¿Qué hacen los suecos para vivir más?
La jardinería, las manualidades, arreglar el auto o salir de paseo tienen un efecto importante en la prolongación de la vida, según concluyeron científicos suecos en un estudio dado a conocer recientemente.
Con un promedio de 82 años, Suecia es el país nórdico que tiene más alta expectativa de vida. En el ranking mundial de la Organización Mundial para la Salud figura sólo por debajo de Japón, Suiza y San Marino (con 83 años), mientras que está a la par con Canadá, Australia, España, Israel, Italia, Islandia, Francia, Luxemburgo, Mónaco y Qatar.
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De acuerdo con el estudio publicado recientemente en elBritish Journal of Sports Medicine, el impacto de estos trabajos sencillos en personas mayores sería mucho más grande de lo que se cree generalmente.
La investigación, que se prolongó por 12 años e involucró a 4.232 voluntarios mayores de 60 años, constató que hubo una reducción del 30% en la tasa de muerte por enfermedad que entre quienes quienes realizaron tareas cotidianas en forma regular.
"Las personas mayores tienden a pasar más tiempo de una forma sedentaria y a hacer menos ejercicio que grupos de otras edades", reportó el periodista de salud de la BBC, James Gallagher.
Por este motivo, los especialistas del Hospital Universitario Karolinska en Estocolmo decidieron fijarse en los niveles de actividad de las personas mayores que arreglan sus autos, realizan trabajos de casa, se encargan del jardín, recogen frutos del bosque o hacen otras actividades como salir de caza; el tipo de ejercitación intermedia entre el gimnasio y sentarse a ver televisión.
Vida más larga
Según el estudio, la clave está en mantenerse alejado del sofá.
Los resultados mostraron que las personas que eran más activas a diario tenían el menor riesgo de sufrir un infarto. Pero la diferencia más grande se encontraba entre quienes se mantenían en movimiento sin hacer ejercicio formal y quienes no hacían absolutamente nada.
"Mantenerse activo redujo el riesgo a tener un ataque al corazón o un accidente cerebro vascular (ACV) en un 27%, y la muerte por cualquier causa en un 30%", informó Gallagher.
De acuerdo con el informe, "una vida diaria generalmente activa tiene importantes asociaciones benéficas con la salud cardiovascular y la longevidad en las personas mayores, que parece ser independiente al ejercicio regular".
El equipo de investigadores considera que esos hallazgos tienen una "alta relevancia clínica" para las personas de edad avanzada, quienes corren el riesgo de pasar mucho tiempo en el sofá o acostados en sus camas.
Los científicos sugieren que estar sentado por largos períodos puede reducir el ritmo metabólico de las personas, o que una falta de actividad puede alterar las hormonas que se producen en el tejido muscular.
Esto podría tener repercusiones en la salud general.
Consultado sobre este estudio, el doctor Tim Chico, cardiólogo de los hospitales Sheffield Teaching, considera que si bien este estudio sólo examinó a las personas mayores de 60 años, "es razonable asumir que cuanto más activo uno es en la vida, menor es el riesgo a tener una enfermedad cardiovascular".
Los mejores (y los peores) países para ser viejo
El ser humano está viviendo más años que nunca y la muestra es la lista cada vez más larga de centenarios en el mundo. Pero un nuevo informe deja algo en claro: pocos países tienen motivos para celebrar la longevidad.
No es lo mismo ser viejo en el norte de Europa, que ser viejo en el sur de Asia.
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Y el ingreso de un país no tiene nada que ver el bienestar de los ancianos, afirma el primer informe global sobre el estado de los adultos mayores en el mundo.
El Índice Global de Vigilancia del Envejecimiento, que publica la organización de ayuda HelpAge International, es el primer estudio que clasifica a los países de acuerdo al bienestar social y económico de los adultos mayores.
Fue realizado en 91 naciones y analizó los beneficios que cada uno otorga en términos de pensiones, transporte confiable, empleo, espíritu comunitario y servicios de salud para las poblaciones de mayores de 60 años, unos 900 millones de personas.
Calidad de vida
La mejor calidad de vida para este grupo está en Suecia. La peor, en Afganistán, según el informe.
"Gracias a las mejores dietas, mejor sanidad, los avances médicos y la mayor prosperidad, la población mundial es más longeva" afirma Silvia Stefanoni, presidenta interina de HelpAge International.
"Se está avanzando tanto que para 2050 la generación de mayores de 60 años superará en números a la generación de menores de 15".
Pero agrega que, tal como lo demuestra el Índice, "hay una realidad muy presente de que millones de adultos mayores, siguen enfrentando condiciones de vida muy difíciles y una falta de acceso a los servicios esenciales".
Para el informe los investigadores tomaron datos de varias organizaciones internacionales, incluido el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo y la UNiCEF.
Encontraron que después de Suecia, los países donde mejor calidad de vida tienen los ancianos son Noruega y Japón.
Suecia es el país con la mejor calidad de vida para adultos mayores.
Y antes de Afganistán, los lugares donde el bienestar de los ancianos es "notablemente peor que el de la población general" son Pakistán, Tanzania y Jordania.
Los países fueron clasificados de acuerdo a cuatro factores: seguridad de ingresos, (incluida pensión, ingreso per capita, tasa de pobreza), estado de la salud (bienestar médico y expectativa de vida a los 60 años y bienestar psicológico), empleo y educación para mayores de 60 años, y bienestar social (relaciones sociales, seguridad física y acceso a transporte público seguro).
Bomba de tiempo
En América Latina hay buenas y malas noticias.
Entre los 91 países, Chile ocupa el lugar número 19, destacándose como el mejor de la región, seguido de Uruguay (23), Argentina (26), Costa Rica (28).
Honduras ocupa el último lugar (82) en la región con las peores condiciones para la población mayor de 60 años, la anteceden Guatemala (75) y Paraguay (72).
Los autores destacan, sin embargo, que el objetivo del Índice no es simplemente demostrar los mejores y peores lugares para envejecer, sino se trata de "una herramienta para alentar a los países a enfrentar los desafíos de sus poblaciones en envejecimiento".
"Hay una realidad muy presente de que millones de adultos mayores, siguen enfrentando condiciones de vida muy difíciles y una falta de acceso a los servicios escenciales"
Silvia Stefanoni
Uno de los aspectos más sorpresivos del informe es que la riqueza de un país, o su ingreso per cápita, no necesariamente conduce a un mayor bienestar para los adultos mayores.
Por ejemplo, sorprende que México uno de los países que forma parte del G20 (las 20 naciones industrializadas y emergentes del mundo) y una de las economías de mayor crecimiento en la región, ocupa el lugar número 56.
Esto se debe a la baja puntuación del país en el área de seguridad de ingresos, donde ocupa el lugar 70.
Tradicionalmente el país ha tenido un enorme sector de economía informal cuyos trabajadores han pasado gran parte o toda su vida laboral sin hacer contizaciones para un sistema de pensión.
Y aún ahora, las cifras oficiales muestran que sólo 34% de la población económicamente activa está cubierta por algún tipo de esquema obligatorio, el resto está en el sector informal o desempleado.
Para paliar el problema el gobierno mexicano introdujo este año un nuevo esquema de pensiones no contributivas para los mayores de 65 años que no reciben ningúna otra pensión pública.
Pero según el Índice este esquema "sólo está cubriendo al 20% de los trabajdores del sector informal y un 25% de la población de adultos mayores vive en relativa pobreza".
El estudio incluyó a las poblaciones mayores de 91 países del mundo.
Esto es una mala noticia para un país donde se espera que la población de adultos mayores se duplique en los próximos 40 años. Se espera que para 2050 casi 26% de la población mexicana tendrá 60 años o más.
La buena noticia en América Latina es que muchos otros países de la región: Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Panamá y Uruguay, han logrado importantes avances para mejorar el bienestar de la población de mayor edad, dicen los autores.
Y hacen una mención especial a Bolivia, que, dicen, "a pesar de ser uno de los países más pobres de la región ha establecido un ambiente de políticas progresivas para las personas mayores".
El país cuenta con un Plan Nacional de Envejecimiento, servicio de salud gratuito para los mayores y una pensión uiniversal no contibutiva, la llamada Renta Dignidad.
El informe hace un llamado para que los países comiencen ahora a preparase para la inminencia del crecimiento de sus poblaciones mayores.
"La gente que ha vivido con pobreza y desigualdad durante toda su vida llega a la vejez con profundas desventajas acumuladas" señalan los autores.
Y lo principal, agregan, es "garantizarles la seguridad de un ingreso y el acceso a los servicios de salud".
"Ambos son esenciales para liberar el potencial de la población que envejece. Pero también son uno de los mayores desafíos que los gobiernos enfrentan hoy en día".
Por qué las mujeres viven más que los hombres
Un estudio sugiere que la razón por la que las mujeres viven más que los hombres se debe, en parte, a que el sistema inmune de ellas envejece más despacio.
Según científicos japoneses, en la medida que las defensas del cuerpo se debilitan con el tiempo, el aumento de la susceptibilidad de los hombres a enfermarse recorta su vida útil.
Un examen de la función inmune podría ofrecer una idea de la verdadera edad biológica, según el estudio publicado en la revista especializada Inmunity & Ageing.
El sistema inmune protege el cuerpo de infecciones y del cáncer, pero causa enfermedades cuando no está bien regulado.
El estudio japonés tuvo como objetivo aclarar la controvertida pregunta sobre si los cambios relacionados con la edad en las defensas del cuerpo pueden ser responsables de las diferencias en la expectativa de vida promedio entre hombres y mujeres.
Linfocitos T y B
El profesor Katsuiku Hirokawa y sus colegas de la Universidad Médica y Dental de Tokio analizaron muestras de sangre de 350 hombres y mujeres sanos de edades comprendidas entre los 20 y 90 años.
Midieron los niveles de glóbulos blancos (leucocitos) y moléculas llamadas citocinas, que interactúan con las células del sistema inmune para regular la respuesta del cuerpo a enfermedades.
En ambos sexos, el número de leucocitos por persona disminuyó con la edad, tal y como se tenía previsto a partir de estudios previos.
No obstante, un examen más detallado mostró diferencias entre hombres y mujeres en dos componentes clave del sistema inmune: los linfocitos-T, que protegen el cuerpo de infecciones, y los linfocitos-B, que segregan anticuerpos. Se trata de dos tipos específicos de glóbulos blancos.
La tasa de disminución de la mayoría de linfocitos T y B era más rápida en hombres, quienes también mostraron un declive más rápido relacionado con la edad en el caso de dos citocinas.
Dos tipos específicos de célula del sistema inmune que ataca a los invasores, los linfocitos CD4 y las células NK, aumentaron en cantidad con los años, con una mayor tasa de crecimiento en mujeres que en hombres.
Edad biológica real
"Nuestros resultados indican que la tasa de disminución en estos parámetros inmunológicos es más lenta en mujeres que en hombres"
Katsuiku Hirokawa, Universidad Médica y Dental de Tokio
Los investigadores creen que los parámetros inmunológicos de una persona podrían ser indicativos de su verdadera edad biológica.
"Los cambios relacionados con la edad en varios parámetros inmunológicos se diferencian entre hombres y mujeres", explicó Hirokawa en el ensayo.
"Nuestros resultados indican que la tasa de disminución en estos parámetros inmunológicos es más lenta en mujeres que en hombres y esto es consistente con el hecho de que las mujeres viven más".
Por su parte, el profesor Tom Kirkwood, del Instituto de la Salud y Vejez de la Universidad de Newcastle Upon Tyne, en Reino Unido, consideró que los resultados de la investigación, si bien son valiosos, no son fundamentalmente sorprendentes.
"Es probable que el envejecimiento más lento en el sistema inmune de la mujer refleje una tasa general más lenta de envejecimiento intrínseco, en vez de ser el sistema inmune el que esté marcando el paso", le dijo Kirkwood a la BBC.
Estudios similares en ratones han arrojado resultados similares.
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