domingo, 19 de marzo de 2017

CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Qué es la cuarta revolución industrial (y por qué debería preocuparnos)


Los sistemas ciberfísicos, capaces de comunicarse entre sí y con los humanos, están en el centro de la revolución en ciernes.
A finales del siglo XVII fue la máquina de vapor. Esta vez, serán los robots integrados en sistemas ciberfísicos los responsables de una transformación radical.


Los economistas le han puesto nombre: la cuarta revolución industrial.
Marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.
¿Suena muy radical? Es que, de cumplirse los vaticinios, lo será. Y está ocurriendo, dicen, a gran escala y a toda velocidad.
"Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes", vaticina Klaus Schwab, autor del libro "La cuarta revolución industrial", publicado este año.

La manufactura cambiará de un modo radical y, con ella, el mundo del empleo.


Los "nuevos poderes" del cambio vendrán de la mano de la ingeniería genética y las neurotecnologías, dos áreas que parecen crípticas y lejanas para el ciudadano de a pie.
Pero las repercusiones impactarán en cómo somos y nos relacionamos hasta en los rincones más lejanos del planeta: la revolución afectará "el mercado del empleo, el futuro del trabajo, la desigualdad en el ingreso" y sus coletazos impactarán la seguridad geopolítica y los marcos éticos.
La fábrica automática y muy, muy inteligente
Entonces, ¿de qué se trata el cambio y por qué hay quienes creen que se trata de una revolución?
Lo importante, destacan los teóricos de la idea, es que no se trata de desarrollos, sino del encuentro de esos desarrollos. Y en ese sentido, representa un cambio de paradigma, en lugar de un paso más en la carrera tecnológica frenética.


5 claves para entender la REVOLUCIÓN 4.0

·         1. Alemania fue el primer país en establecerla en la agenda de gobierno como "estrategia de alta tecnología"
·         2. Se basa en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones
·         3. La internet de las cosas jugará un rol fundamental
·         4. Permitirá agregar US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años
·         5. Cambiará el mundo del empleo por completo y afectará a industrias en todo el planeta



"La cuarta revolución industrial, no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos sobre la infraestructura de la revolución digital (anterior)", dice Schwab, que es director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y uno de los principales entusiastas de la "revolución".
"Hay tres razones por las que las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una distinta: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas. La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia… Y está interfiriendo en casi todas las industrias de todos los países", apunta el WEF.
También llamada 4.0, la revolución sigue a los otros tres procesos históricos transformadores: la primera marcó el paso de la producción manual a la mecanizada, entre 1760 y 1830; la segunda, alrededor de 1850, trajo la electricidad y permitió la manufactura en masa.



 La primera revolución industrial permitió pasar a la producción mecanizada, gracias a novedades como el motor a vapor.


Para la tercera hubo que esperar a mediados del siglo XX, con la llegada de la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones.
Ahora, el cuarto giro trae consigo una tendencia a la automatización total de la manufactura - su nombre proviene, de hecho, de un proyecto de estrategia de alta tecnología del gobierno de Alemania, sobre el que trabajan desde 2013 para llevar su producción a una total independencia de la mano de obra humana.
La automatización corre por cuenta de sistemas ciberfísicos, hechos posibles por el internet de la cosas y el cloud computing o nube.
Los sistemas ciberfísicos, que combinan maquinaria física y tangible con procesos digitales, son capaces de tomar decisiones descentralizadas y de cooperar -entre ellos y con los humanos- mediante el internet de las cosas.
Lo que veremos, dicen los teóricos, es una "fábrica inteligente". Verdaderamente inteligente.


¿Y qué pasará con el empleo? 


El principio básico es que las empresas podrán crear redes inteligentes que podrán controlarse a sí mismas, a lo largo de toda la cadena de valor.
Los guarismos económicos son impactantes: según calculó la consultora Accenture en 2015, una versión a escala industrial de esta revolución podría agregar US$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años.
En el Foro de Davos, en enero de este año, hubo un anticipo de lo que los académicos más entusiastas tienen en la cabeza cuando hablan de Revolución 4.0: nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial, biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras 3D serán sus artífices.
Pero serán también los gestores de una de las premisas más controvertidas del cambio: la cuarta revolución podría acabar con cinco millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.


 En el Foro de Davos, en enero pasado, la cuarta revolución industrial fue la estrella del debate.


Revolución, ¿para quién?
Son precisamente los países más avanzados los que encarnarán los cambios con mayor rapidez, pero a la vez los expertos destacan que son las economías emergentes las que podrán sacarle mayor beneficio.
La cuarta revolución tiene el potencial de elevar los niveles de ingreso globales y mejorar la calidad de vida de poblaciones enteras, apunta Schwab, las mismas que se han beneficiado con la llegada del mundo digital (y la posibilidad, por caso, de hacer pagos, escuchar música o pedir un taxi desde un celular ubicuo y barato).
Sin embargo, el proceso de transformación sólo beneficiará a quienes sean capaces de innovar y adaptarse.


Un esquema de la internet de las cosas (IoT, en inglés) sobre la que se apoya la transformación. 


"El futuro del empleo estará hecho de trabajos que no existen, en industrias que usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias que ningún ser humano jamás ha experimentado", resume David Ritter, CEO de Greenpeace Australia/Pacífico, en una columna sobre la cuarta revolución para el diario británico The Guardian.
Aunque los empresarios parecen entusiasmados - más que intimidados- por la magnitud del reto: un sondeo revela que 70% tiene expectativas positivas sobre la cuarta revolución industrial.
Así se desprende del último Barómetro Global de Innovación, una medición que publica General Electric cada año y que recoge opiniones de más de 4.000 líderes y personas interesadas en las transformaciones de 23 países.


LA CUARTA REVOLUCIÓN

¿Qué opinan los empresarios?

70%
de los ejecutivos tiene expectativas positivas
·         85% cree que las innovaciones de los sistemas ciberfísicos serán beneficiosas
·         64% está dispuesto a asumir los riesgos de innovar
·         17% teme por el impacto negativo en los trabajadores
Barómetro Global de Innovación 2016, GE


Aunque la distribución regional es desigual y son los mercados emergentes de Asia principalmente los que están adoptando los cambios de manera más disruptiva que sus pares de economías desarrolladas.
"Ser disruptivo es el estándar de oro para ejecutivos y ciudadanos, pero sigue siendo un objetivo complicado de llevar a la práctica", reconoce el estudio.
Los peligros del cibermodelo
Así, no todos ven el futuro con optimismo: los sondeos reflejan las preocupaciones de empresarios por el "darwinismo tecnológico", donde aquellos que no se adapten no lograrán sobrevivir.
Y si ello ocurre a toda velocidad, como señalan los entusiastas de la cuarta revolución, el efecto puede ser más devastador que el que generó a su turno la tercera revolución.

 La revolución tendrá que escribir una nueva relación entre los hombres y los robots. Pero detrás hay dilemas éticos y sociales por resolver, dicen los críticos.


"En el juego del desarrollo tecnológico, siempre hay perdedores. Y una de las formas de inequidad que más me preocupa es la de los valores. Hay un real riesgo de que la élite tecnocrática vea todos los cambios que vienen como una justificación de sus valores", le dice a BBC Mundo Elizabeth Garbee, investigadora de la Escuela para el Futuro de la Innovación en la Sociedad de la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
"Ese tipo de ideología limita gravemente las perspectivas que se traen a la mesa a la hora de tomar decisiones (políticas), lo que a su vez exacerba la inequidad que ya vemos en el mundo hoy", agrega.
"Dado que mantener el status quo no es una opción, necesitamos un debate fundamental sobre la forma y los objetivos de esta nueva economía", apunta Ritter, que considera que debe haber un "debate democrático" en torno a los cambios tecnológicos.

Los mercados emergentes de Asia están a la vanguardia de la cuarta revolución, dicen los expertos.


Por una parte, hay quienes descreen que se trate de una cuarta revolución: es cierto que los cambios son muchos y muy profundos, pero el concepto fue por primera vez usado en 1940 (en un documento de una revista de Harvard titulado "La última oportunidad de Estados Unidos", que pintaba un futuro sombrío por el avance de la tecnología) y su uso representa una "pereza intelectual", dice Garbee.
Otros, más pragmáticos, alertan que la cuarta revolución no hará sino aumentar la desigualdad en el reparto del ingreso y traerá consigo toda clase de dilemas de seguridad geopolítica.
El mismo WEF reconoce que "los beneficios de la apertura están en riesgo" por medidas proteccionistas, especialmente barreras no tarifarias y normativas del comercio mundial, que se han exacerbado desde la crisis financiera de 2007: un desafío que la cuarta revolución deberá sortear si quiere entregar lo que promete.
"El entusiasmo no es injustificado, estas tecnologías representan avances asombrosos. Pero el entusiasmo no es excusa para la ingenuidad y la historia está plagada de ejemplos de cómo la tecnología pasa por encima de los marcos sociales, éticos y políticos que necesitamos para hacer buen uso de ella", remata Garbee.

Angela Merkel, en una fábrica de robots: para Alemania, la revolución 4.0 es una prioridad.
FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834





¿QUÉ PAÍSES TIENEN MÁS ROBOTS EN SUS FÁBRICAS Y CUÁN CIERTO ES QUE NOS ESTÁN ROBANDO LOS PUESTOS DE TRABAJO?

Si tienes un automóvil es muy probable que la mayor parte de ese vehículo haya sido fabricada por un robot. Y lo mismo puede decirse de tu teléfono celular, tu televisor, tu lavarropas o cualquier producto de plástico que forma parte de tu vida cotidiana.
Lo que antes parecía de ciencia ficción ya es una realidad: los autómatas han "invadido" una serie de industrias y han desplazado a trabajadores de carne y hueso de muchas fábricas.
Las cifras así lo demuestran.
Según datos proporcionados a BBC Mundo por la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en inglés), actualmente hay un ejército de 1,63 millones de robots funcionando en todo el planeta.
Y si uno mira el mapamundi, los países con más penetración de autómatas en la industria sonCorea del Sur, Singapur yJapón, y en América Latina México, Argentina y Brasil (ver la lista completa más abajo).
Hablamos de máquinas inteligentes y multiformes (no necesariamente con rasgos humanos) que, con la ayuda de brazos, herramientas y otros adminículos, realizan tareas repetitivas y de precisión más rápido y con menos errores que las personas.
Y todo en pos de la productividad.
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El uso de robots no sólo crea empleos calificados; también baja el costo de los productos"
Carsten Heer, IFR
La IFR afirma que estamos en el comienzo de una revolución: la demanda de robots se ha acelerado considerablemente desde 2010, con un incremento del 15% anual, debido a los grandes avances tecnológicos y a la creciente tendencia a automatizar plantas.
Así, para 2019 se espera que la cantidad de robots se incremente a 2,6 millones a nivel mundial.
Se trata de un mercado que en ese momento superará los US$150.000 millones, según estimaciones de Bank of America Merrill Lynch.
"Entre los sectores de la economía, el automotriz ha sido la punta de lanza", le explica a BBC Mundo Carsten Heer, representante de la IFR, que tiene sede en Alemania.
"Es pionero en el uso de robots; es el que más unidades emplea y el que más invierte en esta tecnología", completa.
Las otras industrias donde los autómatas están ampliando su dominio son la electrónica, lametalúrgica, la química, la del plástico y la de la goma.
Y cada vez se ven más en el comercio, los almacenes, la logística y los servicios.
¿Quiénes tienen más robots?


Pero, más a allá de los sectores de la economía y las ventas, ¿cuáles son los países con más robots en sus fábricas?
Los expertos coinciden en que la mejor manera de medirlo es contando las unidades por cada 10.000 empleados activos. Esto ofrece un panorama más realista de la situación y permite analizar mejor el impacto del avance de la robótica en el empleo.
El ranking de los 10 países con mayor densidad de robots lo encabezan naciones asiáticas altamente industrializadas.
Según los últimos datos disponibles de la IFR (de 2015), Corea del Sur ocupa el primer lugar con531 unidades cada 10.000 trabajadores.
En la lista le siguen Singapur (398), Japón (305), Alemania (301), Suecia (212), Taiwán (190),Dinamarca (188), Estados Unidos (176), Bélgica (169) e Italia (160).



Los países latinoamericanos más robotizados figuran muy por debajo en la lista, lejos del promedio global de 69 autómatas por cada 10.000 empleados.
México ocupa el puesto 30 con 33 robots por cada 10.000 trabajadores, Argentina el 36 con 16 unidades y Brasil el 38 con 11.
"Lo que muestran estas cifras es que, al contrario de lo que muchos creen, la penetración de los robots en la industria sigue siendo relativamente baja", le comenta a BBC Mundo Carsten Heer, de la IFR.
"A la vez, esos mismos números ponen de relieve el enorme potencial que tiene la robótica para seguir creciendo dentro de las economías".
La "pesadilla" de ser sustituidos
Cuando el año pasado Foxconn, la compañía china que fabrica dispositivos para Apple ySamsung, anunció que reemplazaría 60.000 trabajadores con robots, los peores temores desde el advenimiento de la inteligencia artificial parecieron confirmarse.
Quienes pensaban que algún día todos los puestos de trabajo serían sustituidos por robots vieron reforzada su creencia.
Un año antes la Changying Precision Technology Company, un fabricante de componentes de teléfonos celulares también de China, había causado aún más espanto, al instalar una fábricaoperada casi en su totalidad por robots.
Según el diario oficial People's Daily, gracias a los autómatas esta planta hoy produce tres veces más piezas que cuando las fabricaban obreros.
Por supuesto, son casos extremos y no tan frecuentes por el momento.
¿Destructores o creadores?
Aun así, ¿se justifican las visiones apocalípticas que imaginan una economía dominada por robots, en la que los seres humanos son condenados a una existencia indigna de desempleo y marginación?
Aquí las opiniones de los expertos y la interpretación de los datos son divergentes.
Hay quienes sostienen que, si bien los robots han destruido empleos en la industria, esta pérdida tiende a compensarse con la creación de puestos de trabajo en áreas relacionadas con la automatización.
Quienes pensaban que algún día todos los puestos de trabajo serían sustituidos por robots vieron reforzada su creencia.
Según el Foro Económico Mundial, para 2020 desaparecerán 5 millones de puestos de trabajoen las 15 economías más desarrolladas del mundo por causa de innovaciones como la robótica y la inteligencia artificial.
Pero cálculos optimistas, como los de la consultora tecnológica Metra Martech, señalan que los robots actualmente en operaciones han sido responsables de la creación de al menos 8millones de empleos, a los que se sumarán un millón más en los próximos años.
Se trata de puestos relacionados directamente con el desarrollo y la operación de autómatas, pero también de trabajos indirectos en las áreas de productos y servicios.
De modo que, según estas estimaciones, el déficit no sólo se cubrirá sino que incluso se convertirá en superávit.
Para Carsten Heer, de la Federación Internacional de Robótica, este efecto de cascada en toda la economía se explica con una fórmula sencilla.
"El uso de robots no sólo crea empleos calificados; también baja el costo de los productos, lo que a su vez despierta más interés de los consumidores y, como consecuencia, genera más ventas. Ymás ventas siempre significan más puestos de trabajo", le asegura a BBC Mundo.



La "gran escisión"
Sin embargo, hay quienes cuestionan esta visión y hasta la califican de ingenua.
Uno de ellos es el profesor Erik Brynjolfsson, académico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y coautor del best seller "La segunda era de la máquina".
Tras muchos años de investigación, Brynjolfsson ha concluido que en países tecnológicamente avanzados como EE.UU. el implacable avance de la inteligencia artificial ha destruido más puestos de trabajo que los que ha creado.
Y sospecha que esto mismo está ocurriendo en otras naciones avanzadas.
"Normalmente se asume que al generar más valor, como lo hace la tecnología, la economía se vuelve más pujante y se crean más empleos", le dice a BBC Mundo.
Sin embargo, al analizar datos oficiales de EE.UU., Brynjolfsson detectó que a partir de 2000 las variables de expansión económica y de creación de puestos de trabajo, que hasta ese momento iban de la mano, comenzaron a separarse.
La tecnología avanza tan rápidamente que las organizaciones no pueden adaptarse y muchos trabajadores no consiguen actualizar sus destrezas"
Erik Brynjolfsson, MIT
"Si uno analiza las estadísticas, observa que la productividad está en niveles récord y la innovación es más rápida que nunca. Pero al mismo tiempo el crecimiento del empleo empezó a estancarse", precisa.
Esta discrepancia es lo que Brynjolfsson denomina "la gran escisión".
Y la explica así: "La gente se está quedando atrás porque la tecnología avanza tan rápidamente que las organizaciones no pueden adaptarse al cambio y muchos trabajadores no consiguenactualizar sus destrezas".
Datos del gobierno de estadounidense muestran que el número de empleos en las fábricas ha caído un 16% en la última década.
Asimismo, un estudio de la Universidad de Oxford estima que cerca de la mitad de los oficiosestán en riesgo de desaparecer en ese país como consecuencia de la automatización.
Brynjolfsson añade que más 80% de los empleos por los que se paga menos de US$20 la hora podrían ser reemplazados por la inteligencia artificial en EE.UU.


La realidad es, pues, más compleja de lo que parece y los riesgos de la robótica para los trabajadores no deben ser subestimados, advierte e investigador del MIT.
Por eso no sorprende que hasta el mismísimo Bill Gates, fundador de Microsoft y gran figura del mundo tecnológico, propusiera cobrar un impuesto a los robots para compensar la pérdida de empleos por causa de la inteligencia artificial.
El futuro robótico que anticiparon la ciencia ficción y los innovadores está cada vez más presente. Y ello con brillo, pero también con cortocircuitos.

FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-39267567



¿Está tu profesión en peligro de extinción?

En muchos países los robots ya dominan la producción manufacturera.

Primero fueron trabajadores como los cajeros de supermercados o los obreros de las cadenas de montaje los que vieron como la automatización les quitaban puestos de trabajo.
Pero el desarrollo de la robótica y la inteligencia artificial cada vez amenaza más profesiones, incluyendo muchas de las típicamente consideradas "de cuello blanco".
De hecho, según un estudio de la Universidad de Oxford, en países como Estados Unidos esta tendencia ya amenaza a aproximadamente el 47% de toda la fuerza laboral.
Y, aplicando la metodología desarrollada por Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, del Programa Oxford Martin sobre Tecnología y Empleo, el Banco Mundial estimó que el porcentaje es todavía mayor en países como Argentina (65%), India (69%) y China (77%).

Las máquinas inteligentes cada vez pueden hacer más tareas antes reservadas para los humanos.

El que un puesto de trabajo esté bajo amenaza, sin embargo, no necesariamente significa que será automatizado.
Efectivamente, como se puede observar en la siguiente tabla, más del 60% de los puestos de trabajo en los países latinoamericanos analizados por el Banco Mundial son, en principio, susceptibles de automatización.
Pero, en mucho de esos países, el proceso se moderará debido a que los bajos salarios harían la inversión en tecnología menos rentable por ello su adopción sería más lenta.

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Pero, más allá de eso, ¿es tu profesión una de las que está en mayor riesgo?
Las ocupaciones menos "computarizables"
Para saberlo, un buen punto de partida es identificar a aquellos trabajos que no son tan fácilmente replicables por las máquinas.
Y, según Frey y Osborne, la originalidad y la inteligencia social son las dos facultades humanas más difíciles de automatizar.

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Por ello no debe sorprender que las profesiones menos amenazadas por la computarización sean aquellas que demandan una combinación de estas habilidades.
"La mayoría de los puestos administrativos, negocios y financias en los que abundan las tareas generalistas que requieren inteligencia social están por lo general confinados a la categoría de bajo riesgo", explican los investigadores en su reporte original "El futuro del empleo".
"Y lo mismo ocurre con la mayoría de ocupaciones en el sector salud, educación, el arte y los medios de comunicación", se lee en el informe.

Los robots son cada vez más capaces de realizar trabajos de precisión, pero no de pensar por su cuenta.

Con ocupaciones como terapeutas ocupacionales, doctores, cirujanos, nutricionistas, dentistas, podiatras y psicólogos, el sector salud domina la lista de aquellas con un factor de riesgo de nada más el 1% o menos.
Esto ciertamente parece lógico en un contexto en el que los avances tecnológicos también están extendiendo la esperanza de vida.
Los científicos e ingenieros también parecen bastante protegidos por los altos niveles de inteligencia creativa requeridos para sus tareas.
Lo que sorprende son datos arrojados en el análisis de países como Reino Unido, en los cuales ocupaciones de la clase media clasificaron como de riesgo "medio" de extinción de aquí a 2025.
Se trata de profesionales como jueces y magistrados (40%), economistas (43%), historiadores (44%), programadores (48%), pilotos comerciales (55%) y asesores financieros (58% de riesgo).
Las más amenazadas
Los investigadores de Oxford anticipan que la mayor parte de las personas que trabajan en transporte y logística eventualmente serán remplazados por la tecnología.
Y lo mismo pasará con los empleados dedicados a trabajos de apoyo administrativo y la mano de obra productiva del sector manufacturero.

(imagen)

Otro dato sorprendente es que numerosos trabajadores "de cuello blanco" también están amenazados.
Efectivamente, según Frey y Osborne, "un porcentaje sustancial de los empleos en servicios, ventas y construcción exhibe altas probabilidades de computarización".
Para explicar esto, los investigadores hacen notar que el mercado de los robots domésticos ya está creciendo un 20% anualmente.
"En la medida en que la ventaja comparativa de la movilidad y desteridad humana se vaya reduciendo, el ritmo de sustitución de mano de obra en las ocupaciones de servicio irá creciendo", afirman en el informe.
Y también destacan que muchas de las tareas vinculadas a ventas -como las que desarrollan cajeros, dependientes y vendedores telefónicos- que en realidad no requieren de niveles elevados de inteligencia social.

El mayor uso de prefabricados podría terminar costándole empleos al sector de la construcción.

Los profesores de Oxford, que en total analizaron las posibilidades de más de 700 ocupaciones, reconocen sin embargo las dificultades de predecir el futuro.
"El alcance y el ritmo de la computarización dependerá de numerosos otros factores", subrayan.
Pero su estudio sugiere unas tendencias que quizás vale la pena tener en tomar en cuenta a la hora de decidir tu próximo paso.

FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38930099












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