca que proporcionaba la empresa Bayern. Poco tiempo después empezó a participar de las actividades de la Casa Perú, un centro que congregaba a nuestros compatriotas, a estudiantes latinoamericanos y también a alemanes. Fue allí donde conoció a quien sería su esposa, Hildegard Rittler.   
En 1939 Ernesto Pinto-Bazurco culminó sus estudios y poco después consiguió una plaza en el Hospital General de Múnich. Tenía planes para una vida en común con su pareja alemana, había conseguido trabajo y pensaba establecerse en el país de su amada. Pero el 1° de setiembre, a las 5 de la mañana, Alemania atacó Polonia y estalló la Segunda Guerra Mundial. La situación, ya difícil con el ascenso de Hitler al poder, se volvió opresiva.    
El gobierno nazi recomendó a los extranjeros abandonar el país, pero nuestro compatriota decidió quedarse. Alemania le había dado la posibilidad de estudiar y ahora con la guerra iba a necesitar de médicos para los heridos que llegaran a los hospitales. Era una cuestión de humanismo. Para entonces Hildegard también empezó a colaborar con la Cruz Roja en un hospital. Ambos estaban contra la guerra. Vivían juntos, querían casarse. 
Fue ahí cuando Ernesto Pinto-Bazurco vio de cerca el rostro racista del régimen nazi. En tres ocasiones solicitó sin éxito una autorización para casarse con Hildegard. El día que se presentaron ante los oficiales nazis el encargado de los registros increpó a Hildegard: “Si hay tantos hombres en Alemania, ¿por qué se casa Ud. con un extranjero?”. Ella respondió: “El amor no reconoce nacionalidades ni fronteras”. 
En 1942 ocurrió un hecho inusual: el gobierno peruano se declaró país beligerante contra Alemania. Una decisión extraña teniendo en cuenta la lejanía de ese país. Poco después empezaron los problemas para los ciudadanos peruanos. A Ernesto Pinto-Bazurco lo buscó la Gestapo en su departamento de Múnich y se lo llevó arrestado por sospecha de espionaje. Querían explicaciones acerca de por qué el médico se había quedado en un país en guerra. 
Pero había más razones. La policía alemana había investigado al peruano. Sabía que supadre era un oficial de la marina en el Perú y además le causaba extrañeza que contara con un teléfono cuando en la ciudad pocos podían darse ese lujo. Pero él era un médico reconocido y el hospital le había puesto una línea. Quedó detenido por la Gestapo en Múnich y posteriormente fue trasladado al fuerte de la ciudad de Laufen, en la frontera con Austria. Los diplomáticos peruanos se habían ido y nadie lo defendió. 
Estuvo preso entre febrero y mayo de 1942. En todo ese tiempo Hildegard Rittler, que ya estaba embarazada de su primera hija, Rosa, no pudo verlo porque oficialmente no era su esposa. Cuando el médico volvió a casa estaba flaco y demacrado. No había estado en un campo de concentración, pero en la prisión había sufrido privaciones. Poco después retomó su trabajo de médico. Incluso por la guerra muchas veces atendía a pacientes en su casa.
Ese mismo año, el Perú le pidió a Suiza velar por los ciudadanos peruanos en Alemania. Este país ubicó a Ernesto Pinto-Bazurco y le encargó defender a sus compatriotas dándole un cargo con atribuciones de cónsul. Con esos poderes diplomáticos el médico no dudo en emitir visas para ayudar a escapar de la persecución nazi a familias judías y a opositores. Una vez una familia judía le explicó por qué lo buscaban. Confiaban en él porque su apellido Pinto tenía origen judío sefardí. Él también ayudó a opositores alemanes porque, como lo conversaba siempre con su pareja, había que ayudar a quienes estaban en peligro.
Pacifista en la guerra 
Ernesto Pinto-Bazurco y Hildegard Rittler sufrieron las inclemencias de la guerra, como todos. Debían correr a los refugios antiaéreos. Y él debió evadir pedidos que la guerra imponía: una vez le enviaron una moderna cámara fotográfica a su casa y cuando fue alcorreo a averiguar de qué se trataba, se le presentaron un hombre y una mujer y le pidieron que trabajara para ellos haciendo fotos de los puertos alemanes. Eran espías. Él por supuesto se negó. Y también lo hizo cuando los servicios alemanes le pidieron que hiciera algunas traducciones del alemán al español. Varias veces tuvo que cambiar de casa para eludir las represalias nazis. Cuando llegó el fin de la guerra se quedó en Múnich. En 1945 nació Aurelio, su segundo hijo, y en 1946 Ernesto, el tercero. (Hoy ambos son diplomáticos). Dos años después toda la familia se embarcó en el buque peruano Rímac para volver al Perú. 
La historia de Ernesto Pinto-Bazurco y de Hildegard Rittler ha sido contada por ella en el libro Ángeles en el Infierno (2010), sesenta años después de ocurridas. Allí están varias de las anécdotas relatadas aquí. El documentalista Luis Enrique Cam ha recogido muchos testimonios y contará la historia en imágenes de este peruano que, a la manera de Oscar Schindler, en Polonia, hizo lo posible por salvar muchas vidas de la maquinaria nazi. El documental se llamará Un peruano en el III Reich y está en la etapa de filmación. 
Tras su retorno al Perú Ernesto trabajó en varias ciudades. En Madre de Dios conoció a un ingeniero alemán que le contó que había podido salir con su familia gracias a los salvoconductos proporcionados por un diplomático peruano. Entonces el médico peruano recordó: “Ah, era el hijo de la familia tal”. Y se reconocieron y abrazaron. Nunca supo qué fue de las personas que ayudó, pero tuvo la certeza de que al menos esa familia se salvó. 
Ernesto Pinto-Bazurco cumplirá 100 años el 28 de setiembre. Ya no recuerda mucho de lo que le tocó vivir. Es su esposa la que ha recordado por los dos. Ellos fueron condecorados por el gobierno alemán por su labor de fortalecimiento de las relaciones peruano-alemanas, pero él nunca ha recibido un homenaje de las autoridades peruanas. El documental sobre su vida es un reconocimiento a su valentía. Su historia merecía ser contada. 
FUENTE: http://www.larepublica.pe/08-09-2013/el-peruano-que-se-enfrento-a-los-nazis#!foto2

LIBERTAD DE EXPRESIÓN 05. PUTIN en camisón

Un pintor ruso se atrevió a desafiar la homofobia del gobierno y retrató a Vladimir Putin travestido y en paños menores. Sus cuadros fueron confiscados y él ha tenido que salir del país.

Cinturón negro de judo, ex agente de la KGB, amante del hockey, el esquí y la Fórmula Uno, Vladimir Putin es un toro de lidia, un volcán, un macho alfa que gobierna Rusia con mano de hierro. 
Pero aquí lo tenemos luciendo un delicado negligé rosa y blanco, en la intimidad de lo que parece ser una alcoba. Le está peinando delicadamente los cabellos a otro varón, un varón cuya sugestiva ropa interior apenas puede contener la sensualidad de un voluptuoso cuerpo de mujer. Es el primer ministro ruso, Dimitri Medvediev. Aunque en los ojos hay seriedad, ninguno parece disgustado con el papel que desempeña en la escena. Por el contrario, se diría que les gusta.
El cuadro se llama Travestis y fue pintado por Konstantin Altunin (43). Hoy, contra los deseos de su autor, no está siendo exhibido en una galería, sino guardado en los almacenes del Servicio Federal de Seguridad (el FSB, sucesor de la KGB), junto a otras tres pinturas, a la espera de que las autoridades juzguen si haberlas exhibido violó la ley. 
No, a Putin no le gustó el cuadro del camisón. Nada. Y ahora quiere venganza. 
HOMOFOBIA 
La exposición Líderes, de Altunin, se inauguró en la ciudad de San Petersburgo a mediados de agosto. La sala que la acogió fue el Museo del Poder, fundado por Alexander Donskoy, un ex alcalde de la ciudad de Arkhangelsk quien, luego de que en 2006 anunciara su intención de postular a la Presidencia, fue perseguido por el régimen, acusado de fraude y actividades ilegales. 
El martes 26 de agosto, agentes del FSB se presentaron sin avisar en el Museo del Poder. Les interesaban los cuadros de Altunin, pero no por asuntos de sensibilidad artística. 
Argumentaron que al menos cuatro de ellos constituían un “insulto a la autoridad”, así que se los llevaron. Junto al cuadro de Putin y Medvediev, los agentes cargaron con uno en el que se veía al venerable líder de la Iglesia Ortodoxa rusa desnudo y lleno de tatuajes, con otro en el que una parlamentaria parecía practicar el sexo oral y con un cuarto en el que otro diputado aparecía junto a la bandera del orgullo gay. 

 Los personajes y motivos de los cuadros de Altunin no eran gratuitos. La campaña represiva del gobierno ruso contra los gays ha provocado la solidaridad de muchos artistas e intelectuales que a través de sus obras denuncian y atacan la homofobia estatal. 
De hecho, Vitaly Milonov, el legislador que retrató junto a la bandera gay, es uno de los principales impulsores de la cruzada homofóbica. Él fue el promotor de la reciente ley contra la que llama “propaganda gay”, una norma que castiga con multas de hasta 2 mil euros a todo aquel que “promueva la homosexualidad” en medios de comunicación y la Internet. La otra diputada retratada es Yelena Mizulina, presidenta del Comité de Familia y otra de las impulsoras de la ley. 
REPRESALIAS 
Pocos días después de quesus cuadros fueran incautados, Konstantin Altunin viajó a París. Su mujer, que se quedó en San Petersburgo, informó que el pintor temía que la investigación federal por supuesta violación de las “leyes antiextremistas” terminara con él en la cárcel. Los artistas rusos saben muy bien que cuando desafían al poder se juegan la libertad. Lo que ocurrió con la banda de rock Pussy Riot, encerradas hace año y medio, es un ejemplo que todos tienen presente. Altunin habría pedido asilo a Francia. 
El martes 3 de setiembre, efectivos de la policía de San Petersburgo sacaron a las 4 de la mañana de su casa a Tatiana Titova, la directora del Museo del Poder. La retuvieron en la estación policial durante tres horas, sin permitirle asistencia legal ni darle explicaciones de ningún tipo. Su “delito” habría sido reabrir la galería. 
No ha sido la única consecuencia de la afrenta. El gobierno también clausuró el Museo Erótico Punto G, de Moscú, otro centro cultural fundado por Alexander Donsky. A Putin tampoco le habría gustado una de las pinturas que allí se estaban exhibiendo y que lo mostraba a él y al presidente Barack Obama desnudos, esgrimiendo sus respectivos penes en una especie de duelo. El cuadro se llamaba Wrestling (La lucha).

LOS REFRACTARIOS por Mario Vargas Llosa



Vine a Normandía con la intención de releer a Flaubert y visitar su pabellón de Croisset y los lugares que describió en Madame Bovary, pero en una librería del pintoresco y abigarrado puerto de Honfleur me encontré con un pequeño libro de Jorge Semprún, recién publicado en Francia, que me ha tenido toda la semana pensando en la irrupción del nazismo en el continente europeo, en la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas, y en la conducta de ciertos intelectuales en aquellos años neurálgicos.

El libro se llama Le métier d’homme (El oficio del hombre) y contiene tres conferencias que dio Semprún en la Biblioteca Nacional de París los días 11, 13 y 15 de marzo de 2002. Probablemente las dictó sobre notas, las charlas fueron grabadas y lo que se ha publicado es una transcripción de esas grabaciones, pues el texto abunda en las repeticiones y vacilaciones típicas de una exposición dicha, no leída.  Pero, aun así, estas páginas están llenas de sugestiones e ideas fascinantes que, lejos de contentarse con reminiscencias históricas o anécdotas, gravitan con fuerza sobre la crisis europea de los años cuarenta y la de nuestros días.
El libro es también un homenaje a un filósofo, Edmund Husserl, un historiador, Marc Bloch, y un escritor y periodista, George Orwell, que, en momentos de gran confusión y turbulencia ideológicas y políticas, tuvieron el coraje de adoptar tomas de posición refractarias a las de los gobiernos y la opinión pública de sus países y fueron capaces, valiéndose de una razón crítica y una moral heroica, de fijar unos objetivos cívicos y defender unos valores que a la larga terminarían por prevalecer sobre el oscurantismo, el fanatismo y el totalitarismo que desencadenaron la segunda conflagración mundial.    
Edmund Husserl, padre de la fenomenología y maestro de Heidegger, a quien éste dedicaría su obra capital, Sein und Zeit (Ser y Tiempo), para retractarse luego de esta dedicatoria cuando comenzó a colaborar con el régimen nazi, pronunció una conferencia en Viena el 7 de mayo de 1935, en la que exhortaba a sus colegas intelectuales a enfrentarse “a la barbarie” y a mantener viva la gran tradición europea del espíritu crítico y la racionalidad sobre las puras pasiones y la conducta instintiva. Semprún destaca en esta conferencia, sobre todo, lo que llama “el patriotismo democrático” del filósofo, quien afirma categóricamente que el enemigo de la Europa civilizada no es el pueblo alemán sino Hitler y que, más pronto que tarde, Alemania deberá reintegrarse, una vez que gracias al federalismo opte por una resuelta vía democrática, a una Europa que habrá superado también el nacionalismo de orejeras y se habrá unificado, sin renunciar a su diversidad, en un régimen político y económico de carácter federal. Afirmaciones y predicciones de una lucidez visionaria que medio siglo más tarde confirmaría puntualmente la historia europea.
Cuando pronuncia esta conferencia Husserl tenía setenta y seis años y por ser judío, de acuerdo a las medidas antisemitas del nazismo, ya había sido despojado de todos sus derechos académicos. Pronto se vería obligado a refugiarse en el priorato benedictino de Sainte Lioba, donde moriría tres años después de aquella charla. Y de allí rescataría un sacerdote franciscano, el padre Herman Leo van Breda, las cuarenta mil páginas inéditas del filósofo que se las arreglaría para hacer llegar, sanas y salvas, a la Universidad de Lovaina.
Semprún, en páginas de gran sutileza, señala cómo en estos años hay intelectuales católicos, entre ellos Jacques Maritain, que, a diferencia de la extrema prudencia con la que el Vaticano encaraba la problemática nazi, se enfrentaron a los totalitarismos fascista y estalinista a la vez, denunciando con entereza sus semejanzas sustanciales por debajo de sus diferencias de superficie, una verdad escandalosa que se confirmaría no mucho después con el pacto Molotov-Von Ribbentrop, y el trauma que este acuerdo nazi-soviético causaría entre la intelectualidad progresista y comunista.   
El segundo homenaje de este ensayo es al historiador Marc Bloch, fundador con Lucien Febvre de Annales, movimiento que renovaría y daría un impulso creativo notable a la investigación histórica en Francia. Marc Bloch, que había hecho la Primera Guerra Mundial –comenzó como soldado raso y terminó como capitán– se alistó también en la segunda y fue un resistente activo, hasta que la Gestapo lo capturó y fusiló en 1944. Luego de la derrota del Ejército francés, Bloch escribe en apenas dos meses L’étrange défaite (Extraña derrota), de julio a septiembre de 1940, un libro impublicable entonces, que permanecería oculto hasta luego de la liberación. En él analiza, con extraordinaria serenidad y hondura, las razones por las que Francia se desmoronó tan fácilmente ante la embestida del ejército nazi. El análisis es implacable en su denuncia de la corrupción que venía socavando a la clase dirigente, a los partidos políticos, a los sindicatos, y cegando a los intelectuales. Pero, pese a la virulencia de la crítica, el ensayo no sucumbe al pesimismo. Por el contrario, destaca los sólidos recursos institucionales y culturales que sostienen a la tradición democrática francesa, exhorta a la nación a no rendirse a la barbarie totalitaria y a luchar no sólo para derrotar al nazismo sino para luego reconstruir la sociedad francesa sobre bases más decentes y más justas que las que provocaron la catástrofe. Al igual que en Husserl, Semprún subraya en la postura de Bloch su rechazo del nacionalismo, su vocación europeísta y la defensa de la racionalidad y el espíritu crítico.
George Orwell es el tercer ejemplo de intelectual comprometido con la justicia y la verdad, que no teme enfrentarse al descrédito y a la impopularidad, al que Semprún exalta como un ejemplo. Se refiere, claro está, al periodista que se fue a pelear como voluntario en defensa de la República durante la guerra civil española en las filas del POUM y que en Homage to Catalonia (Homenaje a Cataluña) fue uno de los primeros en denunciar el exterminio de trotskistas y anarquistas ordenado por Stalin en el seno de las fuerzas republicanas. Pero destaca, sobre todo, su defensa del “patriotismo democrático” con que exhortó a sus compatriotas a enfrentarse a Hitler y al nazismo, a la vez que criticaba con dureza el colonialismo inglés y exigía que el gobierno de Gran Bretaña asegurara la independencia de la India y las otras colonias del imperio una vez terminada la contienda.
Semprún estudia con detalle un ensayo poco conocido de Orwell, The Lion and the Unicorn (El león y el unicornio), donde aparece su célebre frase: “Inglaterra es un país de buena gente con los tipos equivocados en el control”. Y recuerda que, pese a la utilización que hizo siempre la derecha de sus críticas a la URSS y al comunismo, sobre todo en sus parábolas novelísticas Animal Farm (Rebelión en la granja) y 1984, Orwell se consideró siempre un hombre de izquierda, un socialista convencido de que el verdadero socialismo era de irrenunciable entraña democrática, defensor del espíritu crítico y de la libertad intelectual, para él valores inseparables de la lucha por la justicia social.
Es imposible no leer este pequeño y hermoso libro sin pensar que Jorge Semprún perteneció a esta misma tradición de pensadores y escritores refractarios al conformismo y a la complacencia a los que dedicó estas tres conferencias. Él también consideró siempre que el quehacer intelectual –aquí confiesa que su verdadera vocación fue ser un “filósofo profesional” aunque la guerra y su militancia lo enrumbaran por otro camino– era inseparable de una acción cívica, y tuvo el coraje de criticar y apartarse del Partido Comunista en el que había militado toda su vida, en los puestos de mayor riesgo, cuando se convenció de que aquella militancia era incompatible con aquel espíritu crítico y el patriotismo democrático que encarnaron intelectuales como Husserl, Bloch y Orwell. Pero aquella ruptura no lo apartó de los ideales de su juventud. Por ser leal a ellos estuvo en la Resistencia, en el campo de concentración de Buchenwald, de clandestino en la España franquista, y fue luego el intelectual refractario con la misma consecuencia y limpieza moral que él celebra en los tres maestros a los que dedica este libro estimulante.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/columnistas/piedra-de-toque/los-refractarios-08-09-2013



MIXTURA Orígenes de nuestra comida peruana.

Hace mil años los chimúes, acostumbrados al charqui y a la pachamanca en tierra, paliaban el hambre durante sus largas jornadas marinas en botes de totora consumiendo la pesca del día con sal. Cuando llegaron los españoles trayendo la cebolla y la lima –que, adaptada a la tierra peruana, se transformó en la variedad actual del limón, verde, pequeño y ácido–, se extendió la costumbre de consumir pescado crudo con estos nuevos ingredientes. El entonces denominado siwichi, pescado fresco, se transformaría con el tiempo en el cebiche de nuestros días.
En los mismos barcos españoles que llegaban a nuestras costas en el siglo XV también viajaban, junto a su variada carga de alimentos y animales, muchos esclavos africanos, quienes, resignados, se alimentaban de los restos de comida en los galpones de la nave. Las adversas condiciones en las que vivían no fueron obstáculo para que aprendieran a cocinar esos desechos con especias, dando origen al popular anticucho, entre otras frituras hechas a base de los residuos de los animales. 
Tres siglos después, en las bodegas de otros barcos, muchos inmigrantes se apilaban con mayores esperanzas; los chinos culíes, habituados a la servidumbre en algunos países orientales, viajaban con el infaltable sillao bajo el brazo a trabajar en las plantaciones de azúcar y algodón. 
Ya instalados, recibían como paga una taza de arroz, el cual freían con aceite o manteca, agregándole pedazos de pollo, cerdo o pescado y algunas verduras, dando vida y sabor al arroz frito, que era sazonado con sillao. Ese fue el origen del hoy día emblemático arroz chaufa. “¡Sec Fan!”, gritaban cuando estaba listo el potaje. La frase derivó con el tiempo en otra, “Chi fá”, que significaba originalmente “¡Ven a comer arroz!”. 
Un siglo después, otros inmigrantes chinos más privilegiados, los cantoneses, nos enseñarían la técnica de la cocción en sartén, con la que se empezó a cocinar las carnes y verduras, logrando con el tiempo el lomo saltado, el plato de bandera de la cocina peruana. Su sabor y sus aromas son fruto de la fusión de dos gastronomías milenarias. 
Y no hace mucho, en 1950, en Chaclacayo, un emprendedor suizo, Roger Schuler, luego de observar la preparación que realizaba su cocinera, ideó una particular forma de cocción del pollo. Junto a su socio Franz Ulrich, que le ayudó a tecnificar la producción, creó La Granja Azul, que ofrecía como plato principal el pollo a la brasa. No imaginaron entonces que su invento se convertiría en uno de los platos típicos de la gastronomía peruana y uno de los de mayor consumo en el país, incluso por encima del cebiche y el chifa.
Estas historias, que podríamos contar con los dedos de la mano, son solo un fragmento de la vasta combinación de aromas y sabores que hoy día enorgullecen a los peruanos. Durante un milenio, la cocción de ingredientes y recetas del mundo forjó a fuego lento nuestra exquisita gastronomía. Y aunque no todos coinciden en cuanto a sus orígenes, nadie duda de que la cocina peruana produce platos que están para chuparse los dedos. Quien lo dude, puede acercarse a Mistura, que se inauguró el último jueves, donde quedará convencido cabalmente.  
FUENTE: http://www.larepublica.pe/08-09-2013/mixtura

NACIÓN peruana por Martín Tanaka



¿Qué es nación?

Hugo Neira vuelve a sorprendernos con un libro desmesurado,¿Qué es nación? (Lima, Universidad de San Martín de Porres, 2013), continuación de una saga iniciada con ¿Qué es República? (2012) y que sin duda seguirá dándonos más sorpresas en el futuro. El libro puede verse como un ambicioso manual de enseñanza universitaria, que combina discusiones teóricas y conceptuales con una reconstrucción histórica de los procesos de formación nacional “occidentales” (Francia, Gran Bretaña, Alemania) y “no occidentales” (Japón, India, México); sin embargo, no es un manual en sentido estricto, porque en el libro el autor interviene permanentemente con reflexiones que amplían, complejizan, establecen relaciones con otros asuntos, desde su punto de vista y experiencias personales. Digamos que es como asistir a un curso de Hugo Neira sobre el tema de la nación, en el que se exploran “los fundamentos”, “ajenos a la inmediatez y a la politiquería”.
La opción de Neira por centrarse en los fundamentos hace que la pregunta por el Perú esté presente en todo el libro, pero nunca de manera explícita, salvo en unas breves páginas en las que el autor compara Apatzingán de la Constitución en Michoacán, pueblo ubicado en el epicentro de las luchas agrarias y revolucionarias de la segunda década del siglo XX en México, con San Lorenzo de Quinti y Huayopampa, en la sierra de Lima, estudiadas por Julio Cotler y Fernando Fuenzalida, respectivamente, en el marco de un ambicioso proyecto de investigación liderado por José Matos Mar en la década de los años sesenta, en los orígenes del Instituto de Estudios Peruanos. La comparación entre estos pueblos, siguiendo su evolución hasta la situación actual, le permite a Neira esbozar los límites de la modernidad y de los procesos de integración social en el Perú.
A pesar de esto, la apuesta por centrarse en los fundamentos resulta muy pertinente. En nuestra cultura política, mucha gente tiende a manejar un discurso en el que la idea de nación podría llamarse “primordialista”, donde lo que definiría “lo auténticamente peruano” sería una mezcla de elementos “raciales” de raíz andina prehispánica, en donde tendería a buscarse la homogeneidad, y en donde lo percibido como “foráneo”, “extranjero”, tiende a verse con desconfianza y como una pérdida de “autenticidad”. Resulta muy instructivo llamar la atención sobre el hecho de que esta manera de ver lo nacional resulta perniciosa, y que hay muchas otras maneras de entender lo nacional: la pertenencia a una comunidad articulada por un gran acuerdo político colectivo, en donde puede haber una enorme diversidad (la India, por ejemplo), y en donde lo “tradicional” para nada está reñido con lo “moderno”, donde lo autóctono y lo foráneo se mezclan para dar lugar a un “sincretismo” particular (Japón, por ejemplo). Vistas así las cosas, el libro de Neira es también un aporte importante al debate que debemos sostener de cara al bicentenario de nuestra república.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/columnistas/virtu-e-fortuna/que-es-nacion-17-11-2013

¿Qué es nación? (2)

Hace tres semanas comenté sobre el último libro de Hugo Neira, ¿Qué es nación? Quería seguir con el tema, pero temas de la “coyuntura” se interpusieron. El libro de Neira es muy bienvenido porque, me parece, solemos manejar nociones muy desencaminadas de la idea de nación y de la identidad nacional peruana, que debemos poner en discusión, y para esto el libro ofrece herramientas útiles.
Hay una manera de pensar el Perú que podríamos llamar “primordialista”: existiría algo así como lo “verdaderamente peruano”, anclado en una raíz andina prehispánica, en donde lo “foráneo” o “extranjero” tiende a verse con desconfianza y como una pérdida de “autenticidad”. No seríamos una nación porque estaríamos “sojuzgados” por elementos “extraños” (blancos, criollos, occidentales). Casi está demás decir que estas visiones esencialistas son la base de los nacionalismos más nefastos, que han generado guerras, autoritarismos, “limpiezas étnicas”. El “etnocacerismo” sería nuestra versión local de esto.
Otras visiones comunes, si bien se alejan de definiciones primordialistas también comparten ideas de nación basadas en alguna forma de homogeneidad: para ser nación no tendría que haber desigualdad, deberíamos contar con valores o intereses comunes, y dada la fragmentación y desigualdad del país, no seríamos “todavía” una nación. Al respecto es pertinente la discusión que plantea Neira en su “rescate” del austríaco Otto Bauer, sobre la influencia del marxismo convencional en cierto menosprecio del tema nacional, para privilegiar consideraciones clasistas o socioeconómicas.
Hace bien Neira en cuestionar estas ideas, y llamar la atención, siguiendo a Gellner, Hobsbawm y otros, que las naciones son en realidad construcciones modernas, en donde la voluntad política de las elites, los liderazgos, resultan fundamentales; así, los nacionalismos crean a las naciones, no al revés. También al apuntar que las naciones no tienen por qué ser homogéneas: pensar en el caso de la India, con su diversidad de idiomas, religiones y castas; y que es posible conciliar lo más “tradicional” con lo más “moderno”, como ocurrió en Japón. Para todo esto, es clave el papel que juega la escuela pública: tanto para generar igualdad de oportunidades, como para proponer una narrativa incluyente y veraz históricamente de lo que somos como nación.
Si los nacionalismos construyen la nación, ¿a qué tipo de nación deberíamos aspirar? A estas alturas, parece claro que cualquier definición debería aspirar a ser democrática, pluralista, incluyente, en donde nuestra diversidad sea vista con justicia como uno de nuestros más valiosos activos, en donde lo tradicional se articule con lo moderno, y lo nacional con lo global. Como dijera José María Arguedas, “no por gusto (…) se formaron aquí Pachacámac y Pachacútec, Huamán Poma, Cieza y el Inca Garcilaso, Túpac Amaru y Vallejo, Mariátegui y Eguren, la fiesta de Qoyllur Riti y la del Señor de los Milagros; los yungas de la costa y de la sierra…”.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/columnistas/virtu-e-fortuna/que-es-nacion-2-08-12-2013

EL PRÍNCIPE Nicolás maquiavelo por Martin Tanaka



Quinientos años de El Príncipe

Sabemos por una carta que Nicolás Maquiavelo (1469-1527) terminó de escribir su libro El Príncipe en 1513, hace quinientos años. Esta modesta columna se llama Virtù e Fortuna en homenaje a Maquiavelo, aludiendo a dos de sus conceptos fundamentales, desarrollados en este y otros de sus libros. En nuestro medio, Hugo Neira se ha ocupado también de este importante aniversario.
En esa carta dice que acaba de terminar de escribir un libro sobre los principados, en el que discute “qué es un principado, qué tipos hay, cómo son ganados, cómo son mantenidos, y cómo son perdidos”. De hecho, en los primeros capítulos del libro Maquiavelo dice que “todos los Estados… han sido o son repúblicas o principados”. Añade que no hablará allí de las repúblicas, porque de ellas ha escrito en otro lugar, refiriéndose a su libro Discursos sobre la primera década de Tito Livio, cuya escritura habría empezado también en 1513. Y de los principados, dice Maquiavelo que son hereditarios o nuevos, y que lo que le interesa estudiar son estos últimos. Los primeros se mantienen sobre la base de la tradición, los que son problemáticos son los nuevos: allí los hombres tienen expectativas de mejora con el cambio que luego los lleva a la desilusión y al final “tienes como enemigos a los que has ofendido al ocupar el principado, y no puedes mantener la amistad de los que te introdujeron en él”. ¿Cómo mantenerse entonces en el poder? El libro siempre ha generado controversia y escándalo, por tener respuestas a esta pregunta que parecen fundamentar la noción de que “el fin justifica los medios”.
Para entender El Príncipe hay que saber que en 1513 Maquiavelo, de 44 años, está exiliado y viviendo en la pobreza, dedicado a cazar zorzales y cortar leña. Maquiavelo había sido Secretario de la Cancillería de Florencia, cargo al que llegó a los 29 años, y que ejerció hasta 1512. Maquiavelo fue funcionario de una república, y cayó en desgracia con ella. Acusado de conspirador, fue encarcelado, torturado y exiliado. Maquiavelo escribe El Príncipe, como un intento de acercarse, congraciarse nuevamente con el poder, dando consejos útiles para los nuevos gobernantes, para reinstaurar un orden republicano. Maquiavelo fracasa, el libro no genera las reacciones que espera, y en 1514 en una carta dice que “continuaré entre mis piojos sin encontrar quién se acuerde de mis servicios o que crea que yo pueda servir para algo”. Maquiavelo murió en 1527, y El Príncipe recién fue publicado póstumamente, en 1531.
Quinientos años después de escrito, El Príncipe se mantiene como una de las obras cumbres del pensamiento político universal. En nuestro medio, nos llama la atención sobre la importancia de tener líderes con principios republicanos; pero que para llevarlos a la práctica, estos deben tener la astucia de los zorros y la fuerza de los leones. Lo que solemos tener es políticos astutos o fuertes sin principios, o principistas ingenuos y voluntaristas.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/columnistas/virtu-e-fortuna/quinientos-anos-de-el-principe-08-09-2013

viernes, 14 de febrero de 2014

MACHU PICCHU. Cobran igual al peruano y al extranjero.



Ante rechazo generalizado, Cultura deja sin efecto alza por ingreso a Machu Picchu

Tarifa.Precio del ingreso a la Ciudadela Inca debe ser cómoda en favor del turismo interno.

Pero aún no rige medida. Para que entradas vuelvan a costar S/. 64 es necesario que se publique una resolución ministerial.
José Víctor Salcedo. Cusco
"¡Increíble! ¡Escándalo! ¡Machu Picchu no es peruano, sino cusqueño!". Ayer, el malestar se apoderó de decenas de compatriotas al enterarse que debían pagar 126 soles y no 64 por ingresar a la Ciudadela Inca. Ante el rechazo generalizado, elMinisterio de Cultura dio marcha atrás con la medida que recién entraba en vigor.
Así, a través de un comunicado, lamentó el "impasse" provocado por el aumento y anunció que "al igual que todos los años habrá un costo promocional (para peruanos), el mismo que estará vigente a partir de la fecha". Ello con el fin de fomentar el turismo interno.
De acuerdo al Sector Cultura, dichas tarifas promocionales son de 64 soles para adultos y32 para estudiantes. Esto, luego de que por el ajuste había elevado a 126 los boletos para adultos, mientras que los estudiantes de educación superior tenían que abonar 63 soles.
Sin embargo, para que estos precios vuelvan a establecerse, es necesario que dicha cartera emita una resolución ministerial habilitándola. Este dispositivo sería publicado recién el lunes o martes. ¿Mientras tanto qué?
Enrique Velarde, presidente de la Asociación de Agencias de Turismo de Cusco, refirió que el titular de la Dirección Desconcentrada Cusco, Ricardo Ruiz Caro, le comunicó que la norma está siendo elaborada para publicarla dentro de las 48 horas. Además, consideró que haber corregido el reajuste tarifario ha sido saludable para la actividad turística. No obstante, cuestionó la decisión inicial al sostener que ha sido "una pésima señal" para el turista nacional. "Esta no es la forma de promover el turismo interno, que representa el 40% de la afluencia. El costo de ingreso a Machu Picchu ya es muy caro, el más caro de todos los lugares del país, y elevarlo más era espantar al turista".
EL PROBLEMA
Para Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), el incremento en realidad era una nivelación de las tarifas, según lo establece la Ley General de Turismo. "Esto para el turismo interno resulta excesivo porque representaba un aumento del 100%".
Agrega que este impasse responde a una falta de coordinación entre la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco y el Ministerio de Cultura. ¿Por qué? "La oficina regional tomó la decisión de homologar la tarifa sin coordinar con el Ministerio el tema de las promociones", indicó.
Mientras tanto, en el Cusco varias autoridades, operadores y guías de turismo demandaron a la ministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón, mayor seriedad al momento de tomar decisiones que involucren la actividad turística, una de las principales fuentes de ingreso económico en la región cusqueña.
Para Edwin Flores, decano del Colegio de Licenciados en Turismo (Colitur), la cuestionada disposición es una demostración de que el Ejecutivo nacional quiere "elitizar" el turismo hacia Cusco y, sobre todo, a la maravilla mundial.
BOLETO TODAVÍA CUESTA 126 SOLES
Hasta el cierre de edición, en el portal de la Dirección Regional de Cultura de Cuscoel precio de los boletos para Machu Picchu se mantenía en 126 soles (adultos).
Con las tarifas promocionales, el costo por entrada para niños peruanos será de 32 soles, mientras que para los infantes extranjeros será de 64 soles. Los menores de 8 años no pagan entrada.
El congresista Jaime Delgado saludó la rectificación y adelantó que, según el Sector Cultura, la Resolución Ministerial con las nuevas tarifas sería emitida hoy. "Debe mantener vigente la promoción", dijo.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/09-02-2014/ante-rechazo-generalizado-cultura-deja-sin-efecto-alza-por-ingreso-a-machu-picchu

Es el colmo que peruanos paguemos como si fuéramos extranjeros. Nosotros que incentivamos en nuestros hijos, en nuestros alumnos, en nuestros familiares para que Machu Picchu sea elegido como una de las maravillas del mundo para esto. Cuál es la gratitud del Estado frente a nosotros los peruanos, los que sí votamos por una de las máximas representaciones de nuestra identidad peruana. Nosotros, que en el centro de cómputo de la I.E. incentivamos a los estudiantes, futuros herederos del país, a que voten por lo nuestro, por nuestro Perú nos vengan con incrementos en la tarifa para ingresar a Machu Picchu.
Para una próxima convocatoria dudaría en depositar e incentivar mi voto por alguna representación de mi país ya que a futuro incrementarán las tarifas so pretexto de estar acorde a las 'tarifas internacionales' y pagaríamos igual que los extranjeros que no depositaron su voto por Machu Picchu (algunos quizá, pero no la grana mayoría) y que vienen por estos lares por ser una de las maravillas modernas de la humanidad. Con esto no hago con una intención xenofóbica. Es más, bienvenidos hermanos extranjeros a conocer nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestras danzas, nuestros ocho pisos altitudinales, nuestro pasado lítico, arcaico, pre inca e inca, así como nuestro mestizaje iniciada en el siglo XVI y nuestra república en la segunda década del siglo XIX . Pero mi bronca (ira, molestia, fastidio) es con las autoridades peruanas que para 'incentivar el turismo interno' hasta crean los feriados largos para visitar algún vestigio humano. ¿Con qué dinero, hermanos extranjeros? Algunos de uds. dirán "igualdad en los precios para peruanos y extranjeros". Muy bien, saludo eso. Para que haya igualdad en los precios tiene que haber igualdad en el ingreso de nuestros sueldos (peruanos y extranjeros). Debo de imaginar que la mayoría de extranjeros no son subempleados como la gran mayoría de peruanos. La grana mayoría de peruanos no tenemos vacaciones pagadas, seguro de salud, C.T.S., ni pensión. Y eso que nuestra economía está en azul.   
Nada de esto sucedería si es que Machu Picchu no hubiera ganado (¡¡¡CON VOTO PERUANO!!!) el galardón de una de las maravillas del mundo. Así, menos extranjeros hubieran venido al Perú (menos demanda, mayor oferta: las leyes del mercado) y CANATUR con su presidente Carlos Canales no se le hubiera ocurrido 'nivelar las tarifas' en perjuicio de los pocos peruanos que desean conocer nuestra identidad a precios excesivos y discriminatorios.
La discriminación es otro tema. Hugo Neyra, otrora presidente del I.N.C.. no pudo viajar con su hija (rubia, con acento extranjero)  en el mismo vagón del tren, porque estaban destinados EXCLUSIVAMENTE para extranjeros. O sea, no era cuestión de precios sino de 'pigmentación de piel'.
Ahora, Caral está en esta perspectiva, espero que no sea así. Suficiente con Machu Picchu, no más.