¿Por qué los jefes ganan tanto?
Solo un dato: en 1978, el presidente de la empresa aeronáutica y de defensa británica British Aerospace ganó £29.000 (unos US$46.000).
En las últimas décadas la paga de los ejecutivos se multiplicó respecto al sueldo que reciben los empleados comunes.
En 2010, el presidente de la compañía de defensa y aeronáutica BAE Systems, Ian King, obtuvo más de 2,3 millones de libras (US$3,6 millones), lo que supone un aumento del 8.000%.
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Sin embargo, BAE está despidiendo a hasta 3.000 trabajadores, cuyas indemnizaciones, según las normas de defensa de contratación pública británicas, pagará el Estado.
Por lo tanto, ¿es justo que Ian King gane millones mientras que el contribuyente asume el costo de despedir a los trabajadores?
Alan Johnson, diputado de los distritos de Hull West y Hessle, en los que viven muchos de los trabajadores de BAE, cree que los ejecutivos están recibiendo generosas recompensas por tomar las decisiones equivocadas.
"Creo que es inaceptable, aunque BAE hubiera tomado las decisiones correctas. Y si nos fijamos en su rendimiento, no lo han hecho".
"Ellos tomaron la decisión de salirse de la aviación civil", añade-. "Fue una decisión completamente incorrecta y los trabajadores en este país están sufriendo el resultado".
BAE lo ve de otro modo. "El salario de nuestro director se basa en el rendimiento y en el 2010 nuestro desempeño, tomando en cuenta los objetivos, fue bueno", dice la empresa. "El pago se encuentra en el nivel necesario para que la empresa pueda atraer, motivar y retener a la más alta calidad de ejecutivos".
Los salarios de los ejecutivos solían equivaler a 30 o 40 veces el salario del trabajador más bajo, pero ahora ascienden a más a 300 o 400 veces.
¿Comités o club de amigos?
En lo que podríamos llamar una carrera armamentista por el salario, ¿cómo fue que las compensaciones de los ejecutivos pasaron de ser enormes a directamente excesivas?
La respuesta es: por comité.
Los salarios de los ejecutivos de las compañías más grandes se fijan en un comité de remuneración de directores no ejecutivos.
Éstos han recibido críticas de quienes los consideran una especie de club que aglutina a personas que piensan parecido.
En BAE, al igual que en otras empresas, un comité de remuneraciones formado por tres directores no ejecutivos decide, por voto, el sueldo anual de su director y los bonos que reciben los ejecutivos.
Y el director general, en este caso, Ian King, forma parte del comité que decide los salarios no ejecutivos y los bonos.
En efecto, decide sobre los salarios de los demás.
Les Wegg es uno de los miles de trabajadores de BAE despedidos.
"Es una tontería ¿no? A mí me huele como una especie de club, si se quiere ser auténtico en ese sentido se necesita gente adecuada e independiente", dice.
BAE Systems dice que el informe de su comité de remuneraciones del año pasado "fue muy elogiado por su transparencia" y que la comisión "busca asesoramiento independiente y utiliza datos validados de manera externa" para fijar las políticas.
Demasiado
Una de las tareas principales de cualquier comité de remuneración es asegurarse de que el director ejecutivo no se vaya.
La pregunta de más amplia de cuánto es demasiado no es problema suyo, dice la consultora en remuneraciones Vicky Wright.
La pregunta de más amplia de cuánto es demasiado no es problema suyo, dice la consultora en remuneraciones Vicky Wright.
"¿Demasiado en relación a qué? Tenemos que reconocer que algunos ejecutivos están realmente produciendo resultados muy, muy buenos y muchos buenos ejecutivos generan muchísimo valor.
"La pregunta que debe hacerse un comité de remuneraciones es: ¿realmente tenemos un buen director ejecutivo?"
Si el comité establece un premio de un 10% en el salario y una compañía de la competencia lo establece en un 11%, entonces el próximo año, para mantener contentos a sus ejecutivos, el equipo de remuneraciones puede optar por aumentar los salarios en un 12%.
Se trata de lo que en economía se denomina un efecto de trinquete, cualquiera sea el desempeño de la empresa.
Alan MacDougal, miembro del Consejo de Investigaciones de Inversiones en Pensiones, dice que eso explica por qué durante un período de 12 años el pago a un ejecutivo se ha cuadriplicado mientras que los precios de las acciones siguen iguales.
"Hay una verdadera burbuja en el corazón de nuestra cultura corporativa. Hay varios miles de personas que no viven en el mundo real".
"Su estilo de vida, su ocio, su vida social no son como los del resto de nosotros".
"Se desarrolla una cierta arrogancia que, por lo que hemos visto, muestra relación con la rendición de cuentas de los accionistas", dice MacDougal.
Los accionistas tienen el poder de votar contra los premios a los ejecutivos en las reuniones generales anuales, pero en la última década sólo ha habido 18 actos de semejante sublevación en el Reino Unido.
Otras prioridades
Con la excepción de una minoría de inversores, la mayoría de los accionistas tienden a someter a votación la rentabilidad de su inversión, no los salarios o las bonificaciones.
Siempre y cuando el valor de las acciones sea cada vez mayor, es poco probable que se quejen, sea cual fuere el nivel de salarios de los ejecutivos.
El ministro de Empresas del gobierno británico, Vince Cable, ahora quiere darles a los accionistas más poder para rechazar ofertas de pago excesivas.
Su propuesta podría significar que los inversionistas -privados o institucionales- solo necesiten un voto del 25% para revocar un acuerdo salarial. Por el momento, el porcentaje requerido es del 51%.
Eso hará que sea más fácil lograr una mayoría en el voto de los fondos de pensiones y de cobertura (hedge funds), los gestores de activos y otros inversionistas contra los premios en dinero.
Ese sería un cambio significativo.
Tomemos como ejemplo la agencia de viajes Thomas Cook. Su exdirector ejecutivo, Manny Fontenla-Novoa, llevó el precio de las acciones de la compañía de 350 centavos de libra (US$5,5) a sólo 50 (US$0,8) en cuatro años.
Cuando se fue, recibió un bono de más de 1 millón de libras (US$1,6 millones).
Apenas tres meses después de su salida, la empresa se vio obligada a pedir prestadas 200 millones de libras (US$316 millones) para seguir en pie.
Aun así solo el 39% de los accionistas votó en contra de las propuestas de pago de la empresa.
Frank Meysman es el nuevo presidente de Thomas Cook. Asumió el control el día después de que Fontenla-Novoa se fue.
Para Meysman, los accionistas son las personas equivocadas para controlar los pagos. Empresas como la suya tienen que implementar una recuperación retroactiva de los bonos y unos objetivos de desempeño eficaces para gestionar los salarios.
"La empresa debe ser manejada por la misma empresa. Debemos indagar mucho más en cuál es la forma en que podemos limitar la cantidad de dinero que alguien puede recibir cuando su desempeño es menor al esperado", le explica a la BBC.
Mientras que el darle más poder los accionistas podría ayudar a evitar que se recompensen los malos resultados con enormes sumas, esto no garantiza que las propuestas de Vince Cable logren convencer a estos mismos accionistas de que deben terminar con estos "sueldazos" en general.
¿Cuánto dinero se necesita para ser considerado rico?
"Banqueros", "ricos" y "el 1%" han pasado a formar parte del léxico común empleado en muchas manifestaciones convocadas para protestar contra las políticas de austeridad aplicadas por muchos gobiernos.
Las columnas de opinión y artículos en periódicos y blogs también expresan en algunos casos su resentimiento hacia la riqueza y el poder.
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¿Pero qué ha llevado a utilizar estos términos de la forma la que se está haciendo?
Todo el mundo conoce a alguien considerado rico. Sin embargo, muchos de ellos no estarían de acuerdo con que se les defina así.
"Encuentro difícil decir si alguien es rico o no lo es"
Roman Abramovich, multimillonario ruso
En su libro "Richistan" (lo que podría traducirse como Ricolandia), Robert Frank, reportero del Wall Street Journal, concluye que la definición que la gente tiene del rico es subjetiva. Alguna gente definiría rico como a alguien que tiene más dinero del que "necesita" para vivir, aunque la definición de "necesidad" varía considerablemente.
Un sondeo de la firma de seguros Hiscox sugiere que unos ingresos anuales de US$145.000 en Reino Unido son para muchos insuficientes. Muchos de los encuestados con esos ingresos decían que necesitarían como mínimo unos ingresos de US$230.000 para sentirse ricos.
Para algunos, tan sólo tener un negocio significa que alguien es rico, sin importar si es la tienda de la esquina o una compañía internacional.
Durante los disturbios del pasado verano en Reino Unido, dos adolescentes saqueadores explicaron que estaban demostrando a la policía y a "los ricos" que podían hacer lo que querían.
Pero su definición de rico parecía incluir a cualquiera que tuviera una tienda. "La gente rica, la gente que tiene negocios", dijo uno.
Por otra parte, el multimillonario dueño del equipo de fútbol Chelsea, Roman Abramovich, fue cuestionado en un juicio sobre si uno de sus socios era, en su opinión, rico.
"Encuentro difícil decir si alguien es rico o no lo es", respondió.
Parámetros
Hoy en día la palabra "rico" tiene una connotación hostil. Durante los comicios presidenciales de 2008 en Estados Unidos, el candidato republicano John McCain declaró que no era un hombre rico, a pesar de poseer varias casas.
¿Hay algún parámetro que nos permita definir quién es rico o no?
Una forma de dividir a la clase rica de la media es estimando su tasa de impuestos, que asciende a US$230.000 al año en Reino Unido y a US$379.151 en los Estados Unidos.
Los millonarios solían ser los más obvios candidatos a tener la etiqueta de "ricos", pero ya no son tan difíciles de encontrar actualmente, y el número de aquellos que tienen miles de millones va en aumento.
El ranking de personas más ricas del mundo de la revistaForbes incluye a más de 1.200 personas con miles de millones en el banco, con Rusia y China liderando la lista con 100, llamémosles multimillonarios, cada uno.
En los EE.UU. hay 400 multimillonarios y el fundador de Microsoft Bill Gates está en la cima de la lista con sus US$59.000 millones.
En Reino Unido hay 73 multimillonarios, más de los 53 del pasado año, según la lista del diario Sunday Times.
El profesor John Van Reenen, director del británico Centro de Comportamiento Económico, dice que se necesita ganar más de US$217.000 al año para figurar entre el 1% de los más adinerados de Reino Unido.
Los que hoy protestan dicen que la desigualdad entre los poseedores de un yate y aquellos que no lo tienen está aumentando.
Evolución histórica
"Si analizas a ese 1% de la población durante los últimos 100 años, hace un siglo gran cantidad del dinero no procedía de las ganancias, sino de rendimientos de inversiones y rentas. Hoy la gran mayoría procede de sueldos".
Definitivamente la definición de rico ha cambiado a lo largo del tiempo.
"Poderoso, noble, grande". Esta es la primera referencia a rico que hace el Diccionario de la lengua inglesa de Oxford, pero esta definición, que se remonta a tiempos de los anglosajones, es hoy obsoleta.
También significa "tener mucho dinero y abundantes posesiones; rico, adinerado, boyante", y este significado es el que se ha mantenido.
Según el profesor de historia Bill Rubinstein, en los viejos tiempos los ricos eran mucho más ricos en términos comparativos. Ahora hay mucha más gente rica debido al aumento del precio de las propiedades en Reino Unido.
En 1880 una persona rica tenía unos US$155.000 en propiedades y unos ingresos de US$15.000 al año, cuenta. Unas cien personas al año morían dejando US$10.000 y en 1910 ya eran 250. Una cifra microscópica teniendo en cuenta la cantidad de muertes que se producían al año.
El profesor Rubinstein cree que unas ganancias anuales de US$388.000 al año te permiten clasificar para ser rico y que la diferencia entre ricos y pobres sólo es tolerable siempre y cuando los pobres tengan oportunidades.
El 1%
"Somos el 99%". Eso es lo que los miembros del movimiento Occupy de Walls Street repetían apostados en sus tiendas en el distrito financiero de Manhattan el 17 de septiembre, en una iniciativa que se extendió por ciudades en todo el mundo.
Aunque es difícil definir qué es lo que piden exactamente las protestas, su terminología ha sido ampliamente usada por los medios de comunicación.
El concepto 1% y 99% se ha extendido por todas partes.
Los manifestantes claman representar al 99% de los estadounidenses que no han sido rescatados por el gobierno.
En 2009, sólo eran necesarios US$343.927 al año para pasar a formar parte de la élite en el ranking de contribuyentes a las arcas del tesoro estadounidense. Sólo 1,4 millones de hogares cualificaban para ello, ganaban cerca del 17% de los ingresos nacionales y pagaban un 37% de los impuestos.
Richard Wolff, profesor emérito de economía de la Universidad de Massachusetts, mencionó cifras de la nueva oficina de presupuesto del Congreso para apoyar la versión de los manifestantes de Wall Street.
"Este reporte muestra que durante el último cuarto de siglo, de 1979 a 2007 para ser exactos, el 1% gana mucho más que el otro 99%", escribió.
La realidad es mucho más dramática si se considera en términos de propiedades, es decir el valor total de propiedades e inversiones.
De acuerdo a datos compilados por el economista Edward Wolff, en 2007 el 99% poseía unos dos tercios de la riqueza estadounidense, lo que supone que el 1% posee el tercio restante.
"Cuando (la expresión 1%) es usada por la prensa, se refiere más a ganancias que a riqueza. Esto no debería considerarse como ser rico"
Ruth Lea, consejera económica del Grupo bancario Arbuthnot
Sin embargo, el diario The Guardian fue más allá y dijo que la cifra real es más del 0.01% respecto al 99.99%.
"Occupy" es la palabra del año en 2011, de acuerdo al reporte anual del Control Global del Lenguaje en idioma inglés.
En el décimo lugar está "99", refiriéndose a la mayoría de aquellos viviendo en democracias occidentales que han sido excluidos del dramático aumento de ganancias del 1%.
Pero los manifestantes "occupy" no son los primeros en usar el término del "1%". Ha sido mencionando en sondeos, predicciones y reportes durante años.
En Reino Unido, el 1% más rico se embolsa el 14% de los ingresos totales, el mayor volumen desde la Segunda Guerra Mundial pero inferior al periodo de entre guerras, según la London School of Economics.
En su estudio observan quienes son los ricos y cómo sus ganancias han variado en la última década.
Un jugador de fútbol del Manchester United recibe un sueldo medio de US$1.460.000 al año, comparado con los US$554.500 de 2001. El sueldo de un abogado de prestigio subió en US$445.300 hasta un total de US$831.000.
Un jefe ejecutivo de una compañía del FTSE350, el índice que incluye a las 350 mayores compañías en Reino Unido, tenía un sueldo medio de US$2.329.000 al año, comparado con los US$1.500.000 de 2001.
Ruth Lea, consejera económica del Grupo Bancario Arbuthnot, dice que la mención "1%" debería siempre considerar la riqueza.
"Cuando es usada por la prensa, se refieren más a ganancias que a riqueza. Esto no debería considerarse como ser rico".
Mucha gente asume que el 1% está conformado por banqueros, pero también incluye a terratenientes y a negocios familiares que han funcionado durante años, dice.
"En una sociedad como la nuestra, todavía muy marcada por las clases sociales, hay una gran aceptación de aquellos muy ricos que los son por haber heredado sus posesiones. Ellos no son criticados como Bob Diamond, jefe ejecutivo del banco Barclays", asegura.
"Es difícil para la gente darse cuenta de que su contribución es mucho mayor que la de cualquier otro".
"Banqueros"
"Banquero" se ha convertido en una palabra odiada y mucha gente imagina a los banqueros en traje, conduciendo un Ferrari, con una gran casa y una hermosa mujer dentro.
Los banqueros se han convertido en el enemigo.
Esta semana, se hablaba de un banquero londinense que se gastó US$57.000 en bailarinas exóticas, champagne y comida en el Spearmint Rhino, un club de streaptease de Londres.
El financiero fue descrito como un "joven, delgado y británico" que estaba celebrando "un gran día de negocios" él solito.
De acuerdo con el análisis hecho por Collins, el verbo más comúnmente usado en inglés con la palabra "banquero" entre 2009 y 2011 es "deshonrar" y "avergonzar", dice el editor Ian Brookes.
Todos los banqueros han sido metidos en el mismo saco, dice el experto en contratación de directivos John Purcell.
Los manifestantes están señalando al 1% de la comunidad bancaria que suelen ganar sueldos astronómicos y les identifican con todos aquellos que trabajan en el sector financiero, sugiere.
Todos los trabajadores de la City de Londres son considerados "banqueros".
"Los manifestantes, tanto si lo aprecian o no, están hablando sólo de una pequeña fracción del grupo. No miran a la vasta mayoría de gente que gana sueldos razonables", asegura.
El momento de la acción política.
El ritmo de recuperación de la economía global, aún lento, y su fuerte costo social, particularmente en los países desarrollados, requieren de un valiente cambio de actitud.
A menos que se identifiquen claramente las raíces de la crisis de 2008 –que sigue con nosotros en muchos sentidos–, será difícil que los líderes políticos y los organismos internacionales hagan lo que es necesario para superarla.
La verdad es que el 15 de septiembre de 2008, cuando el banco Lehman Brothers se declaró en quiebra, el mundo no solo se precipitó a la crisis financiera más grande desde el desplome de la bolsa de valores de Nueva York en 1929, sino que también entró en una crisis de paradigma.
Las gigantescas inyecciones de fondos públicos evitaron que otros grandes bancos de inversión en Estados Unidos y Europa corrieran la misma suerte de Lehman. Se hizo evidente que la avería no era algo aislado sino que era sistémica. El problema no se limitó a esta o aquella otra institución financiera. Más bien, fue una falla más grande del sistema económico –y político– dominante en los años recientes.
Es un modelo basado en la absurda idea de que el mercado no necesita estar sujeto a reglas, de que cualquier tipo de monitoreo o supervisión es perjudicial y que los gobiernos no tienen nada qué hacer en la economía; excepto, claro está, cuando el mercado se enfrenta a una crisis.
Según este paradigma, el gobierno transfiere la autoridad democrática que surge del voto popular –por ende, su responsabilidad moral y política ante los ciudadanos– a los técnicos y dependencias cuya tarea principal es permitir el libre flujo del capital especulativo.
Cinco años de crisis financiera han transcurrido, con graves daños económicos y profundo sufrimiento personal, y no ha sido suficiente para reconsiderar este sistema. Por desgracia, muchos países todavía no han podido romper los dogmas que permitieron el divorcio entre la economía real y la economía del dinero ficticio, así como el círculo vicioso de bajo crecimiento, alto desempleo y mayor concentración de la riqueza en manos de unos cuantos.
Cinco años de crisis financiera han transcurrido, con graves daños económicos y profundo sufrimiento personal, y no ha sido suficiente para reconsiderar este sistema. Por desgracia, muchos países todavía no han podido romper los dogmas que permitieron el divorcio entre la economía real y la economía del dinero ficticio, así como el círculo vicioso de bajo crecimiento, alto desempleo y mayor concentración de la riqueza en manos de unos cuantos.
Los mercados financieros se han expandido a un ritmo vertiginoso, sin un aumento simultáneo en la creación de bienes y servicios. Entre 1980 y 2006, el producto interno bruto mundial creció un 314 por ciento, mientras que la riqueza financiera aumentó en un 1.291 por ciento, según el Instituto Global McKinsey y el Fondo Monetario Internacional, sin incluir los derivados. En ese mismo periodo, con base en cifras del Banco Mundial, los bienes financieros no derivados totalizaron 200 billones de dólares en todo el mundo, comparado con 674 billones en derivados.
En los países ricos, los periodos de mayor progreso económico, social y político del siglo XX no coincidieron con eras de reticencia gubernamental o de voluntad política atrofiada. El presidente Franklin Roosevelt tomó la decisión política de intervenir enérgicamente en la economía estadounidense después de que fuera devastada por la crisis de 1929, regulando el sistema financiero y contribuyendo a fomentar la inversión productiva, el gasto destinado al consumo y la creación de empleos. El plan Marshall en Europa, financiado por el gobierno estadounidense, tuvo motivaciones geopolíticas pero también fue el reconocimiento de que Estados Unidos no era una isla y no podía seguir prosperando en un mundo empobrecido. Durante más de 30 años en Europa y en Estados Unidos el “welfare state” no fue solo el resultado del desarrollo, sino su motor.
En los últimos años, políticas neoliberales extremistas han causado un fuerte retroceso. De 2002 a 2007, en Estados Unidos, el 1 por ciento de la población más rica absorbió el 65 por ciento del aumento de los ingresos. En casi todos los países desarrollados creció el número de pobres. La tasa de desempleo en Europa llegó a más del 12 por ciento y, en Estados Unidos, en su peor momento, fue superior al 10 por ciento.
El brutal ajuste impuesto a la mayoría de los países europeos –el llamado “austericidio”– está retrasando innecesariamente una solución a la crisis. El Viejo Continente necesita un crecimiento vigoroso para recuperarse de las profundas pérdidas de los últimos cinco años.
Algunos países europeos parecen estar saliendo de la recesión, pero la recuperación será mucho más lenta y dolorosa debido a las políticas de austeridad establecidas. Más allá de los sacrificios de los pueblos europeos, este camino también ha lesionado a las economías que lograron resistir creativamente las rupturas de 2008, incluida la de Estados Unidos, la del grupo BRICS y la mayoría de los países en vías de desarrollo.
El mundo no necesita ni debe seguir ese camino, que implica un enorme costo humano y considerables riesgos políticos. La drástica pérdida de derechos laborales y sociales, salarios espectacularmente más bajos y un alto índice de desempleo crean un ambiente peligrosamente inestable en las sociedades democráticas.
Este es el momento de revivir el papel de la política en la economía global. Apegarse a un paradigma económico fallido es también una decisión política, que transfiere los costos de la especulación financiera a los pobres, a los trabajadores y a la clase media.
La solución de la crisis actual podría ser más rápida en lo económico y más justa en lo social. Para que eso suceda, los líderes políticos deben demostrar la misma audacia y visión del futuro que prevalecieron en el “New Deal” de Roosevelt en la década de 1930 y después de la Segunda Guerra Mundial.
Los Estados Unidos del presidente Barack Obama y el Japón del primer ministro Shinzo Abe están adoptando medidas poco ortodoxas para fomentar el crecimiento. Eso es importante. Como también lo es que muchos países en desarrollo han invertido y siguen invirtiendo en la distribución de las riquezas como una estrategia para el progreso económico, apostándole a la inclusión social y al crecimiento del mercado interno. El aumento del ingreso de las clases trabajadoras y un incremento responsable del crédito han preservado los empleos y neutralizado algunos de los efectos de la crisis financiera global en Brasil y otros países latinoamericanos. La inversión pública en infraestructura también ha sido esencial para mantener esas economías en alza.
Sin embargo, esas medidas no bastarán para promover el crecimiento sustentable en todo el mundo. Debemos ir más allá, hacer más.
Necesitamos un auténtico pacto global por el desarrollo y acciones coordinadas que impliquen a todos los países, inclusive a los europeos.
Políticas gubernamentales bien articuladas en todo el mundo, que incrementen la inversión privada y pública, combatan la pobreza y las desigualdades, y creen empleos, podrían constituir el impulso inicial para que la rueda de la economía gire más rápidamente.
Tales políticas fomentarían no solo el crecimiento económico sino los buenos resultados fiscales, pues un crecimiento rápido ayuda a reducir el déficit público a mediano plazo. Para lograr eso es esencial que exista una coordinación entre las principales economías del mundo, con iniciativas más audaces del Grupo de los Veinte. Todos los países se beneficiarían de una estrategia conjunta, aumentando el flujo internacional de los negocios y evitando la vuelta al proteccionismo.
Queda por explorar un largo camino de crecimiento global: en Asia, África y América Latina, integrar a millones de personas en la economía formal y el mercado de consumo por primera vez; y en las economías desarrolladas, revivir el poder adquisitivo del consumidor y elevar el nivel de vida de los trabajadores y la clase media. Juntas, esas medidas podrían ser un motor para aumentar la producción y las inversiones en muchos decenios por venir.
(Luiz Inácio Lula da Silva es ex presidente de Brasil y ahora trabaja en iniciativas globales con el Instituto Lula. Puede usted seguirlo en facebook.com/lula.)
FUENTE: http://www.larepublica.pe/columnistas/la-columna-de-lula/el-momento-de-la-accion-politica-24-08-2013
Damon asalta el paraíso de los ricos
El actor y guionista regresa a las pantallas con Elysium, una historia de ciencia ficción que se enfoca en las enormes diferencias entre pobres y adinerados.
Matt Damon es la antítesis del ministro de Economía. El actor estadounidense, nacido en Massachusetts, no huye de las crisis, por el contrario, las busca, las protagoniza, en la vida real o en la ficción. Fue él quien le puso la voz en off a Inside Job, documental ganador del premio Oscar de 2011 que trata de identificar las causas y responsables de la crisis financiera de 2008, provocada por el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Es el mismo Damon que a través de su ONG, Water.org, busca llamar la atención sobre las 2 mil millones de personas en el mundo que carecen de servicios de saneamiento y agua potable. Para ello, en febrero de este año, se colgó del cuello una tapa de inodoro y difundió un video en Youtube en el que invocaba a sus fanáticos a seguirlo en su huelga de excusados. Y aunque todavía no explica si ya ha dejado el paro, o si su llamado tuvo más éxito que las convocatorias de Julio Rau Rau, el buen Matt ya está involucrado en una nueva cruzada.
En su nueva película, Elysium, que hace referencia a los Campos Elíseos –viejo paraíso de los guerreros de la mitología griega– Damon se enfrenta a los intereses de los hombres más ricos y afortunados del mundo, que viven en un satélite circular, orbitando sobre el planeta, lejos de la miseria, las guerras y las enfermedades de la Tierra. En ese mismo mundo futurista, del año 2154, el resto de la especie humana padece en gigantescas ciudades convertidas en basureros, en las que escasea el agua.
Como un moderno Prometeo, el actor no debe robar el fuego sagrado, pero sí la tecnología que permite a los habitantes del Elysium estar libre de todas las enfermedades para ofrecerla a toda la humanidad.
Es su nueva aventura, distante de la realidad, pero no del carácter que Damon les ha dado a todos sus personajes.
El actor fue convocado a esta película cuando estaba a punto de embarcarse en uno de sus proyectos más anhelados: la dirección de La Tierra Prometida, película guionizada por él mismo.
Gran vertedero
Neill Blomkamp, director de District 9, recordada película de ciencia ficción, en la que se usa la historia de un grupo de extraterrestres como metáfora contra el apartheid, lo convenció de una manera poco usual. Le prometió que
filmarían en un inmenso vertedero de México, rodeados de polvo mezclado con materia fecal. Ese set tan realista, que retrata con crudeza la miseria, sin los retoques de la pantalla verde de los efectos especiales, sedujo al actor.
“Yo estaba allí, filmando en un helicóptero, mientras Matt estaba comiendo polvo, salvo que no solo era polvo”, cuenta Blomkamp, entusiasmado, cuando le preguntan por el rodaje. La memoria de Damon es todavía más específica. “Literalmente estábamos comiendo mierda (...) Fueron las peores dos semanas de rodaje que he tenido en mi vida, pero merecieron la pena”, dice.
Ricos contra pobres, brechas insalvables, carencias, Damon afirma que conoce algo de eso. En un artículo publicado por la revista ON Madrid, del grupo El País, el también guionista cuenta que su madre, una maestra “hippie”, lo llevaba todos los veranos a México para que conociera una realidad distinta a la de Estados Unidos, y para que aprendiera español. Lo segundo no lo logró, pero de lo primero le quedó algo.
Galán comprometido
Damon, ganador del Oscar a mejor guión junto a su gran amigo Ben Affleck, por la película Good Will Hunting (1997), siempre se ha comprometido con causas altruistas. En 2006 se convirtió en uno de los rostros más visibles, junto a Julia Roberts y George Clooney, de la campaña One, que busca acabar con el sida y la pobreza extrema en el mundo.
También es fundador de la ONG Not On Our Watch, que en 2008 advirtió sobre la crisis humanitaria en la región de Darfur, Sudán.
También es fundador de la ONG Not On Our Watch, que en 2008 advirtió sobre la crisis humanitaria en la región de Darfur, Sudán.
Claro que no todo tiene que ver con estas causas en la vida de la estrella. Para lo que siempre tiene espacio es para el humor. Este año, cuando respondía preguntas por otra película que protagoniza, Behind the Candelabra, en la que hace del amante homosexual de Michael Douglas, comentó: “Tirarme a Michael Douglas ha sido uno de los mayores desafíos que he tenido”. Nadie se lo discutió.
¿Son los banqueros los nuevos villanos de Hollywood?
Leonardo DiCaprio interpreta al excorredor de bolsa Jordan Belfort que a finales de la
década del 90 defraudó a miles de personas en Nueva York.
El cine siempre ha buscado villanos para sus películas. Algunos entrañables criminales como Vito Corleone o caricaturescos como Ernst Stavro Blofeld, el famoso Número 1 de las películas de James Bond.
Pero en épocas recientes, los banqueros vienen ocupando frecuentemente ese lugar en la imaginación de Hollywood.
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Sin duda, el impacto de la crisis financiera global de 2008 tiene que ver con ello, pues dejó en evidencia que las acciones de algunos potentados de las finanzas pueden tener un gran impacto sobre la vida de todos.
Filmes como "El precio de la codicia", The Company Men, "Demasiado grande para fallar" o la última de Martín Scorsese, "El lobo de Wall Street", han encontrado en el mundo financiero una rica veta de historias.
Los nuevos villanos
"El lobo de Wall Street" está inspirada en el accionar del corredor de bolsa Jordan Belfort, que en la década de los 90 del siglo pasado estafó con la venta de acciones a varios inversionistas por una suma cercana a los US$ 200 millones.
La película se centra en la desproporcionada vida que llevó Belfort gracias a sus estafas: sexo, fiestas y licor abundan en la pantalla y también se cuenta cómo cayó en desgracia. Belfort estuvo en prisión 22 meses por el delito de fraude financiero.
Leonardo DiCaprio es el actor que personifica al excorredor de bolsa en la película de Scorsese.
"Creo que el personaje es una representación de lo que está pasando en nuestra cultura actualmente, que se evidenció después de la crisis de 2008, de personas que solo se preocupan por sí mismas... Aunque la película está centrada en la vida de Jordan, creo que muestra algo mucho más grande", le dijo DiCaprio a la BBC.
¿Apología del exceso?
Sin embargo, como ocurrió en su momento con la familia Corleone en "El Padrino", algunas críticas recaen sobre la aparente benevolencia con que se presenta en "El lobo de Wall Street" a un personaje que admitió defraudar a muchas personas por su ambición.
"La verdad es que sabíamos que teníamos que sumergir al público en este mundo oscuro, para mostrar a estas personas como realmente son, con excesos en todos los sentidos. Queremos que la gente entienda cuál es el tipo de vida que lleva esta clase de personas, que se dejan tentar por el dinero y el poder"
Leonardo DiCaprio
"Miles de víctimas fueron perjudicadas por su comportamiento y nunca aparecen en la película, bajo ningún concepto", dijo a la BBC el fiscal del caso en contra de Belfort, Joel Cohen.
Añadió que "muchas de esas personas le entregaron a Belfort muchos de sus ahorros de toda la vida. Y la mayoría de ellas terminaron en la bancarrota o cerca de ella porque las inversiones que hicieron no valían nada".
Para Di Caprio existe una buena razón para enfocarse sólo en el comportamiento del victimario.
"Nosotros conocemos las ramificaciones de esas acciones, sabemos que hay gente que va a sufrir por las hechos que mostramos en la película", dijo el actor, quien ha sido nominado a los Globo de Oro por este papel.
"La verdad es que sabíamos que teníamos que sumergir al público en este mundo oscuro, para mostrar a estas personas como realmente son, con excesos en todos los sentidos. Queremos que la gente entienda cuál es el tipo de vida que lleva esta clase de personas, que se dejan tentar por el dinero y el poder", añadió.
No son simples villanos
Para el antropólogo holandés Joris Luyendijk, insistir en mostrar a los banqueros como simples villanos es perder un punto de vista mucho más importante.
"Nos gusta la idea de mostrar a los corredores de bolsa o los propietarios de las instituciones financieras como unos sicópatas, pero es mucho más perturbador que eso", le dijo Luyendijk a la BBC.
Y añadió "de hecho, nadie predijo la debacle de 2008. Todos pensaron que andaban bien las cosas. Los guionistas aman los villanos que saben que son malos, pero mostrar en la pantalla a un villano que cree que no hizo nada malo, eso es complejo".
Y concluyó que muchos banqueros creen aún que no tuvieron nada que ver con la crisis de 2008.
Frente a esto, DiCaprio tiene claro que "hay mucha más vigilancia en el sector. Pero eso no significa que nos podemos relajar al respecto. Yo creo que el sistema financiero aprendió a autorregularse, pero no se puede dejar de estar pendiente".
Por el momento, no parece muy aventurado predecir que en los próximos años Hollywood ofrecerá muchas nuevas películas en las que el "malo" sea uno de los "amos del universo" de Wall Street.
El nuevo mapa de la pobreza en Europa
A más de cinco años del comienzo de la gran recesión del siglo XXI, Europa exhibe un nuevo mapa de la pobreza.
En la eurozona, Grecia vive “al borde de una catástrofe humanitaria”, España tiene tres millones de personas que sobreviven con ingresos mensuales de menos de 307 euros (US$417), las cifras oficiales de Portugal colocan a un 18% de la población por debajo de la línea de la pobreza, y en países fundadores del proyecto paneuropeo como Italia, el número de pobres se duplicó entre 2007 y 2012.
La situación va más allá de la llamada periferia. En Alemania casi ocho millones de personas sobreviven con unos 450 euros (US$611) mensuales de salario y, por fuera del euro, en Reino Unido, los bancos de alimentos, administrados por organizaciones caritativas, se han multiplicado por 20.
Los datos de la agencia de estadísticas europea, Eurostat, o del Banco Mundial, coinciden con los de ONGs que luchan contra la pobreza como Oxfam.
“Hay un nuevo mapa de la pobreza como consecuencia de las medidas de austeridad. Desde el aumento del desempleo hasta el desalojo y el desmantelamiento del Estado de Bienestar están contribuyendo a este nuevo panorama”, señaló a BBC Mundo la directora de Oxfam Internacional, Natalia Alonso.
¿Qué es ser pobre en Europa?
La pobreza se mide en términos absolutos y relativos. En el primer caso se trata de una virtual incapacidad de supervivencia. En el segundo es relativa al ingreso promedio y las expectativas de una época (no tener heladera o electricidad o agua corriente, etc.) que puede ser diferente en Europa que en América Latina, a principios del siglo XX o del XXI.
En España tres millones de personas sobreviven con menos de 307 euros mensuales.
En Reino Unido la ONG Trussell Trust suministra dos semanas de alimentación de emergencia en más de 400 bancos de alimentos.
En 2011-2012, unas 128.697 personas recurrieron a estos bancos. En 2012-2013 la cifra casi se triplicó: 346.992.
“Es gente que tiene que elegir entre comer y prender la calefacción. Gente que come una vez al día. Padres que apenas comen para alimentar a sus hijos. Muchas veces uno se olvida lo fácil que es caer en esa situación. Pérdida de empleo, una cuenta muy alta de electricidad, una reducción de los beneficios sociales, dramas familiares y una persona se queda con poco o nada. A esto se suman salarios bajísimos, empleos temporales o de medio tiempo que hace que la gente entre y salga de situaciones de extrema necesidad”, señaló a BBC Mundo Chris Mould, director de la Trussel Trust.
En Reino Unido se ha acuñado el término “pobreza energética” (fuel poverty) para un creciente porcentaje de la población que sobrevive el eterno y durísimo invierno británico sin calefacción, porque no pueden hacer frente a las cuentas.
Geraldine Pool, diagnosticada con depresión, divorciada, con un hijo y sin trabajo es una de las personas que no pueden prender la calefacción este invierno y han recurrido a los vales de los bancos de comida del Trussell Trust.
“Con el vale me dieron carne y pescado envasado, pasta, azúcar, leche, té. Eso me ayudó a sobrevivir por un tiempo. Pero no puedo prender la calefacción: no podría pagar las cuentas. No tengo agua caliente, así que para bañarme tengo que calentar el agua y asearme como puedo”, señaló a BBC Mundo.
Los PIIGS
Según Eurostat, en 2012 unos 124 millones de personas -24.8% de los 28 países de la UE- estaban en “peligro de pobreza o exclusión social”, definición que incluye tanto la pobreza relativa como la absoluta. En 2008 la cifra era del 17%.
Esta situación es particularmente visible en los países más golpeados por la crisis de la eurozona y los programas de ajuste, agrupados bajo el burlón acrónimo de PIIGS (“Pigs” es cerdos en inglés y abarca a Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España).
El economista griego Costas Lapavitsas, académico de la Universidad de Londres, y autor de “Crisis in the Eurozone”, describe la situación en su país.
“Grecia vive una crisis humanitaria peor que la Argentina del fin de la convertibilidad en 2002. Ha crecido la pobreza absoluta y relativa. El sistema de salud ha colapsado, la gente no puede prender la calefacción, los bancos de comida están a la orden del día”, señaló a BBC Mundo.
Es una historia que parece sacada de una moderna picaresca de la pobreza, uno de cada diez hogares griegos a los que se les cortó el suministro eléctrico el año pasado por no abonar las cuentas recurrió a la inventiva, “colgándose” ilegalmente del suministro general para poder tener acceso a luz y energía eléctrica.
En Italia, el presidente del Instituto de Estadísticas, el ISTAT, Antonio Golini, indicó al Parlamento en octubre que la pobreza pasó de 2,4 millones a 4,8 millones entre 2007 y 2012.
Con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,8% en 2013 no hay mejora a la vista.
“Pero esto va más allá de los PIIGS. Está pasando en el centro. En Francia, por ejemplo”, subraya Costas Lapavitsas.
Vivir con menos
En septiembre del año pasado el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia (INSEE) reveló que en 2011 la pobreza en Francia afectó al 14,3% de la población total, su nivel más alto desde el año 1997.
Según el INSEE unas dos millones de personas viven con menos de 645 euros por mes (US$877), unos 3,6 millones tienen problemas de vivienda y unos 3,5 millones reciben ayuda alimentaria.
El caso más emblemático de esta “pobreza de los ricos” es Alemania, exhibido siempre como modelo a seguir en la eurozona por su crecimiento económico y su flexibilización laboral.
La cara oscura de este crecimiento son los casi ocho millones de personas que sobreviven con los llamados minijobs que dan unos 450 euros mensuales (US$611) y prestaciones sociales nulas.
Desde los orígenes de la flexibilización germana con el gobierno social demócrata de Gehrard Schroeder en 2002 hasta su actual versión con la canciller Angela Merkel, los bancos de alimentos se han triplicado de 310 a 906.
Una situación similar se da en otro de los modelos de sociedad equitativa de antaño, Holanda.
En diciembre la Agencia Oficial de Estadísticas señaló que en 2012 el porcentaje de holandeses que vivía por debajo del umbral de la la pobreza había saltado al 9,4%, equivalente a unos 664.000 hogares. En 2010 el porcentaje era el 7,4%.
http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2014/01/15/140115172359_fuel_poverty_304x171_ap.jpg
En Reino Unido se acuñó el término "pobreza energética".
No a todos les va mal
En 2007 Europa era ya más desigual que en 1970: esta realidad se ha profundizado vertiginosamente desde entonces.
Según el Observatorio de la Realidad Social de la organización católica Cáritas, el número de millonarios en España aumentó en un 13% entre mediados de 2012 y 2013 hasta superar las 400.000 personas.
En 1976, el presidente de la tercera entidad bancaria española ganaba ocho veces más que el empleado medio; hoy gana 44 veces más.
“En Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, España y el Reino Unido se ha visto un crecimiento de los niveles de desigualdad comparables con el 16% de aumento en Bolivia en los seis años que siguieron al programa de ajuste de los 90. En estos países europeos o el 10% más rico gana más o el 10% más pobre gana menos o ambas cosas”, señaló a BBC Mundo desde Oxfam Natalia Alonso.
El impacto no es sólo social o humanitario: el mismo modelo de crecimiento europeo de la posguerra está en juego.
Este modelo incluyente y con fuertes tendencias niveladoras en los social permitía un crecimiento basado en un alto consumo doméstico. El modelo no ha desaparecido, pero está en crisis.
“Si no cambian estas políticas, Europa necesitará 25 años para recuperar el nivel de vida que gozaba antes de la crisis. Hay un desmantelamiento de un modelo en marcha. Hoy la desigualdad en Reino Unido es igual que en Estados Unidos”, indicó Alonso a BBC Mundo.
FUENTE: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/01/140115_economia_mapa_pobreza_europa_mj.shtml
Cinco cosas que desvelan a la economía mundial
La economía mundial está a la deriva. La expectativa de que finalmente este año las naciones desarrolladas saldrían del marasmo que dejó el estallido financiero de 2008 no se ha correspondido con la realidad.
El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) han bajado en junio las proyecciones de crecimiento económico y apenas estamos a mitad de año.
Un repaso de los análisis de organismos multitalerales y fundaciones permite identificar cuatro grandes factores, a los que BBC Mundo, consciente de que el futuro siempre está cargado de incertidumbre, le ha agregado un imponderable quinto punto.
1. La eurozona
Desde el estallido de la deuda soberana con Grecia en 2010, los 17 países que conforman la eurozona no han podido salir del empantanamiento.
Con tres países más rescatados –Portugal, Irlanda, Chipre-, con un sector bancario sostenido con alfileres –España–, con ayudas al sector financiero en su conjunto, la región ha luchado entre el estancamiento y la recesión.
En mayo el desempleo alcanzó un nuevo record de 12,2% -casi 20 millones de personas- que se duplica a un 25% de promedio entre los jóvenes.
La crisis no se limita a la periferia. Holanda, que recortó el gasto como exigía Alemania, se encuentra en su tercera recesión desde 2009 y Francia, que ha encabezado una tímida alternativa a la austeridad, tiene una proyección de crecimiento negativo del 0,2%.
La misma Alemania ya no es lo que era: en el último trimestre de 2012 tuvo una contracción y el Banco Central germano recortó sus expectativas a un pálido 0,3%.
El peligro de implosión no es solo económica. Desde la rebelión alternativa en Italia de Beppo Grillo hasta la España de los indignados y la coalición de izquierda Syriza en Grecia hay cada vez más movimientos en contra de la actual política.
Según Kevin Dunning, analista global de la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist, mucho dependerá de la economía.
"Estamos alertas a la posibilidad de una rebelión política. Por el momento lo que tenemos es un reto fragmentario en un país u otro que no es suficiente para poner el peligro la Eurozona. Todo depende de cómo progrese la economía", le indicó a BBC Mundo.
2. Estados Unidos
Estados Unidos y Europa constituyen casi la mitad del producto global: su recuperación será fundamental para el conjunto.
Si en la Unión Europea, dominada por la crisis de la eurozona, los signos no son auspiciosos, en Estados Unidos la economía creció un 2,2% en 2012, pero pende desde enero del mismo hilo que la eurozona: la austeridad fiscal.
Y es que en ese mes entró automáticamente en vigor el mecanismo conocido como secuestro –recorte de gastos y aumento impositivo– que requiere de un acuerdo del congreso para desactivarlo o sustituírlo por otro mecanismo.
El consenso es que este "secuestro" está podando entre un 1% y un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Las proyecciones de crecimiento para este año son del 1,6%.
Según el codirector del Centre for Economic and Policy Research de Washington, Dean Baker, el problema es político.
"Estamos encadenados por esta contracción fiscal y no parece que haya voluntad política para salir de allí. Hasta septiembre no va a haber ningún movimiento en el congreso para llegar un acuerdo. Esto está parando la economía", le dijo a BBC Mundo.
3. China
China fue la primera economía que, gracias a una gigantesca inversión estatal, salió en 2009 de la crisis económico-financiera que provocó la caída del Lehman Brothers.
En 2010 y 2011 su economía fue uno de los motores global que atenuó la crisis de la eurozona.
El año pasado y este el panorama es distinto. En parte en respuesta a la crisis global, China está intentando cambiar su economía de un modelo basado en la exportación a otro más dirigido al consumo.
La economía tiene hoy proyecciones de alrededor del 7%, robustas aún, pero a bastante distancia de los dos dígitos de los últimos 30 años.
Peor aún una minoría de consultoras predicen una caída abrupta de la economía a un 3%, agobiada por la deuda de municipios y gobiernos y la explosión de la burbuja bancario-inmobiliaria que creó la masiva intervención pública de 2008-2009.
Según Dunning, el gobierno tiene recursos para evitar una caída abrupta.
"Hay suficientes fondos como para contrarestar esta posibilidad con nuevos programas de estímulo económico", le indicó a BBC Mundo.
Aunque China solo constituye el 10% del PIB global, estos cambios internos han tenido un gran impacto en el precio de las materias primas, especialmente sensible para América Latina.
El boom en los precios de años previos está, según Dunning, "terminado".
4 - Sistema financiero y bolsas
La crisis estalló por los excesos de un sistema financiero sobrendeudado.
La caída del Lehman Brothers en 2008 estuvo a un tris de provocar una corrida global y una sequía de los cajeros automáticos que hubiera dejado al mundo sin dinero, escenario digno de una película de ciencia ficción.
Está claro que hoy estamos bastante lejos de ese momento, pero ¿nos encontramos realmente a salvo?
"El sistema todavía está reestructurándose. Este proceso tomará hasta finales de la década. El punto débil es la eurozona", señaló Dunning.
Los bancos han aprovechado las bajísimas tasas de interés de los bancos centrales y la emisión de dinero electrónico ("quantitative easing") para refinanciarse y especular con los mercados financieros y las bolsas.
Las bolsas han conseguido valores históricos que han llevado a muchos a hablar de una nueva burbuja. ¿Qué pasa si esta también explota?
"El mercado puede caer un 15% sin que haya un colapso económico. Habría un impacto si la caída es del 50%", le dijo a BBC Mundo Baker.
5 - Los grandes enigmas
En su best seller "The Black Swan", Nassim Nicholas Taleb señaló que nadie pronosticó jamás ningún cambio importante de la historia.
El exministro de Defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld definió el problema diferenciando las entidades que conocemos, pero que no podemos prever (los "knowns unknowns") y las que no podemos predecir porque las desconocemos por completo ("unknowns unknowns").
"Entre los engimas que sí conocemos tenemos que ver qué pasa con el petróleo de esquito que podría cambiar la ecuación de los mercados energéticos y los flujos de capital a Estados Unidos. Otro engima interesante es qué pasará si hay un aumento de las tasas de interés y un relajamiento de la emisión electrónica de dinero", le comentó a BBC Mundo Dunning.
Las incógnitas absolutas (las que "desconocemos que desconocemos") forman parte de lo impredecible, desde crisis epidemiológicas hasta cataclismos ecológicos.
Es de esperar que el futuro no albergue uno de esos fenómenos arrasadores para una economía global que avanza sobre el abismo con el cuidado de un equilibrista apenas sostenido por un fino alambre de acero.
FUENTE: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/06/130619_economia_mundial_5_desvelos_rg.shtml
¿Por qué solamente los ricos deciden su sueldo y no los pobres? ¿Por qué los ricos deciden el sueldo de los pobres y por que no los pobres deciden los sueldos de los ricos? ¿Quién decide cuánto debe de ganar un rico y cuánto debe de ganar un pobre? ¿No es suficiente lo que gana los ricos para que cada cierto time se les eleve su sueldo? ¿No se imaginan que el sueldo que gana un pobre no alcanza ni para cubrir ni una de las cinco necesidades básica? ¿Por qué el sueldo de un rico se eleva geométricamente y la de un pobre aritméticamente? ¿Esto es justicia social? ¿Esto es Inclusión social?
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