ARGUEDAS Y YO
He bailado… como si no estuviera el
director.
En nuestra Institución Educativa se acordó realizar un
proyecto, según área, alusivo a su aniversario.
Como profesor de Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica organicé a mis
estudiantes para desarrollar un producto en la que consistía la elaboración de
un periódico. Crearon un nombre
apropiado a la coyuntura (aniversario de nuestra I.E., Arguedas, migración,
vate, poeta, etc.) la portada, la editorial, obras de Arguedas, frases y pensamientos
de Arguedas, amenidades alusivo al andahuaylino, etc. Una sección sí me llamó
la atención: ARGUEDAS Y YO. Les dije que pegaran una foto del colegio y escribieran
desde el primer día que llegaron al colegio, cómo se conocieron con sus
compañeros; ahora, algunos amigos, la relación con sus profesores, alguna que
otra anécdota. En el monitoreo pensaba:
y si yo escribiera ARGUEDAS Y YO, qué contaría, qué narraría, qué experiencias
plasmaría, qué significó, qué significa y qué significará Arguedas (cómo
personaje y cómo colegio) en mí. Aquí
va mi prosa…
Llegué a la I.E. hace más de 20 años. No había conocido el colegio ni a
Arguedas. Lo escuché sí, pero no lo
había leído. A tal punto fue mi
ignorancia que Melchor, confiando en mí, me encargó que hablara sobre J.M.A. en
una ceremonia. Fui sincero, no apelé a
la cháchara, confesé públicamente que no había leído a Arguedas. Salí avergonzado, ensimismado pero me propuse
un reto, leerlo, leerlo y leerlo. Fue
entonces que empecé a leer al vate.
Recuerdo que me recomendaron EL SUEÑO DEL PONGO, quedé maravillado que
con tan solo escucharlo de un cusqueño José María Arguedas haya escrito tan magistralmente
dicho cuento.
Al año siguiente, no sé si Melchor me dio una segunda
oportunidad o pedí disertar sobre Arguedas.
Narré el cuento ante mis estudiantes y mis colegas…me sentí bien,
realizado académicamente, complementado.
Había encajado el cuento con mis orígenes, con mis ancestros, con mi
padre, con mis abuelos, con sus costumbres.
Revaloré todo ello. Pese a que
soy limeño de nacimiento, siempre digo y diré que mi plato favorito es el
picante de cuy, al estilo huanuqueño. Y
si es de Mamá Elsa, mucho mejor…LO MÁXIMO.
Luego de ese primer peldaño, me reté. Ahora qué sigue. Lo voy a teatralizar. Y lo hice.
Aún recuerdo al primer pongo. Rosa
Flores Cabanillas. Lo hizo tan bien que
sus compañeros le decía pongo. Hecho.
¿No más? Segundo peldaño, teatralizar las obras de Arguedas. Iba a la biblioteca y leía los dos primeros
cuentos que encontré en uno de los tomos de las obras de Arguedas, de la
editorial Horizonte Los comuneros de
Akola y Warma kuyay fue lo que había logrado teatralizar. Aquí recuerdo a Sánchez, juguetón y
warminay, pero en el teatro ponía toda su energía, lo hizo muy bien. Hizo de Ernesto.
Ante el centenario de su nacimiento asumí otro peldaño.
Teatralizar el nacimiento de Arguedas o sus primeros años. Libros de la
biblioteca e Internet fueron mis fuentes.
Recuerdo las expresiones de afecto y consideración de César Hildebrant
(se encuentra en you tube) que al leer a Arguedas cambió su perspectiva de ver
el Perú. Consulté entre colegas y una de ellas no me prestó el libro que tenía,
ME REGALÓ con una retadora dedicatoria que cada vez que lo leo me motiva a
seguir leyendo y leyendo.
Descubrí que Arguedas vivía de agonía en agonía: la muerte de
su madre, el maltrato de su madrastra y hermanastro. Decía mordazmente, “soy hechura de mi
madrastra” provocando risas entre quienes tuvieron la suerte de
escucharlo. También lo puedes encontrar
en you tube. Peldaño logrado.
Pero apareció otro peldaño en mis neuronas. ¿Por qué no
teatralizar su vida toda? Otra vez a leer y buscar información. En ARGUEDAS EN LA SECUNDARIA encontré dos
agonías más. El maltrato del director
(lo hay muchos, eh; felizmente, ya no se
encuentra. Y que sea por los siglos de
los siglos…) y el desprecio de Pompeya a sus amoríos. Aquí recuerdo a Judith Salazar Hurtado que
hizo de Arguedas, a Stefany Martha Edith Santa Cruz Jara representando a
Pompeya, Marleni Gonzales Martel de papá, Eduar Arirama Pezo de Director, Treyzi
Huihua Paredes de amiga, Elizabeth Manza Taboada de amiga.
Al siguiente año lo presenté en los Juegos Florales 2013 con
FLORES CASTRO, Lesly Elizabeth de directora, Leslie Kimberly GOMEZ LIZARME de
profesora y alumna, Edvin Patrick MORALES SALCEDO, Judith Jacqueline SALAZAR
HURTADO de Arguedas y Stefany Martha Edith SANTA CRUZ JARA de Pompeya. http://workingparaformar.blogspot.com/2013/04/jose-maria-arguedas-en-la-secundaria.html o https://www.youtube.com/watch?v=oWq640r4PxQ
Aquí una anécdota. Al
presentarnos al concurso, unas alumnas de un colegio particular menospreciaron
a mis alumnos por pertenecer a un colegio nacional. Al contarme lo sucedido les dije que no
hicieran nada, no les respondan, no caigan en su juego. Demuéstrenle representando bien su papel,
háganlo con amor a su colegio, a nuestro Arguedas. Cuando dieron los resultados, los del
particular fueron honrados con el segundo lugar (y nunca más concursaron, el
karma del Arguedas). Al escuchar al colegio ganador vi a mis chicos saltar con
tanta alegría que les dije canten el himno del colegio y lo hicieron a todo
pulmón. Cantaron con tanto fervor que provocaron ese
caminar cabizbajo de las estudiantes del particular. ¿Por qué pues se meten con
el Arguedas?
Me invitaron al FITECA, realizado por el E.F.R.O., pero me
dijeron que el tiempo de representación era de 50 minutos, mis neuronas iban de
un lado para el otro…estaba cabezón.
¡Eureka! Fácil, uní a Arguedas de niño y a Arguedas en el colegio San
Luis Gonzaga de Ica. Al escuchar los
resultados mis chicas saltaron de alegría.
Verlas saltar de alegría ante el merecido puesto justifica las tantas
horas que nos reuníamos después de la hora de clases hasta las 8.00 p.m. Eso no me paga el Estado pero sí me reconoce
mi sociedad carabayllana con una sonrisa, con una palmadita en el hombro o con
unas palabras por aquí o por allá. Y
también mis colegas que me animan a seguir y a asumir nuevos retos. Suficiente, complacido estoy. Recuerdo a Diana Herrera Rivera que hizo de
Pompeya, Tisoc, Paty, Tenazoa, Huamán y Tirado. No fui a la siguiente etapa por la bendita
operación al apéndice. Varios colegas
suplieron mi ausencia, la hermandad, la solidaridad se hizo presente, el show
debía continuar como en EL VUELO DE LOS CÓNDORES de Abraham Valdelomar o como
en la película hindú Joker. Los
ganadores deberíamos ser los próximos organizadores al año siguiente…no se
escuchó padre. Si estuvieran en la
dirección Melchor o Rossini sí lo hubieran asumido, sí se hubiera realizado.
Aquí otra anécdota. El
jurado dijo que no era trascendental, que no reflejaba la situación actual…que
no servía para nada. Me sentí tan mal como Arguedas en su penúltima agonía, ninguneado por los intelectuales de la I.E.P., dos sociólogos y un economista, entre ellos Sebastián Salazar Bondy. ¿Qué obra fue? : TODAS LAS SANGRES... Y les dije a mis
alumnas, ¿acaso no hay racismo en nuestro país, acaso no hay maltrato de la
madrastra o del hijastro? Suerte que no
fui, les hubiera dicho su vida.
Producto de ello, Tisoc y el resto del grupo me dijeron,
decididamente, que ya no querían teatralizar obras andinas o de Arguedas sino
algo urbano, actual. Así apareció otro
peldaño en mí…madre santa, ¿qué hago? ¿Ahora qué escribo? A pensar en un tema contemporáneo. A leer otra vez. Apareció NI UNA MENOS o NO ES NO. El teatro es de 50 minutos. Ese teatro lo realicé con mis estudiantes
del cuarto año; sólo los primeros capítulos.
Fuimos invitados por Eddy Martinez (otro hijo putativo muy
querido) un Domingo del 2018. Fue el
estreno. En el día del logro el sub
director Ugarte me dio un espacio. Y
representé sólo una escena: las esterilizaciones forzadas. Para ello me sirvió mis lecturas de La
República, recortes periodísticos e internet.
Pero había un vacío…música. Y lo
logré.
Si has llegado hasta aquí, te pregunto: y a ti, ¿Qué
escribirías si el título fuera ARGUEDAS Y YO? Vamos, atrévete a plasmar tus
experiencias que tuviste por ese quinquenio, o más, en nuestra gloriosa
Institución Educativa.
El Arguedas, es el Arguedas, señores.
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