viernes, 28 de junio de 2013

DÍA DEL ORGULLO GAY:28 de junio. Orígen.


Día del Orgullo Gay: sepa por qué se celebra




La consigna de esta fecha es que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, cualquiera sea su sexo, orientación sexual o identidad sexual.
Cada 28 de junio se celebra el Día Mundial del Orgullo Gay, una celebración que congrega a miles de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) que buscan la igualdad, tolerancia y respeto de sus derechos.
En esta fecha se conmemora los hechos ocurridos en la década del 60 en ‘Stonewall’, un bar ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village.
Como era costumbre por esa época, el “Escuadrón de Moral Pública” de la Policía local acostumbraba a realizar redadas en bares gay; sin embargo, esa noche los hombres y mujeres asistentes a dicho establecimiento se negaron a presentar su identidad.
Este hecho molestó a los efectivos quienes respondieron con una serie de agravios y abusos en contra de ellos. Los curiosos, que se hallaban junto a los patrulleros, se pronunciaron contra la policía.
Los días siguientes se produjeron nuevas manifestaciones y al pasar las semanas se crearon las primeras organizaciones de activistas homosexuales con el objetivo de establecer lugares para expresar su orientación sexual sin miedo a ser arrestados.
Las marchas en la actualidad destacan por el colorido y la alegría que trasmite pero siempre con una única finalidad: la igualdad de derechos y la tolerancia
 FUENTE: http://www.larepublica.pe/28-06-2013/dia-del-orgullo-gay-sepa-por-que-se-celebra

La TOLERANCIA es más fácil caer en el verbo y no es tan fácil aceptarlo en la praxis, en la realidad. Sin embargo, debemos de realizar votos por todos aquellos que se han sentido marginados, soslayados por este motivo. Mi admiración por todos aquellas personas que conozco, que hayan asimilado su condición y no agachar la cabeza ante los ataques homofóbicos de los heterosexuales.
A esos INTOLERANTES, les pido que el mundo es para todos, las actitudes que pueda tomar la persona es libre, siempre y cuando no afecte a la otra persona.



Uganda: presidente se niega a aprobar proyecto de ley contra los homosexuales

Viernes, 17 de enero de 2014
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, se negó a aprobar un controversial proyecto de ley que endurecería las leyes contra los homosexuales.
El mandatario criticó al presidente del parlamento por aprobar la propuesta de ley sinquorum.
Museveni calificó la homosexualidad como una anormalidad, pero dijo que los homosexuales podrían ser rescatados a través del empoderamiento económico.
El proyecto de ley incluía la cadena perpetua para quienes llevaran a cabo actos homosexuales y convertía en un crimen el hecho de no denunciar a los gays ante la policía.
El proyecto de ley ha sido ampliamente condenado en varios países.

Para que la polémica ley entre en vigencia, Museveni debe firmar el proyecto de ley.

FUENTE: http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2014/01/140117_ultnot_uganda_proyecto_ley_homosexuales_mr.shtml

Uganda aprueba cadena perpetua para homosexuales

Machotes

¡Responde, homosexual! ¡Acepta el debate, maricón!
Esas edificantes palabras no fueron pronunciadas en una cantina de mala muerte, ni en un reformatorio lleno de adolescentes reprimidos, sino nada menos que en la Asamblea Nacional de Venezuela. Su autor, el diputado oficialista Pedro Carreño, se dirigió con ellas al candidato opositor Henrique Capriles. La estrategia chavista para desprestigiar a sus enemigos incluía la presentación de fotos de un colaborador de Capriles vestido de mujer y abrazando a otro hombre.
El presidente venezolano Nicolás Maduro es consciente de que la homosexualidad no es un delito ni una vergüenza. O al menos, de que suena muy poco socialista denigrar a una minoría, estigmatizarla, acosarla y repetir los prejuicios conservadores contra ella. Así que se apresuró a hacerse fotos con una bandera del arco iris y a negar que él mismo fuese homófobo. El presidente debe haber olvidado que, pocos meses antes, durante la campaña electoral, él en persona sembró dudas sobre la sexualidad de Capriles debido a que sigue siendo soltero. En diversas ocasiones, Maduro se puso a sí mismo como ejemplo de macho genuino, y acusó pintorescamente a su rival de “burguesita” y “lloroncita”. En opinión de Maduro, las mujeres lloran mucho, los solteros cuarentones son maricones y en la clase trabajadora todos son heterosexuales.
Qué ídolo del progresismo.
Cabría esperar que Capriles, que se hace llamar demócrata, respondiese a esos ataques con una defensa de la tolerancia y del respeto por todos los individuos que caracteriza la democracia liberal. O por lo menos, podría explicar que su vida sexual, sea cual fuere, importa un pepino para decidir si puede desempeñar cargos públicos. Pero no. Durante la campaña, Capriles se defendió señalando que él no tiene una mujer porque tiene “miles”. Y ante los últimos ataques, le ha respondido al gobierno que, si quieren hacerle daño, tendrán que “echarle bolas”. Su objetivo es demostrar orgullosamente que él también es un costal de testosterona, como según él, debe ser todo presidente que se respete.
En momentos como éste, es un alivio ser de otro país y no tener que escoger como líder a uno de estos dos cavernícolas. Pero Venezuela no es la única muestra de la obsesión de algunos políticos por tener el pene más grande. Ni siquiera es la más monstruosa.
Tomemos al ex presidente italiano Silvio Berlusconi, por ejemplo, ese ícono de la virilidad. Berlusconi es tan hombre que ventila sus infidelidades en público, cuenta chistes machistas en campaña y prostituye a chicas menores de edad. Azuzados por ese ejemplo, adolescentes de todo el país acosan a los homosexuales y los tratan como a enfermos. Incapaces de hacer frente al estigma social, tres de sus víctimas se han suicidado el último año. Dos de ellas eran menores de edad.
Otro ejemplo: el ruso Vladímir Putin, que gusta de hacerse fotos con el torso desnudo o empuñando armas de fuego. Su gobierno ha promulgado una ley que prohíbe la propaganda homosexual, es decir, ha prohibido andar diciendo que los gays tienen los mismos derechos que los heterosexuales. Incluso es teóricamente posible multar a dos hombres si van tomados de la mano. Al calor de esta normativa, grupos neonazis rusos maltratan a gays y cuelgan los vídeos en Internet. Recientemente, una atleta de ese país declaró ante la prensa internacional que en Rusia no hay homosexuales. La señora no debe preocuparse por que le discutan. En su país, contradecirla es ilegal.
El derroche de masculinidad troglodita de los políticos mencionados tiene una razón puramente matemática: los homófobos son muchos más que los homosexuales, y abundan en los colectivos sociales más ignorantes e insensibles a las complejidades de la política. Si atacas a los gays, todos esos orangutanes se sentirán reforzados en sus prejuicios y votarán por ti.
Pero la diferencia entre ambos grupos es cualitativa: la homosexualidad es una condición, y reconocerla, una opción individual. La homofobia, en cambio, es un prejuicio incompatible con los principios básicos de la convivencia, fundamentalmente el de “vive y deja vivir”. En las huertas de la homofobia, se cultiva también el racismo, la xenofobia y el desprecio por todo el que sea diferente. Por eso, todo demócrata, liberal o socialista, americano o europeo, debería tratar de combatirla, no de excitarla.
Los grandes políticos, como Nelson Mandela, son los que saben trascender los instintos primarios de los ciudadanos para crear sociedades más justas y pacíficas. Los mediocres, en cambio, aprovechan esos instintos para ganar elecciones. Es fácil formar parte de estos últimos. Para lo que hay que “echarle bolas”, como diría Capriles, es para ser de los primeros.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/columnistas/rayos-y-centellas/machotes-08-09-2013




PRÍNCIPE HARRY SALVÓ A UN SOLDADO GAY DE UN ATAQUE HOMOFÓBICO



James Wharton publicó su libro "En el ejército", en el que narra el episodio en el cual el Príncipe Harry lo salvó de ser golpeado por sus compañeros de tropa.


James Wharton publicó su libro "En el ejército", en el que narra el episodio en el cual el Príncipe Harry lo salvó de ser golpeado por sus compañeros de tropa.
El príncipe Harry salvó a un ex compañero de infantería cuando presuntamente, seis soldados lo amenazaron con herirlo debido a su orientación sexual, cuando su batallaón se encontraba en Canadá en el 2008.
El cabo James Wharton, quien fue artillero del príncipe Harry durante su ejercicio de entrenamiento, narra el supuesto incidente en su nuevo libro, "En el ejército", y en un extracto publicado por el Daily Mail, el militar recuerda cómo se acercó el hermano de príncipe Guillermo a reportar las amenazas que supuestamente recibió.
"Le dije: 'Creo que estoy a punto de ser asesinado por la infantería,'" recuerda Wharton. "Me metí en la torreta y le conté a Harry exactamente lo que había pasado. Tenía una visión completa de desconcierto en su rostro. No me contuve...Le conté todo lo que había pasado y no pude detener las lágrimas brotando de mis ojos". Según Wharton, Harry supuestamente actuó con rapidez.
"Él dijo: 'Está bien. Voy a solucionar esta m----a de una vez por todas".
Wharton escribe que "Harry salió del tanque y comenzó a caminar rápido. Me preocupaba que lo fuera a empeorar todo, pero estaba decidido. El Príncipe Harry dio la cara por mí y puso fin a mis problemas. Él me rescató de recibir una paliza".
Eventualmente, el príncipe fue capaz de suavizar la situación. "Él regresó 10 minutos más tarde y me dijo que el problema había sido" ordenado "," Wharton escribe.
Mirando hacia atrás, el ex soldado, que abandonó el ejército a principios de 2013, dice que tiene una gran deuda de gratitud con el príncipe.
"Siempre estaré agradecido a Harry", le dice el periódico, "y nunca voy a olvidar lo que pasó."
 FUENTE: http://www.larepublica.pe/10-06-2013/principe-harry-salvo-a-un-soldado-gay-de-un-ataque-homofobico


Chile

Qué me mira, cadete

SANCIONES. En el Perú el régimen disciplinario aprobado por Mercedes Cabanillas en el 2009 sanciona los "escándalos" que provengan de una relación homosexual.

Un documento del Ejército chileno en el que se prohibía el ingreso de homosexuales vuelve la mirada sobre la discriminación que se vive en las instituciones armadas.
Texto: María Isabel Gonzales/
Hasta esta semana ser homosexual en Chile era motivo para ser descalificado como aspirante al Ejército.
Así lo afirmaba una disposición interna que excluía de la selección del contingente para elservicio militar a los homosexuales, jóvenes con problemas socioeconómicos, delictivos o que pertenecieran a los Testigos de Jehová. El escándalo se desató cuando un programa de televisión reveló el contenido de un documento firmado por el generalCristián Chateau, quien –consultado sobre el tema– respondió que el objetivo "era crear ciertas disposiciones de seguridad para realizar los procesos de selección".
Al ministro de Defensa, Andrés Allamand, no le quedó otra opción que rechazar de plano dicha norma.
Aseguró que el Ejército chileno prohíbe toda norma que establezca criterios de discriminación por razones socioeconómicas, ideológicas, culturales, religiosas, de orientación sexual y de cualquier naturaleza. Luego le tomó la posta el jefe del Ejército, general Juan Miguel Fuente-Alba, quien ofreció sus "más sinceras disculpas” a los que se hayan sentido afectados por el instructivo y anunció medidas disciplinarias contra el general Chateau.
Y justo cuando creían que todo se estaba calmando, el diputado Ignacio Urrutia, de laUnión Demócrata Independiente, dijo en plena Cámara de Diputados que si en Chile"aceptan homosexuales en el Ejército, Perú y Bolivia nos volarán la raja (nos pasarán por encima)”. Sus comentarios encendieron la polémica en el Twitter, en donde pedían sanciones para Urrutia.
Mientras el tema sigue dando que hablar, Rolando Jiménez, presidente delMovimiento de Integración y Liberación Homosexual de Chile, cuenta que hasta hace unas semanas las Fuerzas Armadas no querían admitir que era necesario impulsar políticas contra la discriminación en las instituciones castrenses. Aunque habían revisado toda la normativa pública sobre la admisión de nuevos alumnos no encontraron ningún artículo que prohibiera el ingreso de homosexuales. Sin embargo, creían que era el momento de impulsar una cultura de reconciliación e integración. Sobre todo porque hace tres meses se promulgó la Ley Antidiscriminación en Chile y parecía una buena oportunidad para empezar una campaña contra el hostigamiento a la población lesbiana, gay, travesti y bisexual en las Fuerzas Armadas. Tuvieron que filtrarse dos documentos internos a los medios de comunicación para que todo el gobierno se movilice. El primero era del comando conjunto. Se especificaba que en los exámenes psicológicos había que estar atentos a trastornos como la homosexualidad. El que colmó el vaso fue el de Chateau. Rolando no quiso comentar las palabras de Urrutia porque, según afirma, al menos esta vez se ha logrado que los propios titulares de la Marina, del Ejército y la Fuerza Aéreaacepten y señalen que había una cultura de rechazo a los homosexuales y que a partir de ahora eso iba a cambiar.
Aunque este capítulo parece estar yendo por buen camino, hay que recordar que en el Perú las cosas no pintan del mejor color. En el 2009 se publicó el nuevo Régimen Disciplinario de la Policía Nacional, promovido por Mercedes Cabanillas, ministra del Interior en aquel momento. Entre las faltas graves se señala que tener relaciones con personas del mismo género, que causen escándalo o menoscaben la imagen institucional, sería sancionado con el pase a retiro. Sobre esta disposición en el Informe Anual de Derechos Humanos de Personas Trans, Lesbianas, Gay y Bisexuales (TLGB) se considera que la norma equipara a la homosexualidad con un delito. Giovanny Romero, presidente delMovimiento Homosexual de Lima (MHOL), sostiene que esta norma es inconstitucional porque viola el principio de igualdad ante la ley. “Pretende normar la subjetividad refiriendo al ‘escándalo’ que no está definido en nuestras leyes", dijo Romero hace unos meses. En su tiempo como ministra, Mercedes Cabanillas aseguró que no castigaría a los policías por mantener relaciones homosexuales y que la sanción por actos bochornosos también se aplicaría a las parejas heterosexuales. Sin embargo, en el reglamento solo se habla de las relaciones entre las personas del mismo sexo.
En el plano internacional, países como Brasil, Rusia, Serbia, Chipre, Turquía, Corea del Sur, Grecia, Libia y Singapur no permiten que personas homosexuales o transexuales puedan enlistarse. En otros como Irán, Sudán o Arabia Saudita ser homosexual es ilegal al punto de ser condenado con la pena de muerte. Pero no hay que perder de vista que también hay países como Colombia, en 1999, y Uruguay yArgentina, en el primer semestre del 2009, que despenalizaron la homosexualidad en las instituciones castrenses. Siguiendo esa línea, en Estados Unidos –en diciembre del 2010– se aprobó una ley que permite a la población LGTB servir abiertamente en el Ejército. Antes de que se apruebe, la condición para los soldados era que mantuvieran en secreto su orientación sexual, una regla conocida como el "Don't ask, don't tell", en la que se incluían prohibiciones para casarse públicamente con personas del mismo sexo o hablar de su homosexualidad durante sus servicios. Pero la boda de un teniente de la Marina en setiembre del 2011 con una persona de su mismo sexo y el ascenso a general de una lesbiana en agosto pasado confirman que las cosas están cambiando y no son solo en el papel.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/14-10-2012/que-me-mira-cadete


EL DERECHO DE QUERER

La legalización del ‘matrimonio igualitario’ avanza en Europa, en varios estados de EEUU, incluso en América Latina, para beneplácito de algunos sectores y alarma de otros. No lo hace sin causar tumultos, en las calles, en los medios, en los parlamentos. Es menester sumergirse en el tema y explorarlo para ver su historia y sus alcances.
Texto: Ramiro Escobar La Cruz 

Rebeca bordea los 40 años y se casó con Katia en uno de los países donde dos personas del mismo sexo pueden hacerlo, sin que el mundo se disuelva. Ambas tienen un hijo, inquieto y sagaz, a quien llevan a jugar a un parque limeño, sin que las otras mamás se alarmen ni hagan cuestión de Estado por la visible ausencia de un padre.
“Me lo preguntaron un día –recuerda–, y aunque no di mayores explicaciones, poco a poco se fueron dando cuenta y ahora ya somos amigas con algunas de ellas. Incluso nos frecuentamos en las casas”. Nadie tampoco, al parecer, imagina que el chico tendrá problemas de identidad. O al menos no lo dice públicamente.
Vientos que cambian
La historia anterior ocurre en nuestra Lima pacata, que en el terreno de los hechos no muestra serlo tanto, a pesar de que todavía guarda reparos nebulosos como su cielo. Las protagonistas, por eso, han preferido ocultar su verdadero nombre, no por falta de orgullo sino para preservar la tranquilidad colegial del pequeño.
Debido a la inexistencia del matrimonio igualitario en nuestro país, Rebeca y Katia han tenido problemas para la matrícula escolar y otros trámites de la vida social. No les ocurriría eso en Argentina, donde sí existe esa figura legal, con todos sus derechos, desde julio del 2010.
O en Uruguay, donde fue aprobada el pasado 10 de abril, para comenzar a regir en agosto. Ni en el Distrito Federal de México, en el cual rige desde diciembre del 2009, en tanto que en el estado de Quintana Roo, donde queda la plácida Cancún, es lícita desde noviembre del 2011. Eso solo en la vecindad latinoamericana.
En el mundo, son 14 los países que aprueban legalmente los matrimonios de este tipo, como precisa Daniel Borrillo, investigador de la Universidad de París Oeste Nanterre, invitado a Lima por la Maestría en Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Es un viento de cambio que avanza.
Los países que ya contemplan en sus leyes la posibilidad de que un hombre se case con un hombre, o una mujer con una mujer, son los siguientes: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Uruguay, Nueva Zelanda y Francia.
El país de los galos fue el último en aprobarlo, el 23 de abril, en medio de ásperos debates en el Parlamento y manifestaciones –algunas violentas– en las calles. 
En Estados Unidos, el matrimonio igualitario es posible en 11 estados. Los que más reciente le dieron cuerpo legal fueron los dos más pequeños: Delaware y Rhode Island. En la lista de espera está Minnesota, donde el proyecto de ley ya fue aprobado por la Cámara de Representantes pero aún no por el Senado estatal.
En busca de un enlace
¿Se trata de un movimiento cultural que comienza a mostrar vigor? Para Borrillo, un especialista en derechos fundamentales, es claro que la lucha de los LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) por el matrimonio legal se emparenta con el voto femenino y con la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos.
Eric Holder, el actual Fiscal General de EEUU, también lo ve así y argumenta que es un derecho que “reivindica el ideal del trato igualitario ante la ley”. El propio Barack Obama ha dicho que su inexistencia “es inconstitucional”, y en el mismo sentido se han pronunciado el ex presidente Bill Clinton y su esposa Hillary.
“Es como si los homosexuales hubieran pasado del asiento de atrás al de adelante”, dice Borrillo, aludiendo al episodio suscitado en Montgomery, Alabama, en 1955, cuando Rosa Parks, una modista negra, se negó a ceder el asiento destinado a los blancos en un bus. En el mundo actual, los homosexuales ya están subiendo al auto matrimonial.
Se trata, sin embargo, de un tema algo nuevo en el movimiento. Hasta fines de los 70, ellos luchaban por respeto, por no discriminación en el trabajo u otros ámbitos, por mostrar el orgullo de ser quienes son. Pero la idea del matrimonio surge en los 80, cuando el Sida aparece en escena y pisa fuerte en la comunidad homosexual.
El periodista Christopher Caldwell, en un artículo publicado el 21 de mayo del 2004 en el Financial Times, sostiene que entonces se pensó que la epidemia marginaría más a los LGTB. Pero ocurrió lo contrario. “Fue el Sida –escribe– lo que creó una masa crítica para el casamiento gay”. Y además fortaleció políticamente al movimiento.
Algunas parejas de gays o lesbianas vieron en la figura del matrimonio la vía para cuidarse mutuamente. Y a partir de allí creció una corriente que ya lo reclamaba como un derecho, aun cuando hay sectores de la comunidad LGBT que aún no lo consideran su prioridad.
Contra la corriente
Pero la propuesta o aprobación del matrimonio igualitario siempre causa controversia en cualquier país en el que salta a la escena. La excepción es Islandia, donde fue aprobado por el Congreso unicameral el 11 de junio del 2010, por 49 votos a favor y ninguno en contra (aunque se ausentaron 14 diputados).
Con todo, la realidad de la atracción entre personas del mismo sexo es muy antigua, anclada en Grecia, en Roma, en el mundo precolombino. No ha habido, ni hay, cultura en la que la homosexualidad no exista. Incluso está en los países musulmanes rigoristas, aunque sea crudamente reprimida.
La prueba es que hay legislación para controlarla, hasta con pena de muerte, en Afganistán, Mauritania, Arabia Saudí, Irán, Pakistán, Yemen y Sudán. Es curioso, además, que desde organizaciones conservadoras occidentales se levante, en contra del matrimonio igualitario, la idea de que perturbaría el diálogo con Oriente.
El Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares (IVAF), por citar un caso, sostiene eso: que no conviene “por razones prácticas de convivencia internacional”. Lo que, en la práctica, significa que no importa mucho que en algunos países se maltrate de manera brutal a los homosexuales.
La otra bandera de la oposición es atribuirle a este tipo de bodas el propósito de “destruir el matrimonio heterosexual”. El testimonio limeño de Rebeca y Katia, y de parejas homosexuales de otras partes, parece contradecirla. Ellas, por ejemplo, se casaron porque justamente querían que el niño naciera dentro de una familia.
El gran nudo, de acuerdo con Borrillo, estriba en que se trata de una minoría que quiere igualdad frente a la mayoría, y eso, por lo general, es muy difícil. “Históricamente –explica– los derechos se arrancan, se logran protestando”. Casi nunca ocurre que una sociedad los otorga, graciosamente, porque un grupo discriminado lo pide.
Incluso en las iglesias –no solo en la Católica– la posición frente al tema no es uniforme. La Iglesia Episcopal de Estados Unidos, parte de la Comunión Anglicana, aprueba la ordenación de homosexuales y transexuales, y en enero anunció que en la legendaria Catedral de Washington se podían celebrar bodas gay.
Amor de todo color
El propio papa Francisco habría estado a favor de la unión civil homosexual, cuando era el cardenal Bergoglio, según Marcelo Márquez, un ex profesor de teología argentino. Ocurrió, dice esta versión, cuando se debatía el matrimonio igualitario en su país, lo que hizo que el actual pontífice se situara en un difícil punto de equilibrio.
Estaba en contra de las bodas gay, pero no quería despreciar a los homosexuales, tal como algunos curas no lo hacen en Lima y hasta trabajan con ellos, sigilosamente.  Lo sabe Rebeca, quien en su búsqueda interior y siendo creyente, encontró que lo que la movía era el amor. “Y eso –cuenta– bastó para que siguiéramos adelante”.
FUENTE:http://www.larepublica.pe/12-05-2013/el-derecho-de-querer



Salir del clóset sin dejar el gramado

Robbie Rogers lleva el número 14 en Los Angeles Galaxy. Juega en el mediocampo


Jason Collins, estrella de la NBA y jugador de los Washington Wizards.

Justin Fashanu. Jugó en clubes de Reino Unido, Canadá, Australia y Estados Unidos.

El domingo 26 de mayo, el norteamericano Robbie Rogers se convirtió en el primer futbolista profesional que confiesa su homosexualidad y continúa jugando en un club de primera división.
Texto: Emilio Camacho
"Ahora es tiempo de alejarse. Es tiempo de descubrirme lejos del fútbol. Es la una de la madrugada en Londres, cuando escribo esto, y yo no podría estar más feliz con mi decisión". Efecctivamente, era noche plena en la capital de Reino Unido cuando el futbolista Robbie Rogers posteaba estas líneas en su blog. Faltaban horas para que amaneciera ese 23 de febrero, y Rogers había decidido despedirse del fútbol. Acababa de confesar que era gay y pensaba que todo terminaba a partir de esa revelación.
Sus temores eran fundados. El deporte de nivel profesional suele ser implacable con quienes se atreven a confesar su homosexualidad.
El caso de Justin Fashanu es el mejor ejemplo. El futbolista de origen nigeriano fue una estrella en la liga profesional de Reino Unido. Empezó en 1978 y en 1981 se convirtió en el primer jugador de raza negra por el que se pagó un millón de libras esterlinas por transferencia.
Pero no tuvo suerte en su club de entonces, el Nottingham Forest. Su entrenador, Brian Clough, no toleraba que Fashanu frecuentara bares gays y en 1982 terminó prestándolo a otro club. Luego, el futbolista pasó sin mucho brillo por equipos de Estados Unidos y Canadá, hasta que en 1990 dio una entrevista a la revista The Sun en la que confesó su homosexualidad y afirmó que tuvo un romance con un parlamentario conservador.
A partir de entonces todo se puso cuesta arriba para el deportista. Su propio hermano,John Fashanu, lo llamó 'paria' y el público lo convirtió en blanco de sus insultos. Eso se sumó a la inestabilidad en su carrera. No podía durar una temporada en un mismo club.
Pero lo peor se dio en Estados Unidos. En 1998 un joven de 17 años lo denunció por abuso sexual. El jugador fue interrogado por esta acusación y poco después volvió a Inglaterra por el temor de ser arrestado. No duró mucho. Presa de la depresión, Fashanu se quitó la vida en un garaje de los suburbios de Londres. Tenía 37 años.
TEMOR EN LOS CLUBES 
Cuando Robbie Rogers confesó su homosexualidad también contó por qué mantuvo oculta su condición. La respuesta era una sola: el temor a las reacciones.
"Durante los últimos 25 años he tenido miedo, miedo de mostrar quién era realmente. Temor a que el juicio y el rechazo me apartaran de mis sueños y aspiraciones, miedo a que mis seres queridos se alejaran de mí al conocer mi secreto", decía el decisivo post de Rogers.
Los dirigentes de grandes clubes de fútbol tienen temores parecidos. La revista Rolling Stone de España contó esta semana que el poderoso Real Madrid frenó la publicación de una portada de la revista Zero en la que uno de sus jugadores salía del clóset.
Era 2007. El fotógrafo Pedro Usabiaga había retratado en imágenes muy sexys a estrellas de la talla de Samuel Eto'oDavid BeckhamSergio RamosDavid Villa o Iván Helguera. Esto despertó una serie de rumores que hicieron que Zero, experta en sacar del clóset a personajes públicos, le pusiera la puntería al millonario mundo del fútbol. Los clubes se pusieron en guardia. "Da bastante risa. Pero te puedo decir que, en un momento determinado, la mayoría de los clubes de fútbol importantes nos presionaron ante la posibilidad de que sacáramos a un jugador suyo", cuenta Miguel Ángel López, ex director de Zero.
Consultado por Rolling Stone, el entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez, trató de explicar esta reacción. "Sinceramente creo que aún no estamos preparados para que un futbolista reconozca su homosexualidad. Si lo hace, tendría que retirarse. Sería motivo de mofa para las hinchadas rivales, le harían la vida imposible", comentó.
OTRAS DISCIPLINAS 
Jémez tiene razón a medias. Aceptar la homosexualidad públicamente puede sepultar una carrera deportiva o potenciarla.
En el boxeo, el caso más triste lo vivió Emile Griffith. En 1962, este pugilista mató al cubano Benny "Kid" Paret en el duodécimo asalto de un combate que sostenían en el Madison Square Garden. Antes de la pelea, Paret, en perfecto español, había llamado "maricón" a Griffith, lo que despertó la ira de este. Fueron 26 golpes cruzados en la cabeza los que acabaron con la vida de Paret. Eso, y la furia de un hombre que ocultaba su homosexualidad.
Pero esta tragedia no alejó a Griffith del ring. Lo que sí lo hizo fue aceptar que era gay. "Cuando maté a un hombre, mis amigos me acompañaron. Cuando dije que amo a un hombre, me dejaron solo", comentó para la prensa con amargura.
El caso del basquetbolista Jason Collins es distinto. El jugador de los Washington Wizards de la NBA confesó su homosexualidad en abril. Y esto lo convirtió sin querer en un activista de los derechos gay. De hecho, la semana pasada recaudó fondos para la comunidad homosexual de los Estados Unidos junto a Michelle Obama, en un evento organizado por el Partido Demócrata.
EL REGRESO DE ROGERS 
"El fútbol era mi escape (...), me daba más alegrías de las que nunca pude haberme imaginado... Siempre estaré agradecido por mi carrera", decía Robbie Rogers, resignado, en su despedida del balompié. El único que no se conformaba era su representante, que no se cansó de plantearle que regrese a las canchas.
Roggers, estadounidense de 26 años, empezó a jugar fútbol en ligas juveniles de Los Ángeles. Por eso, su manejador se empeñó en que su retorno fuera en casa. Los Angeles Galaxy, el ex club de David Beckham, le abrió las puertas. Primero, aceptaron que entrenara con su primer equipo. Y el 25 de mayo firmaron contrato con el jugador.
Pero el 26 de mayo, un día después, ambos, el club y el jugador, hicieron historia.
El Galaxy iba ganando 4 a 0 al Seattle Sounders. Había más de 24 mil espectadores en las graderías y solo quedaban 13 minutos para que acabara el encuentro. El entrenador llamó al banquillo al centrocampista Juninho y ordenó a Rogers que entrara a la cancha. Cuando pisó el gramado, con su casaquilla blanca cruzada con una franja azul, apenas tuvo tiempo para tocar el balón en cinco ocasiones. Pero no importaba. Era el primer jugador de fútbol que había confesado su homosexualidad y seguía jugando en un club de primera. La victoria también era suya.

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