lunes, 6 de enero de 2014

EDUCACIÓN EN CAJAMARCA. Película.


La niña del fogón descubre la tablet






Un cineasta español aterrizó en Cajamarca para grabar una película sobre la llegada de Internet a comunidades donde nadie tiene un televisor en casa. Niños de escuelas se benefician ahora con el programa "Luces para aprender".
Texto: Juana Gallegos
Fotografía: Miguel Mejía
La noticia corrió como el fuego sobre la pólvora. Cuatro españoles han venido a llevarse a nuestros hijos, dijeron. Han venido a raparlos, a llevarse sus órganos, se corrió la voz. Los padres de Vista Alegre y de los caseríos aledaños no entendieron ni entienden aún de qué se trata el asunto. Así los cineastas junto con los profesores lo hayan aclarado, no entienden lo que sucede. ¿Una película? ¿Qué diablos es eso? Así ha reaccionado la gente de Vista Alegre de Cajamarca ante la llegada de los “gringos”, como les llaman.
El equipo técnico del cineasta español Javier Fesser, formado por cuatro españoles más y dos peruanos, que cargados de una cámara 5D MARK III, un trípode y demás aparatos del cine han venido a esta parte del Perú a grabar un cortometraje, o sea, una película de entre 20 a 30 minutos de duración.
Los actores de reparto son los pobladores de Vista Alegre e Ingatambo, pueblos anclados a dos horas de la ciudad de Cajamarca, territorio donde los paisajes verdes e inmensos como estadios de fútbol ganan por knock-out al cemento.
Los protagonistas son niños cajamarquinosAnny, Alidel Gisela, pequeños actores por naturaleza, niños de cara chaposa que han visto por primera vez en su vida a estos hombres altos, blancos, gritones y de acento raro a quienes los primeros días no les entendían ni media palabra.
Estos niños participan en la película sin cobrar un sol, envueltos con la sencillez y naturalidad que a los citadinos nos es difícil entender. Lo hacen para que el cortometraje promocione un programa para la educación de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Ministerio de Educación llamado “Luces para aprender”, y que consiste en llevar luz e internet a las escuelas perdidas de los andes y la selva. A esos rincones del país que siempre olvidamos.
Un dato que también obviamos es que 14 mil escuelas no tienen luz y que decenas de niños aún hacen la tarea con la luz de una vela. Otro dato es que las laptop XO del programa “Una laptop por niño”, repartidas por el Estado hace años para las escuelas pobres de todo el país se han estado empolvando porque buena parte de las escuelas no tienen electricidad para cargar las baterías.  
GUERRILLA FILMMAKER
El trabajo consiste en sostener una cámara y grabar, y depende fundamentalmente del sol y la sombra. Hoy, 7 a.m., entre los campos de ichu y el aire que se cuela helado en la ropa, si es que no llueve, se grabarán varias secuencias del corto. En el camino antes de llegar a Ingatambo, se retratará parte del trayecto de Anny, una niña de 8 años, que junto a su hermanito Alidel, de 5, camina tres horas para llegar a la escuela.
Fesser y el director de fotografía preparan la escena. La escenografía es el cielo azul fosforescente y las nubes de cuento: “¡Vamos a grabar! Venga, motor”, ordena el productor. Escena 20, toma 1. La idea de la película es retratar de qué forma la llegada de la luz y el internet a estas escuelas recónditas van cambiando la vida de los niños.
Para intuir de qué se tratará el corto, una escena: en el trayecto  rumbo a la escuela, Annyy su hermanito se encuentran con un cartero. El cartero va en una mototaxi y  lleva una carta a la escuela de Vista Alegre. Los niños se le acercan felices pensando que los llevarán. Pero el cartero por ahorrarse el trabajo sólo les entrega la carta y los deja.  La escena del cartero es un símbolo. Muy pronto, cuando cada quien en Vista Alegre sepa para qué sirve el correo electrónico, el cartero tendrá que hacer un turno en la cola de desempleados.  
Utilizando el simple trayecto de Anny a la escuela van a contar la historia de una niña que no tiene ni idea de lo que es Internet, pero que ha oído hablar del invento por una prima suya.
Los personajes son reales, las situaciones ficticias. Hay personajes como el señor Flaminio que gracias a la radio está informado de todo lo que pasa en el mundo, pero el mundo no conoce nada de él.  Hay una anciana a la que le parece increíble enviar una foto a Lima en tiempo real. Hay padres y madres que le preguntan tímidamente al Google como si fuera el oráculo.
Puede ser un corto inocente como inocentes éramos todos antes que el Facebook se coma largas horas de nuestras vidas. Recuerde que está contado desde el punto de vista inocente de una niña. Pero pasemos de la ficción a la vida real. 
LA VIDA REAL
La imagen que capta el fotógrafo es la siguiente: a la Anny de la vida real se le ilumina la cara con la luz que proyecta la tablet en la oscuridad de la cocina de su casa. De fondo, su madre, Carmela, una mujer de 34 años, manipula el fogón. Aún cocina con leña y el humo llena la estrecha habitación. A su lado, Yuri, la bebé de tres años, tose.
Anny esta obnubilada con una Tablet Galaxy 7.0, la maneja como si hubiese nacido para eso. A los niños que tienen esa facilidad se les llama nativos digitales. Esta nativa digital es la hija de dos productores lecheros a los que la transnacional Nestlé les paga 90 céntimos por litro de leche, o sea, viven  con 18 soles diarios cuando hay leche. Anny vive en una casa grande, de tres ambientes, y en la noche es la única luz que tímidamente alumbra la montaña. Hoy se corrió la voz de que su padre, don Pitágoras Barrantes, piensa vender su propiedad a la minera Yanacocha.
Aquí un paréntesis para entender mejor la vida real. Varios kilómetros antes de llegar al camino de trocha que conduce hasta Vista Alegre, donde está la casa de Anny, se han visto los cráteres que ha dejado la mina. El terreno hace contraste con los árboles y los campos que acaban de pasar por el espejo retrovisor. Yanacocha es dueña de medio Cajamarca. La aparente libertad que proyectan los campos y las lagunillas que dominan esta parte del territorio tiene una trampa: de repente se ven cercos de alambrado. Cielo, tierra y subsuelo son propiedad de  la minera Yanacocha. Con seguridad, pronto, esta área será tierra gris y muerta. Eso es la mina. Ahora volvamos a Vista Alegre.
Fesser está enterado. Sabe muy bien dónde graba la película. Cajamarca vive un conflicto sordo. El proyecto Conga y el conflicto por el agua está dormido, pero todo apunta a que en enero la minera empezará a secar las lagunas.
En el cortometraje se hace un guiño a lo que significa este conflicto por el oro.Nada mejor para entender la avaricia que las palabras de una niña registradas en el guión de Fesser: “Se hace un agujero enorme para extraer el oro y lo llevan a kilómetros de aquí, a otro país, para meterlo a otro agujero, la caja fuerte de un banco. Al hacer ese cambio de agujeros dejas tras de ti un rastro de destrucción irreversible”.
EL ESPEJO
Quítele a un niño, a un adolescente de secundaria el FacebookTwitter, Google, Hotmail. Saque de su cabeza las palabras “colgar”, “bajar”, “cargar”, “e-mail”, “hashtag” y tendrá como resultado un niño, un adolescente preinternet, un inocente del chat como lo éramos todos veinte años atrás. Así, para la sorpresa de los adictos al tuit, es la gente de aquí.
Ignoran lo que aquel aparatejo, la tablet, la laptop o la computadora podrían hacer por ellos, porque ellos están más concentrados en vivir, en diferenciar la vida entre el sol y la sombra.
Entre si cae la lluvia que regará los cultivos o en que si cae la sequía que los dejará sin nada.
En una de las aulas hay un grupo de niños con la mirada entornillada en el televisor pantalla plana de 24 pulgadas que les han empotrado en la pared. Están prendidos a la pantalla y ¿qué ven? una película hongkonesa sin subtítulos. No entienden una palabra pero están pegados a la imagen.
Todos, salvo uno o dos de estos niños, jamás vieron un televisor en su vida hasta el octubre pasado, cuando el programa del OIE y el Ministerio de Educación les instaló la caja plana de pantalla de cristal en su salón. Fue como la visión del espejo en Macondo.
"Luces para aprender" aún es un proyecto piloto que busca más auspiciadores. Sólo a un puñado de escuelas, nueve de las 14 mil que no tienen electricidad ni internet, se les ha instalado un sistema fotovoltaico generador de electricidad. Unos paneles solares que almacenan energía para las laptops XO y que dan electricidad para el servidor del internet satelital. Simple como esto: la electricidad es necesaria para que las actividades no terminen cuando caiga el sol. El internet promete abrirle los ojos a los niños.
Lógicamente internet no es todo. Que tengan internet en la escuela no significa que todos los niños vayan a ser premios nobel de física", dice Fesser, que se toma un recreo en el rodaje tras repetir seis veces una escena que al fin ha terminado. Parece un meticuloso patológico. No por nada el cineasta tiene en su hoja de vida 13 premios Goya y el 2007 su equipo y él compartieron la alfombra roja de los Oscar con Brad Pitt. Su cortometraje “Binta y la gran idea” fue nominado como mejor corto extranjero.
YOUTUBE
Es prematuro preguntarle a un niño de Vista Alegre qué cambios ha visto en su vida desde la llegada de Internet. Aún no lo saben porque "Luces para aprender" se instaló recién en octubre. Pero Internet podría funcionar para, por ejemplo, pedirle a tu papá, al que no conociste, que regrese. Se presenta con nombres y apellidos y con nombres y apellidos presenta a su madre y a su padre. A él no lo ha conocido. Este se fue cuando nació. Gisela, prima de Anny, tiene 8 años. Se interpreta a ella misma en el corto. En la trama grabará un video y lo cargará en YouTube con el siguiente mensaje: “A mi padre no le he conocido porque se fue antes que yo naciera y nunca he sabido nada de él, solo sé que está en Quito y yo querría ponerme en contacto con él para decirle que le quiero”.
Con suerte su padre verá el video cuando la película se estrene. En la ficción, en la historia de Fesser, el video  de Gisela será reproducido 6 mil veces en Youtube. Gisela esperará recibir los 6 mil besos que su papá no  le dio en ocho años.
Hablando de YouTube, Gisela ya hace uso del Internet. Tiene la respuesta a la pregunta: ¿Qué has visto en Internet? Cuentos, responde. Pero con seguridad, cuando ve al Patito feo en la computadora, no sentirá lo mismo que cuando escucha a su madre narrar el mismo cuento, en susurros, alumbrada con una sola vela, junto a sus hermanas, Le Normandi y Yamilet. Internet es una promesa,  pero no lo es todo.


1 comentario:

  1. Algunas conclusiones:
    -A dos horas de la ciudad de Cajamarca encontramos los poblados de Vista Alegre e Ingatambo no existe energía eléctrica.
    -14 000 escuelas no tienen luz .
    -Decenas de niños aún hacen la tarea con la luz de una vela.
    -Las laptop XO del programa "Una laptop por niño", repartidas por el Estado hace años para las escuelas pobres se han estado empolvando porque las escuelas no tiene electricidad para cargar las baterías.
    -Se descubre las habilidades de una niña, Anny, cuando maneja una Tablet Galaxy 7.0. A estos niños que tienen esa facilidad se les llama nativos digitales.
    -La transnacional Nestlé le paga 0.90 céntimos por litro de leche, o sea, vive con 18 soles diarios cuando hay leche.
    -Tiene una vida pre internet, bucólico.

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