Los discursos más polémicos de Francisco I como Arzobispo de Buenos Aires
Jorge Mario Bergoglio hizo alusión a la pobreza, la droga y la prostitución infantil en estos videos
En el Día internacional de la lucha contra la explotación sexual y trata de personas, Francisco I, en ese entonces solo Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, emitió un discurso en Constitución. "La esclavitud no está abolida, en esta ciudad está a la orden del día bajo diversas formas", denunció. "Esta ciudad fracasó y sigue fracasando en sacarlo de esa esclavitud estructural", agregó en referencia a los menores de edad que trabajan en la calle. Según el presentador del programa que emitió este video, también afirmó que "se cuida mejor a un perro que a un hermano".
El Papa Francisco tiene razones para estar contento, ayer cumplió su primer mes al frente de la Iglesia Católica gozando de la confianza del 84% de los católicos italianos. Más impactante resulta saber que el 62% de los fieles de otras religiones y los no creyentes se sienten atraídos por él. Resulta también relevante que la mitad de los italianos se sienta más cerca de la Iglesia desde que llegó Francisco y aún más que el 18% de los no creyentes reconozca que se está acercando a las parroquias gracias a él.
No cabe duda que el debut del nuevo Pontífice ha sido espectacular, Jorge Bergoglio es, según la gente, “cercano a los fieles”, “humilde”, “sincero”, “moderno”, “determinado” y el tema de los pobres es central en sus planes. Ayer por ejemplo les envió una carta a quienes carecen de vivienda en Roma y son atendidos por la Caritas diocesana. “Los llevo en mi corazón y estoy a su disposición”, les dijo.
Sin duda el estilo humilde, acentuado en la misericordia de este buen pastor, ha producido un vuelco en las expectativas del mundo católico. La gran mayoría está convencido de su voluntad de renovación y la sigue con entusiasmo. Mientras tanto, los que estamos al otro lado del mundo sufrimos la definición de misericordia del Cardenal Cipriani, bastante lejana a la de Bergoglio a nuestro entender.
Y es que el Cardenal peruano ha usado el púlpito en reiteradas ocasiones para poner su compasión al lado de un dictador juzgado y condenado, bajo cuyo régimen corrupto se asesinó, y no al lado de sus humildes víctimas. Habría que hacerle conocer a Bergoglio la interpretación auténtica de misericordia de Cipriani para ver si la comparte.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/14-04-2013/pastor
El Papa y el DalÁi Lama
Tomado de DOMINGO de LA REPÚBLICA, 28JULIO.2013.p.02
20 grandes momentos del Papa Francisco
El viernes 13 de diciembre se cumplen nueve meses desde la elección de Jorge Bergoglio como máximo líder de la Iglesia Católica, realizada durante el segundo día de cónclave. Además, la revista estadounidense Time lo eligió como personalidad del año. Por eso, te ofrecemos un repaso de los 20 momentos más importantes desde que asumió.
El primero, sin duda, es uno de los más esperados por millones de católicos: la ceremonia de asunción. Tuvo lugar el 19 de marzo, seis días después de haber sido elegido papa, y congregó a miles de fieles en la Plaza San Pedro, a 132 delegaciones oficiales y a muchos otros que siguieron la misa desde diferentes lugares alrededor del mundo.
Desde que asumió, realizó numerosos cambios que sorprendieron por su espíritu humilde y lo acercaron rápidamente a la gente.
Uno de ellos tuvo como protagonista al sillón: reemplazó la lujosa butaca dorada y roja por una de madera, con tapizado de cuero blanco.
Si bien tradicionalmente quienes son elegidos como pontífices se trasladan al ostentoso Palacio Apostólico a vivir, Francisco decidió residir en Santa Marta, la casa donde se alojan obispos, curas y laicos durante el cónclave, mucho más sencilla y modesta.
'No quise ir al Palacio Apostólico a vivir, voy sólo a trabajar y a las audiencias' porque en Santa Marta 'estoy a la vista de la gente y hago la vida normal: misa pública a la mañana, como en el comedor con todos, etc. Esto me hace bien y evita que quede aislado', explicó el Papa en una carta dirigida al Padre Enrique Martínez, párroco de la Anunciación del Señor, en el barrio Cochangasta, de la diócesis de La Rioja en Argentina.
Otro signo de humildad que mostró Francisco fue decidir viajar en vehículos convencionales y poco costosos, en lugar de hacerlo en coches de alta gama. Además, siempre se trasladó con las ventanas bajas, saludando a los fieles que se le acercaban.
En septiembre se subió a un antiguo Renault 4L blanco (foto), antes de ir a la vigilia por la paz en la Plaza San Pedro, y confirmó este estilo.
El encuentro entre Francisco y Benedicto XVI fue histórico: por primera vez en al menos 600 años se reunieron un Papa en funciones y un ex Papa. Sucedió el sábado 23 de marzo, día en el que el actual Pontífice se trasladó en helicóptero a la residencia papal en Castel Gandolfo para almorzar con quien renunció a ese cargo el 28 de febrero por 'falta de fuerzas'.
Un acontecimiento que también llamó la atención fue su reunión con la presidenta de su país, Cristina Fernández de Kirchner, con quien hasta ese momento no gozaba de buenas relaciones. Se trató de la primera mandataria en encontrarse con el Sumo Pontífice.
Otro gesto de acercamiento a la gente tuvo que ver con su presencia en las redes sociales. El 17 de marzo, a sólo cuatro días de haber sido anunciado Papa, Francisco abrió nueve cuentas de Twitter, en nueve lenguas distintas, y el primer día publicó: 'Queridos amigos, les doy las gracias de corazón y les ruego que sigan rezando por mí. Papa Francisco'. Sumó hasta 10.000 seguidores en una hora.
Actualmente, sin siquiera llegar al año, tiene diez millones de seguidores.
Por esta razón, el Blogfest 2013, festival que reúne a expertos en redes sociales de Europa, lo eligió como la Personalidad del Año, debido a la “cercanía, frecuencia y determinación” de las palabras que escribe en @Pontifex.
Para Facebook, el Papa también fue el protagonista de 2013.
Actualmente, sin siquiera llegar al año, tiene diez millones de seguidores.
Por esta razón, el Blogfest 2013, festival que reúne a expertos en redes sociales de Europa, lo eligió como la Personalidad del Año, debido a la “cercanía, frecuencia y determinación” de las palabras que escribe en @Pontifex.
Para Facebook, el Papa también fue el protagonista de 2013.
Luego de esa visita, otros jefes de Estado se reunieron con él. Entre ellos: Nicolás Maduro (Venezuela), Horacio Cartes (Paraguay), Denis Sassou-Nguesso (República del Congo), Giorgio Napolitano (Italia), Dilma Rousesff (Brasil) y Sebastián Piñera (Chile).
El domingo 31 de marzo ofició su primera Pascua como Papa. En la celebración, expresó ante miles de personas en San Pedro: 'Pidamos a Jesús resucitado que transforma la muerte en vida, que cambie el odio en amor, la venganza en perdón, la guerra en paz. Sí, Cristo es nuestra paz, e imploremos por medio de él la paz para el mundo entero'. Luego dio la tradicional bendición 'urbi et orbi'.
EL LÍDER QUE NOS FALTABA
En julio llegó el evento más importante desde su asunción: la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Río de Janeiro, Brasil. Tuvo lugar desde el 23 al 28 de ese mes y acudieron más de tres millones de jóvenes de 178 países. En su homilía, Francisco sorprendió por el tono de sus declaraciones: 'Hagan lío y vayan contracorriente.Ir contracorriente significa hacer ruido, lío. Me dicen: 'No, pero, mira, toma un poco de alcohol, toma un poco de droga...' ¡No! Vayan contra la corriente de esta civilización que está haciendo tanto daño'.
Durante los seis días, el Papa se mantuvo en el primer lugar de la agenda de todos los medios de comunicación.
Durante los seis días, el Papa se mantuvo en el primer lugar de la agenda de todos los medios de comunicación.
Una vez finalizada la JMJ, llegó el tiempo de las preguntas: Francisco dio una rueda de prensa a bordo del avión del viaje de vuelta a Roma. Y no estuvo exenta de polémicas.
'Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?', respondió a un periodista que indagó sobre su opinión acerca de la integración de los homosexuales a la Iglesia. 'El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby', explicó y sorprendió a muchos.
'Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?', respondió a un periodista que indagó sobre su opinión acerca de la integración de los homosexuales a la Iglesia. 'El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby', explicó y sorprendió a muchos.
Otra de sus fuertes declaraciones tuvo que ver con el dinero. En una misa realizada el domingo 22 de septiembre, Francisco arremetió: 'Vivimos las consecuencias de una decisión mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia. Un sistema económico que tiene al centro un ídolo que se llama dinero'. Y agregó: 'Perdonándome por estas palabras duras, pero donde no hay trabajo, falta la dignidad. Es difícil tener dignidad sin trabajar. El trabajo es dignidad, llevar el pan a casa, y amar'.
El carisma de Francisco es tal que hasta los niños se ven atraídos por él. Ese es el caso de este niño colombiano que irrumpió en el escenario levantado en la Plaza de San Pedro a propósito de la misa por la fiesta de la familia, evadió los controles de los oficiales y llegó a saludar al Francisco y hasta a sentarse en el sillón papal. El Pontífice, conforme a su simpática actitud, lo abrazó, lo besó y dejó que el pequeño se aferrase a su vestimenta.
Esta foto recorrió el mundo entero. Se trata del abrazo entre Francisco y Vinicio Rivas, un hombre que padece neurofibromatosis, una enfermedad neuronal que produce tumores en la piel. 'Era como estar en el paraíso', describió el italiano. 'El Papa ni se detuvo a pensar si me abrazaba o no. Mi enfermedad no es contagiosa, pero él no lo sabía. Bajó del altar a saludar a los enfermos. Yo le besé la mano mientras que él con la otra me acariciaba la cabeza y las heridas', detalló luego.
Otro momento que será recordado, al menos por los argentinos (y quizá por los hinchas culés), fue el día en el que Francisco recibió a la Selección de su país, visita que presidió el mejor jugador del mundo, Lionel Messi. El Papa le recordó a los futbolistas que 'son referentes de la paz social que tanto necesitamos' y les pidió que no se olviden que además de 'campeones muy populares' también son 'hombres'. El encuentro se dio en la previa del partido amistoso internacional ante Italia, que se jugó en agosto.
Otro signo de renovación en la Iglesia lo realizó hace sólo un mes. El Papa lanzó un inédito sondeo mundial para conocer lo que piensan los católicos respecto a las enseñanzas de la iglesia frente a las nuevas realidades sociales, el matrimonio y la vida familiar. Se trató de una encuesta mundial sin precedentes que ya ha sido calificada de 'revolucionaria'.
Diez meses después de su elección, los gestos, palabras y reformas iniciadas por el papa Francisco –en el Vaticano y la Iglesia Católica– le han cerrado la boca a una variopinta legión de detractores en todo el mundo.
Marcelo Tinelli, junto con otros representantes del club San Lorenzo de Almagro, llegó al Vaticano el 17 de diciembre, el mismo día en que Jorge Mario Bergoglio cumplía 77 años y pudo hacer que el equipo argentino anotara un gol más: le entregó al Papa una réplica de la Copa que acababa de ganar y una camiseta que, literalmente, rezaba “Francisco campeón”.
Los futboleros (incluyendo a los jugadores Sebastián Torrico y Mauro Cetto) pudieron conversar con el Pontífice por 40 minutos, se tomaron fotos, rieron y acaso recordaron a las viejas glorias de “los cuervos”. Que se sepa, Juan Pablo II jamás se tomó fotos con la gente del Wisla de Cracovia, o Benedicto XVI con los muchachos del Bayern de Munich.
AVANZA FRANCISCO…
Bergoglio sí es capaz de eso. Como de abrazar, el pasado 7 de noviembre en la Plaza San Pedro, a Vinicio Riva, un italiano de Vicenza, de 53 años, que tiene incontables deformaciones en el cuerpo debido a la neurofibromatosis que padece. “Él no sabía si mi enfermedad era contagiosa o no”, le contó Riva al matutino británico Daily Mail.
Desde que el 13 de marzo asumió como el Papa No.266 de la Iglesia Católica Romana, la actividad pública del ex arzobispo de Buenos Aires ha estado sembrada de esos continuos gestos, que según quienes lo conocían desde su vida porteña, son auténticos. Otra de sus ‘gracias’, acaso terrenales, ha sido ponerse una bola roja en la nariz en medio del Vaticano.
Lo hizo el pasado 6 de noviembre, al toparse con un matrimonio de clowns que salía de casarse de la Basílica de San Pedro. Todo ese talante, a la vez, va en simultáneo con una serie de reformas que ha comenzado a poner en marcha en la Santa Sede, las cuales, ciertamente, no le parecen muy graciosas a algunas autoridades o movimientos eclesiales.
Acaso la principal es el reciclaje del IOR (Instituto de Obras Religiosas), el llamado ‘Banco del Vaticano’, una entidad que, como señala con crudeza el periodista Eric Frattini en su libro ‘Los cuervos del Vaticano’, estaba implicado en el ‘blanqueo’ de capitales. Benedicto XVI no pudo con ellos, pero Bergoglio sí está tratando, al menos, de ponerlos en vereda.
En junio pasado, nombró una comisión que ha comenzado a examinar el IOR; en noviembre creó una oficina contra el lavado de dinero, una forma de apuntar, quizás con nombre y apellido, a los escándalos del pasado y el presente. En el mismo mes, encargó a la auditora global Ernest & Young que monitoree las actividades del Governatorato.
Esta institución, encargada del gobierno de la Ciudad del Vaticano, aparece en los ‘vatileaks’ (las filtraciones hechas por Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto XVI), como otra de las zonas oscuras. Bergoglio, con un talante de ‘cuervo’ distinto (así se llama a los hinchas de San Lorenzo), está tratando de voltear el marcador de la mala fama.
¿UN PAPA MARXISTA?
En la lógica de sus declaraciones sin ambages, el papa Francisco declaró hace poco que “no era marxista”, que incluso esta ideología estaba equivocada, pero que no lo ofendía que lo llamaran así porque conocía muchos marxistas que eran “buenos como personas”. Fue en una entrevista (otro dato, un Papa que da más entrevistas) con el diario italiano La Stampa.
La pregunta vino porque no han faltado ataques contra sus ímpetus reformistas. Tras ser publicada su Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium’ (‘La alegría del Evangelio’) sufrió cierta carga ideológica por parte de sectores ultramontanos, católicos o no. Todo porque, en ese documento, se atreve a subir la voz en torno a algunos recurrentes dramas.
En el apartado No.53 del documento, bajo el título ‘No a una economía de la exclusión’ dice, entre otras cosas, lo siguiente:
“Así como el mandamiento de "no matar" pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir "no a una economía de la exclusión y la inequidad". Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa”.
Dos en uno. Primero, una clara alusión, por si hiciera falta, a la imposibilidad de aplicar la pena de muerte, tentación que todavía parece viajar por algunas mentalidades, incluso cardenalicias. Segundo, un golpe –gentil, pero evidente– a la línea de flotación de versiones sobre la economía que, en cristiano, privilegian las cifras sobre la vida real de las personas.
Los primeros disparos mediáticos contra el Papa provinieron de Estados Unidos, aunque no precisamente de Wall Street. Rush Hudson Limbaugh, un ultraconservador comentarista de radio, gran opositor de Bill Clinton en su momento, sentenció, con aire de politólogo, que las palabras de Bergoglio en la entrevista revelaban un “marxismo puro”.
EL PAPA VERDADERO
Jonathan Moseley, un integrante del Tea Party, fue más allá y, digamos, sentó cátedra teológica. “Jesús –dijo, según la agencia AFP– era un capitalista que preconizaba la responsabilidad personal y no un socialista”. Bingo, la línea correcta. Pero no es la primera vez que el nuevo Papa es blanco de interpretaciones o juicios populares apresurados.
Desde el comienzo de su Pontificado, Bergoglio fue puesto en la mira de la desconfianza. En principio, por cierta izquierda retrógrada, que lo tildó de “cómplice de la dictadura”, de prácticamente haber entregado en un plato la cabeza de algunas curas a los generales. Con el tiempo, se probó que la afirmación no tenía sustento, por boca de uno de los implicados.
El 20 de marzo, apenas 7 días después de que el Papa asumiera –y mientras en algunos medios, y en las redes sociales, cundían la indignación o el desaliento–, Franz Jalics, uno de los jesuitas presuntamente denunciados por el entonces superior de la Compañía de Jesús en Argentina, habló. “El padre Bergoglio no nos denunció”, dijo y disolvió la polémica.
Con el paso de los meses, el ‘Obispo de Roma’ –así se llama él mismo para aludir al olvidado origen modesto del Papado– se fue perfilando como un hombre sobrio, que solo viste de blanco, que no usa los zapatos rojos de los Pontífices. Que es humilde, pero a la vez se muestra como un político hábil, capaz de encontrar la cuadratura del círculo católico.
No va a abolir el celibato, pero su nuevo Secretario de Estado, Pietro Parolín, ha afirmado que “no es un dogma”; no va a ordenar a las mujeres, aunque insiste en que deben estar “donde se toman las decisiones”. No está por el matrimonio igualitario, pero ha declarado que no se debe seguir insistiendo solo en ese tema o “en el uso de anticonceptivos”.
APENAS COMIENZA
Ahora hasta hay un cardenal Marx (Reinhard) en el Vaticano, que está en el ‘G-8’, el grupo que asesora directamente al papa Francisco, y que además ha escrito un libro sobre la crisis del capitalismo. En noviembre, por si no bastara, el periodista Jonathan Freedland, del diario británico The Guardian, escribió que el Papa era “el nuevo héroe de la izquierda”
No es para tanto. Porque Bergoglio recién empieza, porque el Vaticano se niega –por el momento– a dar información a la ONU sobre los abusos de menores perpetrados por sacerdotes, porque, en rigor, no se ha despegado de la Doctrina Social de la Iglesia. Lo que sí ha hecho es sacudir a los católicos y al mundo, a punta de austeridad y cintura política. (R.E.)
Los futboleros (incluyendo a los jugadores Sebastián Torrico y Mauro Cetto) pudieron conversar con el Pontífice por 40 minutos, se tomaron fotos, rieron y acaso recordaron a las viejas glorias de “los cuervos”. Que se sepa, Juan Pablo II jamás se tomó fotos con la gente del Wisla de Cracovia, o Benedicto XVI con los muchachos del Bayern de Munich.
AVANZA FRANCISCO…
Bergoglio sí es capaz de eso. Como de abrazar, el pasado 7 de noviembre en la Plaza San Pedro, a Vinicio Riva, un italiano de Vicenza, de 53 años, que tiene incontables deformaciones en el cuerpo debido a la neurofibromatosis que padece. “Él no sabía si mi enfermedad era contagiosa o no”, le contó Riva al matutino británico Daily Mail.
Desde que el 13 de marzo asumió como el Papa No.266 de la Iglesia Católica Romana, la actividad pública del ex arzobispo de Buenos Aires ha estado sembrada de esos continuos gestos, que según quienes lo conocían desde su vida porteña, son auténticos. Otra de sus ‘gracias’, acaso terrenales, ha sido ponerse una bola roja en la nariz en medio del Vaticano.
Lo hizo el pasado 6 de noviembre, al toparse con un matrimonio de clowns que salía de casarse de la Basílica de San Pedro. Todo ese talante, a la vez, va en simultáneo con una serie de reformas que ha comenzado a poner en marcha en la Santa Sede, las cuales, ciertamente, no le parecen muy graciosas a algunas autoridades o movimientos eclesiales.
Acaso la principal es el reciclaje del IOR (Instituto de Obras Religiosas), el llamado ‘Banco del Vaticano’, una entidad que, como señala con crudeza el periodista Eric Frattini en su libro ‘Los cuervos del Vaticano’, estaba implicado en el ‘blanqueo’ de capitales. Benedicto XVI no pudo con ellos, pero Bergoglio sí está tratando, al menos, de ponerlos en vereda.
En junio pasado, nombró una comisión que ha comenzado a examinar el IOR; en noviembre creó una oficina contra el lavado de dinero, una forma de apuntar, quizás con nombre y apellido, a los escándalos del pasado y el presente. En el mismo mes, encargó a la auditora global Ernest & Young que monitoree las actividades del Governatorato.
Esta institución, encargada del gobierno de la Ciudad del Vaticano, aparece en los ‘vatileaks’ (las filtraciones hechas por Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto XVI), como otra de las zonas oscuras. Bergoglio, con un talante de ‘cuervo’ distinto (así se llama a los hinchas de San Lorenzo), está tratando de voltear el marcador de la mala fama.
¿UN PAPA MARXISTA?
En la lógica de sus declaraciones sin ambages, el papa Francisco declaró hace poco que “no era marxista”, que incluso esta ideología estaba equivocada, pero que no lo ofendía que lo llamaran así porque conocía muchos marxistas que eran “buenos como personas”. Fue en una entrevista (otro dato, un Papa que da más entrevistas) con el diario italiano La Stampa.
La pregunta vino porque no han faltado ataques contra sus ímpetus reformistas. Tras ser publicada su Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium’ (‘La alegría del Evangelio’) sufrió cierta carga ideológica por parte de sectores ultramontanos, católicos o no. Todo porque, en ese documento, se atreve a subir la voz en torno a algunos recurrentes dramas.
En el apartado No.53 del documento, bajo el título ‘No a una economía de la exclusión’ dice, entre otras cosas, lo siguiente:
“Así como el mandamiento de "no matar" pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir "no a una economía de la exclusión y la inequidad". Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa”.
Dos en uno. Primero, una clara alusión, por si hiciera falta, a la imposibilidad de aplicar la pena de muerte, tentación que todavía parece viajar por algunas mentalidades, incluso cardenalicias. Segundo, un golpe –gentil, pero evidente– a la línea de flotación de versiones sobre la economía que, en cristiano, privilegian las cifras sobre la vida real de las personas.
Los primeros disparos mediáticos contra el Papa provinieron de Estados Unidos, aunque no precisamente de Wall Street. Rush Hudson Limbaugh, un ultraconservador comentarista de radio, gran opositor de Bill Clinton en su momento, sentenció, con aire de politólogo, que las palabras de Bergoglio en la entrevista revelaban un “marxismo puro”.
EL PAPA VERDADERO
Jonathan Moseley, un integrante del Tea Party, fue más allá y, digamos, sentó cátedra teológica. “Jesús –dijo, según la agencia AFP– era un capitalista que preconizaba la responsabilidad personal y no un socialista”. Bingo, la línea correcta. Pero no es la primera vez que el nuevo Papa es blanco de interpretaciones o juicios populares apresurados.
Desde el comienzo de su Pontificado, Bergoglio fue puesto en la mira de la desconfianza. En principio, por cierta izquierda retrógrada, que lo tildó de “cómplice de la dictadura”, de prácticamente haber entregado en un plato la cabeza de algunas curas a los generales. Con el tiempo, se probó que la afirmación no tenía sustento, por boca de uno de los implicados.
El 20 de marzo, apenas 7 días después de que el Papa asumiera –y mientras en algunos medios, y en las redes sociales, cundían la indignación o el desaliento–, Franz Jalics, uno de los jesuitas presuntamente denunciados por el entonces superior de la Compañía de Jesús en Argentina, habló. “El padre Bergoglio no nos denunció”, dijo y disolvió la polémica.
Con el paso de los meses, el ‘Obispo de Roma’ –así se llama él mismo para aludir al olvidado origen modesto del Papado– se fue perfilando como un hombre sobrio, que solo viste de blanco, que no usa los zapatos rojos de los Pontífices. Que es humilde, pero a la vez se muestra como un político hábil, capaz de encontrar la cuadratura del círculo católico.
No va a abolir el celibato, pero su nuevo Secretario de Estado, Pietro Parolín, ha afirmado que “no es un dogma”; no va a ordenar a las mujeres, aunque insiste en que deben estar “donde se toman las decisiones”. No está por el matrimonio igualitario, pero ha declarado que no se debe seguir insistiendo solo en ese tema o “en el uso de anticonceptivos”.
APENAS COMIENZA
Ahora hasta hay un cardenal Marx (Reinhard) en el Vaticano, que está en el ‘G-8’, el grupo que asesora directamente al papa Francisco, y que además ha escrito un libro sobre la crisis del capitalismo. En noviembre, por si no bastara, el periodista Jonathan Freedland, del diario británico The Guardian, escribió que el Papa era “el nuevo héroe de la izquierda”
No es para tanto. Porque Bergoglio recién empieza, porque el Vaticano se niega –por el momento– a dar información a la ONU sobre los abusos de menores perpetrados por sacerdotes, porque, en rigor, no se ha despegado de la Doctrina Social de la Iglesia. Lo que sí ha hecho es sacudir a los católicos y al mundo, a punta de austeridad y cintura política. (R.E.)
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