domingo, 20 de noviembre de 2016

AGUA no hay en Bolivia

5 motivos por los que Bolivia atraviesa su peor crisis de agua en 25 años y por qué puede empeorar

El racionamiento de agua en La Paz ya va en su segunda semana

Por la escasez de agua en Bolivia, este jueves un viceministro y un gerente estatal llegaron a ser tomados como rehenes por asociaciones vecinales de la ciudad de El Alto.
El incidente no pasó a mayores y horas después las autoridades fueron liberadas.
Sin embargo pasan los días y cada vez son más las personas afectadas por la mayor crisis de agua que ese país atraviesa en 25 años.
Es más, los largos racionamientos provocaron protestas y bloqueos de calles en tres de las ciudades más grandes de Bolivia, como La Paz, El Alto y Cochabamba.
En La Paz, sede del gobierno y el Congreso bolivianos, se vive una inédita situación de recorte de agua como no se había visto en décadas.
El gobierno ya removió a dos de las autoridades que tienen responsabilidad directa en la gestión de los recursos hídricos. Sin embargo la crisis todavía no está cerca de solucionarse.
Y los expertos consultados con BBC Mundo sostienen que si no se toman medidas realmente drásticas, la escasez de agua pueden empeorar.
La peor en 25 años
Tanto el gobierno, a través del ministerio de Desarrollo Rural, como las grandes asociaciones agrarias coinciden que Bolivia atraviesa la peor crisis por falta de agua registrada en 25 años.
La escasez de agua potable ya afecta a cinco de los nueve departamentos del país.
En casi 100 barrios urbanos de La Paz ya van dos semanas de racionamiento, que hace que solo se abra el suministro durante 12 horas cada tres días.

Más de 90 barrios de La Paz se ven afectados por la crisis y deben recibir agua a través de cisternas.

En algunas de las principales represas de La Paz, los volúmenes de agua apenas llegan al 8%. En una el nivel está al 1%.
Además, en ciertas zonas de la ciudad, por la escasez y contaminación del agua, se declaró emergencia sanitaria. Los principales afectados por la falta de suministro son los centros de salud.

Suena difícil de creer que la sede del gobierno de Bolivia atraviese una situación así de compleja, sin embargo para Dirk Hoffmann, investigador del Instituto Boliviano de la Montaña, esto se veía venir desde hace varios años.
"El desabastecimiento de agua estaba previsto desde 2009 y se están cumpliendo las proyecciones. Si no se cambian muchas cosas, es muy probable que el desabastecimiento se repita", explicó Hoffmann a BBC Mundo.
Aquí están las causas.
1. El cambio climático y los fenómenos naturales
Bolivia fue declarada por la ONU como uno de los países más vulnerables a las consecuencias del calentamiento global de la Tierra.
Los ecosistemas de este país, al igual que los de otros de la región como Perú, son particularmente vulnerables al aumento de las temperaturas.
Para Óscar Campanini, experto en recursos naturales del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), la dura crisis que atraviesa Bolivia es producida en parte por factores climáticos.
"Además del cambio climático y la variabilidad de temperaturas hay otros factores externos como el fenómeno de El Niño", explicó el investigador a BBC Mundo.

                                                 El lago Poopó se secó durante 2015.

El fenómeno de El Niño vivido entre 2015 y parte de 2016 fue uno de los más fuertes en las últimas décadas, según la NASA, y es uno de los factores de la fuerte sequía que castiga a Bolivia.
A estas alturas de noviembre, en buena parte de ese país y otros de Sudamérica ya debería haber comenzado la temporada de lluvias.
2. No se buscó más agua
Para el investigador Dirk Hoffmann, que vivió en Bolivia durante años, la escasez también tiene que ver con la ausencia de políticas de largo plazo.
"Durante 20 años casi no se hizo nada para construir nuevas captaciones de agua, en cambio en ese mismo tiempo la población se duplicó", explicó el experto.
Hoffmann explica que hasta 2014 no se empezó a construir una nueva represa.
"El gobierno actual hizo muy bien en llevar el suministro a más poblaciones, nadie puede decir que eso está mal, pero no se buscó más agua para atender la demanda creciente", afirmó.
3. Mala gestión de la empresa e intereses políticos
Los dos expertos consultados por BBC Mundo coinciden que los intereses políticos detrás de la gestión del agua en Bolivia también tienen que ver con la crisis.
Campanini, del CEDIB, señaló que las autoridades bolivianas lograron jugar un rol muy importante en el debate ambiental internacional, sin embargo eso no se tradujo en políticas y planificación coherentes dentro de Bolivia.
"La administración del agua y de todos los recursos naturales también son un factor importante (en la crisis). En la empresa estatal no se tomaron medidas oportunas ante la escasez", explicó Campanini.

En algunos barrios de La Paz el suministro de agua se abre durante 12 horas cada tres días.

En estos momentos, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) es la principal apuntada por varios sectores como la responsable de la crisis.
Más cuando se conoció que entre el 30 y el 45% del agua se perdió por fugas en la envejecida red de tuberías.
Al destituir al interventor de EPSAS, el miércoles, el presidente boliviano Evo Morales pidió "disculpas a La Paz" por la escasez del recurso.
Hoffmann, por su parte, añade que las antipatías políticas que se viven permanentemente en Bolivia agudizaron la crisis.
"En los últimos 10 años la dinámica política ha perjudicado la administración del agua. Como EPSAS es administrada por el gobierno, eso dificulta la gestión coordinada con las alcaldías", dijo el investigador a BBC Mundo.
De hecho, el gerente que el jueves fue secuestrado por las asociaciones de vecinos de el Alto, fue diputado del partido de Evo Morales entre 2009 a 2014.
Y una de las autoridades destituidas el miércoles por el mandatario boliviano antes fue viceministro y ocupó otros cargos en el gobierno.
El gobierno, por su parte, anunció una serie de acciones para garantizar una rápida reposición del servicio para las ciudades afectadas.
4. Los megaproyectos bolivianos
Otro elemento que es cuestionado en Bolivia son los efectos que ocasionan los megaproyectos extractivos que se desarrollan en ese país.
El investigador del CEDIB señaló, por ejemplo, que la creciente actividad minera en Bolivia no sólo contamina muchos ríos, sino que consume enormes cantidades de agua que podrían abastecer a las poblaciones afectadas.
Campanini añadió, además, que la deforestación y tala de bosques para cultivos cerca de las cuencas afectaron el ciclo de preservación hídrica.
Lo mismo pueden generar las operaciones de extracción y búsqueda de hidrocarburos que se llevan a cabo en varias regiones de Bolivia.
Además, grupos ambientalistas y ONG de ese país denuncian que las grandes hidroeléctricas que el gobierno boliviano pretende construir en las selvas del norte de Bolivia afectarán el proceso de regeneración de lluvias.
5. Poca cultura ciudadana de ahorro
La expansión económica en Bolivia y el consecuente crecimiento del consumo interno generó también el mayor consumo de agua en las principales ciudades,
Al respecto, Hoffmann propone soluciones inmediatas como el uso de grifos y duchas ahorradoras, que dispensan la mitad de agua y generan la misma sensación.

Los expertos señalaron factores climáticos y causas internas como explicación a la crisis del agua en Bolivia.

Sin embargo, el investigador añade que realmente se necesitan medidas drásticas para reducir los efectos climáticos que sufrirá Bolivia en el futuro.
"La necesidad de agua seguirá aumentando. Es muy probable que el desabastecimiento se repita porque la población sigue creciendo".
Después de estudiar los fenómenos meteorológicos en Bolivia durante 15 años, Hoffmann añade que las tendencias no son alentadoras.
"La época de lluvias va a empezar más tarde y va a durar cada vez menos".


miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL ALCALDE LUIS CASTAÑEDA LOSSIO y sus escuderos.

EL MUDO Y SUS MUDITOS

El miércoles 19 de octubre, exactamente a las 3.16 pm, entró un correo electrónico a mi bandeja. Mientras lo leía me asombraba, con envidia, de la bomba noticiosa que habían conseguido Gustavo Gorriti y Romina Mella, de IDL Reporteros, y su colega Guilherme Amado de O Globo, de Brasil.
Uno de los capos de la mafia constructora de Brasil, el Presidente de OAS, Leo Pinheria (con gran presencia en el Perú) fue detenido en noviembre del 2014. Negándose a confesar, ante la tonelada de pruebas, fue condenado a 16 años y 2 meses por pagar más de 8 millones de dólares en coimas solo a Petrobras. Ahora negocia una delación premiada, que se encuentra en suspenso. Lo que interesa, en este caso, es el teléfono celular que le incautaron. En este están los mensajes intercambiados con Giselle Zegarra, la abogada y funcionaria municipal que fue justamente la que firmó el contrato del megaproyecto Línea Amarilla con OAS, pocos meses antes de que Castañeda terminará su segundo mandato.
Durante la gestión Villarán, Zegarra fue consultora de OAS. “Para otros proyectos”, dijo ella a IDL reporteros. Pero lo cierto es que en el whatsApp negocia a nombre de “Lucho”. ¿El objetivo? Está clarísimo. El ahora Proyecto Vía Parque Rímac (que tuvo que arreglar una bomba de tiempo social heredada) no podía incluir el Mega Parque Río Verde. Zegarra, calificada como “maestra” por Pinherio, quien era su consultora personal, logró que el contrato negociado por meses y listo para firmar, no se firmara.
Castañeda no era alcalde, ¿y tenía tratativas directas con el concesionario de una obra pública para modificarla? Eso es, mínimo, tráfico de influencias y usurpación de funciones de la alcaldesa Villarán. Pero hay mucho más. Una auditoría seria e independiente del bypass de la Avenida 28 de julio, ejecutado por sus amigos de OAS (que en las conversaciones se revelan como los autores de la gran y única idea de campaña de Castañeda: “el monorriel”), revelaría no solo la impertinencia de la obra sino que hay algo en los costos que no cuadra. Río Verde tenía un costo mayor que el bypass. ¿Qué paso con el saldo? ¿Se incrementaron costos en el bypass para simular gastos y luego repartirse la ilícita ganancia de este “negociazo”? Por qué si no fuera, así, ¿Qué tanto interés en no firmar el contrato? ¿Qué tanta desesperación por liquidar Río Verde?
Y la cereza de pastel. La abogada Zegarra regresó a la Municipalidad de Lima como consultora, ahora, de Castañeda. ¿De qué? Nada menos que del Proyecto Línea Amarilla hasta fines del 2015. Esto es más que una puerta giratoria.
Ante esta bomba atómica periodística yo esperé que el jueves toda la prensa escrita saltara con la noticia. Habían otros temas claro, pero esto no merecía menos que portada. ¿Qué pasó? Nada. No pasó nada. Salvo un diario que le dio primera plana, algunos, pocos, escondieron la noticia en las páginas interiores, llena de condicionales y sin casi mencionar a Castañeda Lossio. ¿Cómo? Pero si el caso Moreno es moco de pavo al lado de esto. ¡Se tiraron un contrato! ¿Qué parte no entendieron? La televisión estaba más entretenida en el SIS de las chicas de la farándula, pero sobre Castañeda, nada. El viernes, lo mismo. El sábado igual. Un poquito de TV por cable, para barajarla, pero no hubo ni las microondas pateras de la mañana como para soltarle a él mismo las preguntas que nunca va a responder ante la prensa, pero que esta vez, deberá responder ante un Fiscal, si alguno todavía queda con valor ante este “Intocable” de la política. Piensen, ¿si a Susana Villarán le hubieran descubierto algo así? Ya estaría en la carceleta, con toda la prensa gritando, “a la horca”. ¿Por qué no es igual?
Sin embargo, hay una buena noticia. Las redes, hirvieron. Un breve artículo mío que enlaza al link de IDL Reporteros, tuvo un alcance, en menos de 24 horas, de 350,000 personas en facebook. ¿No es esto noticia?
¿Qué pasó? No lo sé con exactitud. Pero no había visto un manejo tan bien orquestado desde que Montesinos sacó la política de la televisión. Y esta vez no fue solo la Concentración del 80%. Radios, TV y prensa escrita enmudecieron, como el alcalde mudo suele hacerlo. La razón de esta extraña simbiosis algún día, espero cercano, se conocerá. Mientras tanto, millones de peruanos han demostrado, una vez más, que cuando la pasta se sale del tubo, ya no la puedes volver a meter. Esto es y será noticia, pese al Mudo y su corte de muditos.


CORRUPCIÓN en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski

LA INTEGRIDAD DE LA COMISIÓN
Si no van a atacar el fondo de la corrupción, ni se molesten.

Nunca será mala idea la creación de un grupo de trabajo de alto nivel –por el mandato que se le establece o la calidad de sus miembros– para enfrentar a una lacra clave como la corrupción.
Pero sí será una mala idea si, como ha ocurrido tantas veces en el Perú, solo se usa como biombo para camuflar un escándalo hasta que el mismo se borre del recuerdo ciudadano, pues ello acaba produciendo frustración por el reforzamiento de la idea de que no hay nada que hacer contra la putrefacción en el Estado.
Ese es el riesgo de la flamante Comisión Presidencial de Integridad (CPI) que tendrá 45 días para no perder tiempo en diagnósticos de lo obvio sino para presentar reformas urgentes para luchar contra la corrupción.
Su mandato es, sin duda, relevante, mientras que la calidad individual de sus miembros produce expectativa, desde su presidente, el ex defensor del Pueblo Eduardo Vega, hasta las personas que se vocean para integrarla o, al menos, perfilar su funcionamiento: Fernando Zavala, Marisol Pérez Tello, José Ugaz, Allan Wagner, Jorge Medina, Max Hernández, Avelino Guillén, Santiago Pedraglio o Ricardo Uceda.
Cuando el gobierno pasa por una crisis de credibilidad grave por un escándalo en el mismo Palacio, la CPI debiera poner a la corrupción en la prioridad de la agenda nacional.
Pero ahí surge el dilema de cómo lograrlo. Se puede hacer, por un lado, como suele ocurrir en el país, con declaraciones rimbombantes que solo busquen que el nombre de Carlos Moreno se confunda en el pasado brumoso de los tantos corruptos que pululan por el estado peruano. Es decir, solo para ‘cojudear’ a la gente.
Por otro, lado, la CPI podría servir para algo inédito en el país: para concretar una lista corta pero efectiva de reformas para complicarles la vida a tantas ratas que operan en el Estado.
Eso lleva a preguntarse si la CPI querrá, realmente, romper huevos para hacer tortillas. Por ejemplo, normas para la plena transparencia del financiamiento de la política; darle total transparencia a los procesos judiciales; permitir que los fiscales declaren abiertamente; obligar a todos los funcionarios –desde el presidente de la república– a que se conozca su patrimonio al detalle; sacar de la sombra a todas las adquisiciones militares; o impedir que haya autoridades intocables en el país, como el alcalde de Lima.
Si la CPI no va a entrar al fondo del problema de la corrupción, miren, mejor, ni se tomen el esfuerzo y seguimos así nomás, sin hacer mucho roche, como siempre.