Qué es la cuarta revolución industrial (y por qué debería preocuparnos)
Los sistemas ciberfísicos, capaces de comunicarse entre sí y
con los humanos, están en el centro de la revolución en ciernes.
Los economistas le han puesto nombre: la cuarta revolución
industrial.
Marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y
biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.
¿Suena muy radical? Es que, de cumplirse los
vaticinios, lo será. Y está ocurriendo, dicen, a
gran escala y a toda velocidad.
"Estamos al borde de una revolución tecnológica que
modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos
relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será
distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes",
vaticina Klaus Schwab, autor del libro "La cuarta revolución
industrial", publicado este año.
La manufactura cambiará de un modo radical y, con ella, el
mundo del empleo.
Los "nuevos poderes" del
cambio vendrán de la mano de la ingeniería genética y las neurotecnologías, dos
áreas que parecen crípticas y lejanas para el ciudadano de a pie.
Pero
las repercusiones impactarán en cómo somos y nos relacionamos hasta en los
rincones más lejanos del planeta: la revolución afectará
"el mercado del empleo, el futuro del trabajo, la desigualdad en el
ingreso" y sus coletazos impactarán la seguridad
geopolítica y los marcos éticos.
La
fábrica automática y muy, muy inteligente
Entonces, ¿de qué se trata el cambio
y por qué hay quienes creen que se trata de una revolución?
Lo
importante, destacan los teóricos de la idea, es que no se trata de
desarrollos, sino del encuentro de
esos desarrollos. Y en ese sentido, representa un cambio de paradigma, en lugar
de un paso más en la carrera tecnológica frenética.
5 claves para entender la REVOLUCIÓN 4.0
·
1. Alemania
fue el primer país en establecerla en la agenda de gobierno como
"estrategia de alta tecnología"
·
2. Se
basa en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con
software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones
·
3. La
internet de las cosas jugará un rol fundamental
·
4. Permitirá
agregar US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años
·
5. Cambiará
el mundo del empleo por completo y afectará a industrias en todo el planeta
"La cuarta revolución
industrial, no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí
mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos
sobre la infraestructura de la revolución digital (anterior)", dice Schwab,
que es director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en
inglés) y uno de los principales entusiastas de la "revolución".
"Hay tres razones por las que
las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera
revolución industrial, sino la llegada de una distinta: la velocidad, el
alcance y el impacto en los sistemas. La velocidad de los avances actuales no
tiene precedentes en la historia… Y está interfiriendo en casi todas las
industrias de todos los países", apunta el WEF.
También
llamada 4.0, la revolución sigue a los otros tres procesos históricos
transformadores: la primera marcó el paso de la producción manual a la
mecanizada, entre 1760 y 1830; la segunda, alrededor de 1850, trajo la
electricidad y permitió la manufactura en masa.
Para la tercera hubo que esperar a mediados del siglo XX,
con la llegada de la electrónica y la tecnología de la información y las
telecomunicaciones.
Ahora, el cuarto giro trae consigo una tendencia a la
automatización total de la manufactura - su nombre proviene, de hecho, de un
proyecto de estrategia de alta tecnología del gobierno de Alemania, sobre el
que trabajan desde 2013 para llevar su producción a una total independencia de
la mano de obra humana.
La automatización corre por cuenta de sistemas ciberfísicos,
hechos posibles por el internet de la cosas y el cloud computing o nube.
Los sistemas ciberfísicos, que combinan maquinaria física y
tangible con procesos digitales, son capaces de tomar decisiones
descentralizadas y de cooperar -entre ellos y con los humanos- mediante el
internet de las cosas.
Lo que veremos, dicen los teóricos, es una "fábrica
inteligente". Verdaderamente inteligente.
El principio básico es que las empresas podrán crear redes
inteligentes que podrán controlarse a sí mismas, a lo largo de toda la cadena
de valor.
Los guarismos económicos son impactantes: según calculó la
consultora Accenture en 2015, una versión a escala industrial de esta
revolución podría agregar US$14,2 billones a la economía mundial en los
próximos 15 años.
En el Foro de Davos, en enero de este año, hubo un anticipo
de lo que los académicos más entusiastas tienen en la cabeza cuando hablan de
Revolución 4.0: nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia
artificial, biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras
3D serán sus artífices.
Pero serán también los gestores de una de las premisas más
controvertidas del cambio: la cuarta revolución podría acabar con cinco
millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.
Revolución, ¿para quién?
Son precisamente los países más avanzados los que encarnarán
los cambios con mayor rapidez, pero a la vez los expertos destacan que son las
economías emergentes las que podrán sacarle mayor beneficio.
La cuarta revolución tiene el potencial de elevar los
niveles de ingreso globales y mejorar la calidad de vida de poblaciones enteras,
apunta Schwab, las mismas que se han beneficiado con la llegada del mundo
digital (y la posibilidad, por caso, de hacer pagos, escuchar música o pedir un
taxi desde un celular ubicuo y barato).
Sin embargo, el proceso de transformación sólo beneficiará a
quienes sean capaces de innovar y adaptarse.
"El futuro del empleo estará hecho de trabajos que no
existen, en industrias que usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias
que ningún ser humano jamás ha experimentado", resume David Ritter, CEO de
Greenpeace Australia/Pacífico, en una columna sobre la cuarta revolución para
el diario británico The Guardian.
Aunque los empresarios parecen entusiasmados - más que
intimidados- por la magnitud del reto: un sondeo revela que 70% tiene expectativas
positivas sobre la cuarta revolución industrial.
Así se desprende del último Barómetro Global de Innovación,
una medición que publica General Electric cada año y que recoge opiniones de
más de 4.000 líderes y personas interesadas en las transformaciones de 23
países.
LA CUARTA REVOLUCIÓN
¿Qué
opinan los empresarios?
70%
de los ejecutivos tiene expectativas positivas
·
85% cree que las innovaciones de los
sistemas ciberfísicos serán beneficiosas
·
64% está
dispuesto a asumir los riesgos de innovar
·
17% teme por el impacto negativo en los
trabajadores
Barómetro Global
de Innovación 2016, GE
Aunque la distribución regional es desigual y son los
mercados emergentes de Asia principalmente los que están adoptando los cambios
de manera más disruptiva que sus pares de economías desarrolladas.
"Ser disruptivo es el estándar de oro para ejecutivos y
ciudadanos, pero sigue siendo un objetivo complicado de llevar a la
práctica", reconoce el estudio.
Los peligros del cibermodelo
Así, no todos ven el futuro con optimismo: los sondeos
reflejan las preocupaciones de empresarios por el "darwinismo
tecnológico", donde aquellos que no se adapten no lograrán sobrevivir.
Y si ello ocurre a toda velocidad, como señalan los
entusiastas de la cuarta revolución, el efecto puede ser más devastador que el
que generó a su turno la tercera revolución.
"En el juego del desarrollo tecnológico, siempre hay
perdedores. Y una de las formas de inequidad que más me preocupa es la de los
valores. Hay un real riesgo de que la élite tecnocrática vea todos los cambios
que vienen como una justificación de sus valores", le dice a BBC Mundo
Elizabeth Garbee, investigadora de la Escuela para el Futuro de la Innovación
en la Sociedad de la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
"Ese tipo de ideología limita gravemente las
perspectivas que se traen a la mesa a la hora de tomar decisiones (políticas),
lo que a su vez exacerba la inequidad que ya vemos en el mundo hoy",
agrega.
"Dado que mantener el status quo no es una opción,
necesitamos un debate fundamental sobre la forma y los objetivos de esta nueva
economía", apunta Ritter, que considera que debe haber un "debate
democrático" en torno a los cambios tecnológicos.
Los mercados emergentes de Asia están a la vanguardia de la
cuarta revolución, dicen los expertos.
Por una parte, hay quienes descreen que se trate de una
cuarta revolución: es cierto que los cambios son muchos y muy profundos, pero
el concepto fue por primera vez usado en 1940 (en un documento de una revista
de Harvard titulado "La última oportunidad de Estados Unidos", que pintaba
un futuro sombrío por el avance de la tecnología) y su uso representa una
"pereza intelectual", dice Garbee.
Otros, más pragmáticos, alertan que la cuarta revolución no
hará sino aumentar la desigualdad en el reparto del ingreso y traerá consigo
toda clase de dilemas de seguridad geopolítica.
El mismo WEF reconoce que "los beneficios de la
apertura están en riesgo" por medidas proteccionistas, especialmente
barreras no tarifarias y normativas del comercio mundial, que se han exacerbado
desde la crisis financiera de 2007: un desafío que la cuarta revolución deberá
sortear si quiere entregar lo que promete.
"El entusiasmo no es injustificado, estas tecnologías
representan avances asombrosos. Pero el entusiasmo no es excusa para la
ingenuidad y la historia está plagada de ejemplos de cómo la tecnología pasa
por encima de los marcos sociales, éticos y políticos que necesitamos para
hacer buen uso de ella", remata Garbee.
Angela Merkel, en una fábrica de robots: para Alemania, la
revolución 4.0 es una prioridad.
FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834
¿QUÉ PAÍSES TIENEN MÁS ROBOTS EN SUS FÁBRICAS Y CUÁN CIERTO ES QUE NOS ESTÁN ROBANDO LOS PUESTOS DE TRABAJO?
Si tienes un automóvil es muy probable que la mayor parte de ese
vehículo haya sido fabricada por un robot. Y lo mismo puede decirse de tu
teléfono celular, tu televisor, tu lavarropas o cualquier producto de plástico
que forma parte de tu vida cotidiana.
Lo que antes parecía
de ciencia ficción ya es una realidad: los autómatas han
"invadido" una serie de industrias y han desplazado a trabajadores de carne y hueso de muchas fábricas.
Las
cifras así lo demuestran.
Según datos proporcionados
a BBC Mundo por la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en
inglés), actualmente hay un ejército de 1,63 millones de
robots funcionando en todo
el planeta.
Y si uno mira el
mapamundi, los países con más penetración de
autómatas en la industria sonCorea del Sur, Singapur yJapón, y en América Latina México, Argentina y Brasil (ver la lista
completa más abajo).
Hablamos
de máquinas inteligentes y multiformes (no necesariamente con rasgos humanos)
que, con la ayuda de brazos, herramientas y otros adminículos, realizan tareas
repetitivas y de precisión más rápido y con menos errores que las personas.
Y
todo en pos de la productividad.
.
El
uso de robots no sólo crea empleos calificados; también baja el costo de los
productos"
Carsten Heer, IFR
La
IFR afirma que estamos en el comienzo de una revolución:
la demanda de robots se ha acelerado considerablemente desde 2010, con un
incremento del 15% anual, debido a los grandes
avances tecnológicos y a la creciente tendencia a automatizar plantas.
Así,
para 2019 se espera que la cantidad de robots se incremente a 2,6 millones a nivel mundial.
Se
trata de un mercado que en ese momento superará los US$150.000 millones, según estimaciones de Bank of
America Merrill Lynch.
"Entre los sectores de la economía, el automotriz ha sido
la punta de lanza", le explica a BBC Mundo Carsten Heer,
representante de la IFR, que tiene sede en Alemania.
"Es pionero en el uso de
robots; es el que más unidades emplea y el que más invierte en esta
tecnología", completa.
Las
otras industrias donde los autómatas están ampliando su dominio son la electrónica, lametalúrgica, la química, la del plástico y la
de la goma.
Y cada vez se ven más en el
comercio, los almacenes, la logística y los servicios.
¿Quiénes
tienen más robots?
Pero, más a allá de los sectores de
la economía y las ventas, ¿cuáles son los países con más robots en sus
fábricas?
Los
expertos coinciden en que la mejor manera de medirlo es contando las unidades por cada 10.000 empleados activos. Esto
ofrece un panorama más realista de la situación y permite analizar mejor el
impacto del avance de la robótica en el empleo.
El
ranking de los 10 países con mayor densidad de robots lo encabezan naciones asiáticas altamente industrializadas.
Según
los últimos datos disponibles de la IFR (de 2015), Corea del Sur ocupa el primer lugar con531 unidades cada 10.000 trabajadores.
En
la lista le siguen Singapur (398), Japón (305), Alemania (301), Suecia (212), Taiwán (190),Dinamarca (188), Estados Unidos (176), Bélgica (169) e Italia (160).
Los países latinoamericanos más robotizados figuran
muy por debajo en la lista, lejos del promedio global de 69 autómatas por cada
10.000 empleados.
México ocupa el puesto 30 con 33 robots por cada 10.000 trabajadores, Argentina el 36 con 16 unidades y Brasil el 38 con 11.
"Lo
que muestran estas cifras es que, al contrario de lo que muchos creen, la penetración de los robots en la industria sigue
siendo relativamente baja", le comenta a BBC Mundo
Carsten Heer, de la IFR.
"A la vez, esos mismos números
ponen de relieve el enorme potencial que tiene la robótica para seguir
creciendo dentro de las economías".
La
"pesadilla" de ser sustituidos
Cuando
el año pasado Foxconn, la compañía china que fabrica
dispositivos para Apple ySamsung, anunció que reemplazaría
60.000 trabajadores con robots, los peores temores desde el advenimiento de la
inteligencia artificial parecieron confirmarse.
Quienes pensaban que algún día
todos los puestos de trabajo serían sustituidos por robots vieron reforzada su
creencia.
Un
año antes la Changying Precision Technology Company, un fabricante de
componentes de teléfonos celulares también de China, había causado aún más
espanto, al instalar una fábricaoperada casi en su
totalidad por robots.
Según
el diario oficial People's Daily, gracias a los
autómatas esta planta hoy produce tres veces más piezas que
cuando las fabricaban obreros.
Por supuesto, son casos extremos y
no tan frecuentes por el momento.
¿Destructores
o creadores?
Aun
así, ¿se justifican las visiones apocalípticas que
imaginan una economía dominada por robots, en la que los seres humanos son
condenados a una existencia indigna de desempleo y marginación?
Aquí
las opiniones de los expertos y la interpretación de los datos son divergentes.
Hay
quienes sostienen que, si bien los robots han destruido empleos en la
industria, esta pérdida tiende a compensarse con la creación de
puestos de trabajo en áreas relacionadas con la automatización.
Quienes pensaban que algún día
todos los puestos de trabajo serían sustituidos por robots vieron reforzada su
creencia.
Según
el Foro Económico Mundial, para 2020 desaparecerán 5 millones de
puestos de trabajoen las 15 economías más desarrolladas del mundo
por causa de innovaciones como la robótica y la inteligencia artificial.
Pero
cálculos optimistas, como los de la consultora tecnológica Metra Martech,
señalan que los robots actualmente en operaciones han sido responsables de la creación de al menos
8millones de empleos, a los que se sumarán un millón más en los
próximos años.
Se trata de puestos relacionados
directamente con el desarrollo y la operación de autómatas, pero también de
trabajos indirectos en las áreas de productos y servicios.
De
modo que, según estas estimaciones, el déficit no sólo se cubrirá sino que
incluso se convertirá en superávit.
Para Carsten Heer, de la Federación
Internacional de Robótica, este efecto de cascada en toda la economía se
explica con una fórmula sencilla.
"El
uso de robots no sólo crea empleos calificados; también baja el costo de los
productos, lo que a su vez despierta más interés de los consumidores y, como
consecuencia, genera más ventas. Ymás ventas siempre significan
más puestos de trabajo", le asegura a BBC Mundo.
La
"gran escisión"
Sin embargo, hay quienes cuestionan
esta visión y hasta la califican de ingenua.
Uno
de ellos es el profesor Erik Brynjolfsson, académico del Instituto Tecnológico
de Massachusetts (MIT) y coautor del best seller "La segunda era de la máquina".
Tras
muchos años de investigación, Brynjolfsson ha concluido que en países
tecnológicamente avanzados como EE.UU. el implacable avance de la inteligencia
artificial ha destruido más puestos de trabajo que los que
ha creado.
Y sospecha que esto mismo está
ocurriendo en otras naciones avanzadas.
"Normalmente se asume que al
generar más valor, como lo hace la tecnología, la economía se vuelve más
pujante y se crean más empleos", le dice a BBC Mundo.
Sin
embargo, al analizar datos oficiales de EE.UU., Brynjolfsson detectó que a
partir de 2000 las variables de expansión económica y de creación de puestos de
trabajo, que hasta ese momento iban de la mano, comenzaron
a separarse.
La
tecnología avanza tan rápidamente que las organizaciones no pueden adaptarse y
muchos trabajadores no consiguen actualizar sus destrezas"
Erik Brynjolfsson, MIT
"Si uno analiza las
estadísticas, observa que la productividad está en niveles récord y la
innovación es más rápida que nunca. Pero al mismo tiempo el crecimiento del
empleo empezó a estancarse", precisa.
Esta
discrepancia es lo que Brynjolfsson denomina "la gran escisión".
Y la
explica así: "La gente se está quedando atrás porque la tecnología avanza
tan rápidamente que las organizaciones no pueden adaptarse al
cambio y muchos trabajadores no consiguenactualizar sus
destrezas".
Datos del gobierno de
estadounidense muestran que el número de empleos en las fábricas ha caído un
16% en la última década.
Asimismo,
un estudio de la Universidad de Oxford estima que cerca de la mitad de los oficiosestán en riesgo de desaparecer en
ese país como consecuencia de la automatización.
Brynjolfsson
añade que más 80% de los empleos por los que
se paga menos de US$20 la hora podrían ser reemplazados por la inteligencia
artificial en EE.UU.
La realidad es, pues, más compleja
de lo que parece y los riesgos de la robótica para los trabajadores no deben
ser subestimados, advierte e investigador del MIT.
Por
eso no sorprende que hasta el mismísimo Bill Gates, fundador
de Microsoft y gran figura del mundo tecnológico, propusiera cobrar un impuesto a los robots para compensar la
pérdida de empleos por causa de la inteligencia artificial.
El
futuro robótico que anticiparon la ciencia ficción y los innovadores está cada vez más presente. Y ello con brillo, pero también
con cortocircuitos.
FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-39267567
¿Está tu profesión en peligro de extinción?
En muchos países los robots ya dominan la producción
manufacturera.
Primero fueron trabajadores como los cajeros de
supermercados o los obreros de las cadenas de montaje los que vieron como la
automatización les quitaban puestos de trabajo.
Pero el desarrollo de la robótica y la inteligencia
artificial cada vez amenaza más profesiones, incluyendo muchas de las
típicamente consideradas "de cuello blanco".
De hecho, según un estudio de la Universidad de Oxford, en
países como Estados Unidos esta tendencia ya amenaza a aproximadamente el 47%
de toda la fuerza laboral.
Y, aplicando la metodología desarrollada por Carl Benedikt
Frey y Michael Osborne, del Programa Oxford Martin sobre Tecnología y Empleo,
el Banco Mundial estimó que el porcentaje es todavía mayor en países como
Argentina (65%), India (69%) y China (77%).
Las máquinas inteligentes cada vez pueden hacer más tareas
antes reservadas para los humanos.
El que un puesto de trabajo esté bajo amenaza, sin embargo,
no necesariamente significa que será automatizado.
Efectivamente, como se puede observar en la siguiente tabla,
más del 60% de los puestos de trabajo en los países latinoamericanos analizados
por el Banco Mundial son, en principio, susceptibles de automatización.
Pero, en mucho de esos países, el proceso se moderará debido
a que los bajos salarios harían la inversión en tecnología menos rentable por
ello su adopción sería más lenta.
(imagen)
Pero, más allá de eso, ¿es tu profesión una de las que está
en mayor riesgo?
Las ocupaciones menos "computarizables"
Para saberlo, un buen punto de partida es identificar a
aquellos trabajos que no son tan fácilmente replicables por las máquinas.
Y, según Frey y Osborne, la originalidad y la inteligencia
social son las dos facultades humanas más difíciles de automatizar.
(imagen)
Por ello no debe sorprender que las profesiones menos
amenazadas por la computarización sean aquellas que demandan una combinación de
estas habilidades.
"La mayoría de los puestos administrativos, negocios y
financias en los que abundan las tareas generalistas que requieren inteligencia
social están por lo general confinados a la categoría de bajo riesgo",
explican los investigadores en su reporte original "El futuro del
empleo".
"Y lo mismo ocurre con la mayoría de ocupaciones en el
sector salud, educación, el arte y los medios de comunicación", se lee en
el informe.
Los robots son cada vez más capaces de realizar trabajos de
precisión, pero no de pensar por su cuenta.
Con ocupaciones como terapeutas ocupacionales, doctores,
cirujanos, nutricionistas, dentistas, podiatras y psicólogos, el sector salud
domina la lista de aquellas con un factor de riesgo de nada más el 1% o menos.
Esto ciertamente parece lógico en un contexto en el que los
avances tecnológicos también están extendiendo la esperanza de vida.
Los científicos e ingenieros también parecen bastante
protegidos por los altos niveles de inteligencia creativa requeridos para sus
tareas.
Lo que sorprende son datos arrojados en el análisis de
países como Reino Unido, en los cuales ocupaciones de la clase media
clasificaron como de riesgo "medio" de extinción de aquí a 2025.
Se trata de profesionales como jueces y magistrados (40%),
economistas (43%), historiadores (44%), programadores (48%), pilotos
comerciales (55%) y asesores financieros (58% de riesgo).
Las más amenazadas
Los investigadores de Oxford anticipan que la mayor parte de
las personas que trabajan en transporte y logística eventualmente serán
remplazados por la tecnología.
Y lo mismo pasará con los empleados dedicados a trabajos de
apoyo administrativo y la mano de obra productiva del sector manufacturero.
(imagen)
Otro dato sorprendente es que numerosos trabajadores
"de cuello blanco" también están amenazados.
Efectivamente, según Frey y Osborne, "un porcentaje
sustancial de los empleos en servicios, ventas y construcción exhibe altas
probabilidades de computarización".
Para explicar esto, los investigadores hacen notar que el
mercado de los robots domésticos ya está creciendo un 20% anualmente.
"En la medida en que la ventaja comparativa de la
movilidad y desteridad humana se vaya reduciendo, el ritmo de sustitución de
mano de obra en las ocupaciones de servicio irá creciendo", afirman en el
informe.
Y también destacan que muchas de las tareas vinculadas a
ventas -como las que desarrollan cajeros, dependientes y vendedores
telefónicos- que en realidad no requieren de niveles elevados de inteligencia
social.
El mayor uso de prefabricados podría terminar costándole
empleos al sector de la construcción.
Los profesores de Oxford, que en total analizaron las
posibilidades de más de 700 ocupaciones, reconocen sin embargo las dificultades
de predecir el futuro.
"El alcance y el ritmo de la computarización dependerá
de numerosos otros factores", subrayan.
Pero su estudio sugiere unas tendencias que quizás vale la
pena tener en tomar en cuenta a la hora de decidir tu próximo paso.
FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38930099
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