No tienes derecho a la tolerancia
Si
eres un odiador de mujeres, de hombres o de homosexuales, no tienes derecho a
la tolerancia. No aplica para ti el derecho a que la sociedad te tolere. La
tolerancia se aplica a quienes piensan, creen o actúan distinto a nosotros, sí,
pero no para quienes diseminan odio y discriminación contra miembros de nuestra
sociedad que no han hecho nada malo. Intervengo una frase de Sartre (post
holocausto nazi): “Me niego a llamar opinión a una doctrina que apunta
expresamente a determinadas personas y que se propone suprimirles sus derechos
o a exterminarlas. La homofobia* no entra en la categoría de pensamientos
protegidos por el derecho de libre opinión”.
Tu
fe es tuya y tienes todo derecho a creer en ella. Pero desde el momento en que
quieres universalizarla y pretendes que todos los miembros de la sociedad estén
obligados a creer como tú, pierdes el derecho a la tolerancia pública. Las
escuelas son centros de impartición de conocimientos basados en hechos,
ciencia, no creencias de fe que no son neutrales. La ciencia sí lo es porque se
basa en “lo que es” y todos/cualquiera puede comprobar, algo totalmente
distinto a una fe que es un “querer creer” aún si no hay pruebas.
No
puedes suprimir a la gente solo porque te incomoda su opción de vida. Gays y
lesbianas existen, han existido antes y existirán mañana, por siempre. Entiendo
que significa un gran paso cambiar algunas creencias que han sido inculcadas
desde pequeños a muchas personas por la penetración de la iglesia en la escuela
pública. Pero si pones en suspenso esas creencias por un momento y piensas en
el gay o la lesbiana de tu familia, el/la que te atiende amablemente en un
banco, el/ la que te opera y salva la vida, el/la que te brinda una mano amiga
en alguna circunstancia difícil, o el/la que te presta plata, limpia tu casa,
siembra tu comida, enseña a tus hijos, dime: ¿son esas personas malas solo por
con quién se acuestan? ¿merecen tu desprecio solo por cómo desafían tus
creencias? ¿merecen que les enseñes a tus hijos que deben odiarlos y
despreciarlos o considerarlos malogrados, fallidos o pervertidos?
Regreso
a Sartre: “El homofóbico* siente repulsión hacia el homosexual* como se siente
repulsión, entre otras comunidades, hacia el negro o el chino. Y esta repulsión
nace del espíritu, es un compromiso del alma, no de la experiencia; es un
compromiso tan profundo y total que se extiende a lo fisiológico, como en el
caso de la histeria. La indignación del homofóbico* proviene de haber asumido
de antemano un concepto negativo del ser homosexual*, de su naturaleza y de su
papel social. No es su propia experiencia la que engendra su visión negativa
del homosexual; es el prejuicio el que exacerba su sentimiento”.
La
realidad te desmiente cuando dices que los niños se volverán gais porque se les
enseñe que hombres y mujeres tienen los mismos derechos y que deben ser
respetuosos de las diferencias. El que es gay será gay y el que no lo es, no lo
será y así siempre ha sido. Mira a tu alrededor, ¿de dónde salen los gais? ¿de
familias gais? ¡No, pues! ¡De familias religiosas y héteros también!
Disfrazas
tu homofobia de defensa por los niños. ¿De qué tienes miedo? ¿De que ponen en
riesgo el ideal de familia que tu religión te ha inculcado? Hay gente
extraordinaria que ha crecido sin familia, o en familias disfuncionales, o
familias monoparentales, con madres o padres solteros. Gays y distintos tipos
de familias existen y no son ni buenos ni malos, simplemente son. Discriminar a
la gente y marginarla, sí lo es. Discriminar a la gente, no es un ejercicio de
la libertad de opinión.
“El
homofóbico* es un hombre que tiene miedo. No de los homosexuales*, por cierto:
de sí mismo, de su conciencia, de su libertad, de sus instintos, de sus
responsabilidades, de la soledad, del cambio, de la sociedad y del mundo; (...)
Es un cobarde que no quiere enfrentar su cobardía; un asesino que reprime su
tendencia al homicidio sin poder refrenarla y que, sin embargo, no se atreve a
matar sino indirectamente”.
No
tienes, entonces, derecho a ser tolerado cuando quieres inculcar odio a gente
que no lo merece y escondes ese odio en una supuesta defensa de los niños. Odia
al corrupto que nos roba, al político cínico que nos miente, al sacerdote que
viola a los niños y los obliga a callar, al asesino, al delincuente. Exige
justicia. No odies a quienes no te han hecho nada y no amenazan ninguna otra
cosa que tu vanidad religiosa o tu incapacidad de ver más allá de tus propios
miedos. Porque cuando los odias a ellos, a quienes nada te hacen, te
deshumanizas. No emites opinión. Cometes injusticia.
*He
reemplazado “antisemita” por “homofóbico” y “judío” por “homosexual” en estas
citas de las Reflexiones sobre la cuestión judía (Jean-Paul
Sartre).
EL SEXO QUE NO ELEGIMOS
No lo recuerdo con toda precisión,
pero me cuentan algunos de mis seres queridos que, en mi infancia, me encantaba
jugar al trompo, treparme a los árboles, usar pantalones –que paraban llenos de
parches en las rodillas de tanta revolcada– y, de cuando en cuando, agarrarme a
trompadas con algún chiquillo pleitista.
Es decir, en la impecable lógica de
los señores de #ConMisHijosNoTeMetas, yo era un prospecto pintadito para
convertirme en lesbiana y, a estas alturas, tendría que estar caminando como
camionero escaldado, luciendo los ternos de Lourdes Alcorta y llevando del
brazo a alguna gentil hembrichi víctima de mi malhadada perversión.
Pero algo raro debe haber ocurrido
conmigo, porque, pese a pronóstico tan tajante –y a pesar de que mis padres,
educadores, me permitieron total libertad para elegir lo que me viniera en gana
en materia sexual– resultó que me encantaban los chicos y que, salvo el gusto
por lanzar a cada rato palabrotas de camionero, todo lo demás en mí está en su
sitio y hasta me quedan muy bien los zapatitos de talla 35 y taco nueve (puedo
llegar al once, pero tampoco quiero parecer drag queen, no se pasen).
O sea, al final resulté igual a cualquier
chiquita que jugaba a las Barbies y hacía de enfermerita cuando jugábamos al
doctor –yo siempre hacía de médico, of course– y aún hoy no tengo dificultad
alguna para relacionarme con los especímenes del género opuesto.
Por si fuera poco, quiso la naturaleza
que me reprodujera y que, de ese curioso fenómeno, naciera una niña a la que
crié con las mismas libertades y que hoy podría ganar un concurso de femineidad
(salvo porque me heredó el gusto por las palabrotas, pero, bueno, lo lleva en
la sangre).
Mi punto es que el principal
argumento de los cavernícolas que pretenden sabotear el sistema educativo del
país se cae solito si uno se pone a pensar que la identidad de género –que no
el sexo, que en la especie animal, a la que pertenecemos, es sólo hembra o
macho, salvo los casos de intersexualidad* (hermafroditismo, lo llamaban
nuestros abuelos)– viene en el ADN de cada cual y no importa cuánto rosadito o
celestito le plantes al bebé, si al final va a resultar machote, mujercita,
gay, trans, bisexual o asexual no es algo que tú puedas inducir ni planificar,
aunque quieras.
Y a aquellos papás que dicen
barbaridades del tipo “yo quiero que mi hijo comience a explorar su sexualidad
cuando yo lo crea conveniente”, hay que informarles que, piña, los niños exploran
su genitalidad desde el vientre materno y que, cuando tu hijo o hija se toca,
no está haciendo otra cosa que vivir su sexualidad de la manera más natural del
mundo y que lo único que lograrás censurándolo o prohibiéndoselo será
convertirte en la última persona con la que compartirá cualquier vivencia
íntima.
Por todo eso, la pregunta que
habría que hacer a cualquier padre –incluso a aquellos que marcharon cual
borregos ayer en contra del currículo educativo– es: ¿quieres que tu hijo
crezca ignorante y lleno traumas en torno al sexo para que sea fácil víctima de
depredadores sexuales, enfermedades de trasmisión sexual y embarazos no
deseados, o quieres a una persona empoderada, con capacidad de elegir y, sobre
todo, de cuidar bien de su cuerpo y su vida emocional?
Si la respuesta es sí, la única
manera de lograrlo es dándole información desde muy pequeño (adecuada a su
nivel, por cierto) y tratando de interferir lo menos posible en sus
descubrimiento del placer, una vivencia demasiado personal como para deformarla
con las intromisiones adultas.
Y si, por tus ataduras cerebrales,
no lo haces de la manera correcta, esa información se la darán sus amiguitos,
el internet o, de repente, algún acomedido curita pedófilo de esos a los que
los preocupadísimos padres de #ConMisHijosNoTeMetas curiosamente no tocan ni
con el pétalo de una rosa.
____________
Nota: Los conceptos que suelen confundir interesadamente quienes abogan por
el oscurantismo y la homofobia son sexo biológico (hembra, macho o
intersexual); la identidad de género (la vivencia interna e individual del
género tal y como cada persona la experimenta); la orientación sexual (la
capacidad, independientemente del sexo biológico y de la identidad de género,
de una persona, para sentirse atraída emocional, sexual y afectivamente por
personas de un género diferente al tuyo, del mismo o de más de un género); y la
expresión de género (la forma en la que expresamos nuestro género: a través de
la vestimenta, el comportamiento, los intereses y las afinidades).
“Váyase a la C…de su M…!” puso en
un tuit el congresista fujimorista Tubino a una persona que le sugería alguna
relación con la homosexualidad. Pero Tubino dice no ser
homofóbico(https://t.co/FJe3LaBmKq). “Me llamo Javier, mi pareja se llama
Francisco y soy arquitecto”, dice un hombre dibujado en una guía para maestros
en la misma página donde hay hombres y mujeres dibujados que se presentan con
sus profesiones o actividades en clara intención de enseñar a los niños la
diversidad existente en la sociedad y que aprendan a respetarse entre sí por
encima de dónde nacieron o viven, qué oficio tienen o si son gay o
heterosexuales. Al señor Tubino esto le parece terrible. Pero, ojo, dice que no
es homofóbico. Es un intolerante de género.
“Tengo amigos homosexuales pero no
por eso voy a querer que mis hijos les enseñen sobre los homosexuales”, dicen
los que aseguran no ser homofóbicos pero quieren invisibilizar al homosexual de
la educación. Son intolerantes de género.
“Tengo derecho a expresar mi
opinión”, dicen los que creen que denigrar, invisibilizar, discriminar a
peruanos y peruanas cuenta como opinión. Quieren llamarle opinión a tratar como
leprosos a homosexuales, llamándoles enfermos, fallados. Dicen que los
respetan, siempre que se mantengan invisibles. Y así dicen no ser homofóbicos.
Son intolerantes de género.
“O sea, si no pienso como tú, soy
ignorante”, dicen tratando de defender su aversión a homosexuales. Como si
discriminarlos fuera una opinión aceptable o siquiera una opinión. Desconocen
lo elemental del género doblemente, porque no se enteran y si se enteran,
pretenden desconocerlo. Aquí (https://goo.gl/xyhqpg), acá
(https://goo.gl/roK8Bt) y acá (https://goo.gl/xyhqpg) hay información para
quien quiera instruirse con pruebas, con ciencia que se basa en investigación,
evidencias. Pero con tal de negar la existencia pública de homosexuales, elaboran
las más delirantes teorías basadas en conocimientos no actualizados. Son
intolerantes de género.
“¿Acaso si no quiero que en el
colegio le enseñen a mi hijo que hay gays soy homofóbico? Sí. La homofobia es
rechazo y aversión a la existencia y reconocimiento público homosexuales. Es
intolerancia de género.
“Ahora resulta que la tolerancia es
solo para los que piensan como uds. Tengo libertad de expresión”, dicen los que
aseguran no ser homofóbicos y se quejan de que nosotros no somos tolerantes con
ellos pese a exigirles tolerancia. Entiende: la tolerancia sirve para mantener
la sociedad cohesionada y el respeto mutuo. Si un grupo en la sociedad pretende
rechazar a otro grupo por fanatismo o falta de información actualizada, esos
grupos hacen daño a la sociedad porque la separan, crean divisiones y
discriminación injusta y la disfrazan de opinión. Es intolerancia de género.
Las ideas de las personas
intolerantes sin base, crean injusticias diarias y no deben ser toleradas en
una sociedad que se quiere construir en armonía y pluralidad. Y esa es la razón
(y no una sarta de tontas teorías conspiranoicas) por la que existe un sistema
político que promueve la inclusión diferenciada y el respeto a homosexuales.
Porque las sociedades se construyen incluyendo. Y las políticas públicas, y la
responsabilidad de un Estado de formar ciudadanos desde las escuelas, no se
pueden basar en creencias de fe (que hay muchas) sino en ciencia, hechos y
conocimiento actualizado. La tolerancia en la sociedad debe tener el límite de
no tolerar al intolerante que quiere discriminar sino todo estaría permitido:
denigrar, ser injusto, o matar. Así lo explicó el filósofo Karl Popper: “Si
extendemos la tolerancia ilimitadamente a aquellos que son intolerantes, si no
estamos preparados para defender la tolerancia de la sociedad contra la
arremetida del intolerante, el tolerante será destruido y con él la
tolerancia”. Por eso la intolerancia de género no debe ser tolerada. Porque es
injusta, discriminatoria, y ejerce violencia real contra niños, adolescentes y
adultos homosexuales por simple fanatismo, falta de conocimiento o miedos
irracionales. No hay peor violencia contra la dignidad de un ser humano que
pretender invisibilizarlo y denigrarlo. No a la intolerancia de género. Sí a la
inclusión diferenciada y respeto a los homosexuales y heterosexuales por igual.
Todo este movimiento se llevó a cabo por un grupo de personas homofóbicas, en su gran mayoría como también machistas. Entre ellos tenemos al líder religioso pastor Rodolfo Gonzales. La República realizó una investigación al respecto.
El líder del M.M.M. Rodolfo Gonzales y el periodista Phillip Batters en la movilización de #ConMisHijosNoTeMetas. En segundo plano se encuentra la actual presidenta del Congreso de Fuerza Popular (del Partido de Keiko Fujimori) apoyando soterradamente dicha manifestación.
Pastor Rodolfo Gonzales:
Empezó en un cine de mala muerte y ahora encabeza un imperio
Historia. Huyó de su natal Cuba, alegando ser perseguido del gobierno socialista por predicar la
palabra de Dios, pero encontró en nuestro país la forma de amasar una
considerable fortuna que tuvo sus comienzos en la formación de una iglesia en
el distrito de La Victoria y que hoy resalta por ser la edificación más moderna
de toda la avenida 28 de julio.
Mensajes. El culto era escenario
para promover campaña discriminatoria.
Probablemente el secreto mejor guardado del pastor evangélico Rodolfo
Gonzales Cruz es la fórmula que le permitió construir un conglomerado
empresarial que le concede gozar una vida muy holgada. Esa fórmula que lo ayudó
a transformarse, de un arruinado cubano que abandonó la provincia de Camagüey
perseguido por el régimen castrista, trasladarse a Lima con toda su familia en
1981, en medio de la guerra terrorista, afincarse en el devastado Cine Teatro
28 de Julio, de La Victoria, donde instaló la primera casa de oración
delMovimiento Misionero Mundial (MMM), y ahora
encabezar un grupo económico que incluye propiedades inmuebles, colegios, un
canal de televisión y una radioemisora con programas propios y repetidoras por
todo el país y en el exterior, entre otros bienes.
La República llamó varias veces al pastor Gonzales para que relatara
la historia de fortuna que lo ha convertido en uno de los más poderosos e
influyentes líderes evangélicos. Pero ha preferido el silencio. Su asistente
arguyó: "El pastor no va a brindar ninguna entrevista porque ya ha emitido
un pronunciamiento en su cuenta de Facebook. Le pedimos que respeten ese
pronunciamiento porque no va a haber otro".
El pastor Gonzales no solo es controversial por su discurso homofóbico
y violento –que ahora niega y alega que se limitó a citar pasajes de la
Biblia–, sino también por el origen de su fortuna.
"Con mis
hijos no te metas"
Precisamente, en uno de los cultos de su iglesia, previo a la marcha
"Con mis hijo no te metas", del cual es promotor incisivo, se le
escucha decir: "Si encuentran dos mujeres teniendo sexo, maten a
las dos. Si encuentran a una mujer teniendo sexo con un animal,
mátenla a ella y maten al animal, sea un perro o cualquier otro animal, en el
nombre de Jesús. Hay poder en Jesús y en la sangre de Cristo".
Uno de los pocos que ha hablado sobre el pastor es su ex yerno
Fernando Moreno Ávalos, quien estuvo casado con la hija del evangélico, Devora
Gonzales Porro. Moreno afirma haber sido víctima de los métodos de su ex suegro
para adueñarse de inmuebles y registrarlos a nombre del MMM.
"Con un préstamo hipotecario construí en Chiclayo un colegio con mucho esfuerzo. Para apropiarse
de la escuela, me denunció varias veces basado en mentiras y haciendo gala de
su capacidad económica, salió bien librado", relató Fernando Moreno.
La mano de dios
Según la biografía oficial del pastor, llegó al mundo el 28 de julio
de 1937, en Camagüey y, a los quince años, manifestó precozmente "el
amor que sentía por las almas perdidas".
En 1956, el mismo año que se casó con Yolanda Porro Rodríguez –con la
que tuvo siete hijos–, se sumó al líder evangélico portorriqueño Luis Ortíz
Marreros, quien en 1963 fundó el Movimiento Misionero Mundial (MMM). En 1965,
Ortíz delegó a Rodolfo Gonzales la representación nacional de MMM en
Cuba.
La versión autorizada sobre el origen de su llegada al Perú es la
siguiente: "En 1970 es tomado prisionero por el gobierno socialista de
Cuba. Su delito fue predicar la Palabra de Dios". Al salir de la cárcel,
prosiguió en sus labores evangélicas casi en la clandestinidad, según su
versión, hasta que el 25 de marzo de 1981, en compañía de sus padres, su esposa
y tres de sus hijos, aterrizó en Lima. "Dios le abrió puertas para que se
quedara en este país", señala su autobiografía.
El viejo Cine Teatro 28 de Julio, ubicado en la cuadra 17 de la
avenida del mismo nombre en La Victoria, y que en los años 60 proyectó las
mejores películas de la edad de oro de la filmografía mexicana y donde se
presentaron artistas populares como Los Embajadores Criollos o Los Yorks, fue
el elegido por el pastor Rodolfo Gonzales como el primer templo del MMM en el
Perú, el 27 de abril de 1983. En una época en que el lugar era considerado un
cine de mala muerte. Casi 34 años después, ahora cuenta con 994 locales en todo
el país, de ellos 304 en Lima. Es decir, habilitó casi 30 templos por
año. Todo un récord.
Ahora, el templo del MMM de la avenida 28 de julio se distingue
fácilmente de las viejas construcciones aledañas, grises, sucias y descuidadas
en comparación con la moderna edificación de lunas polarizadas y mayólica del
templo donde comenzó la prédica del reverendo cubano Rodolfo Gonzales
Cruz. De la mano de Dios, como él diría.
De acuerdo con Registros Públicos, Gonzales controla personalmente un
imperio evangelístico.
A nombre propio
Gonzales es presidente de Bethel Comunicaciones, que domina 43
estaciones de televisión en todo el país y alcanza a 60 países, además de 174
repetidoras de radio. Encabeza también la Asociación Educativa Internacional
Elim, que administra 21 colegios de inicial, primaria y secundara, además de
dos institutos pedagógicos en el territorio nacional. Cobran 200 soles la
matrícula y 160 soles la mensualidad. Pero ellos te escogen, tú no a ellos.
También aparece como presidente de Inversiones Altamira, que
se dedica a una serie de publicaciones.
El revendo Rodolfo Gonzales figura, además, como propietario de la
residencia dePueblo Libre por la que pagó una hipoteca por 350 mil dólares, un monto
difícilmente de cubrir con los diezmos.
Otros colectivos evangélicos, además de discrepar del el estilo del
reverendo cubano Rodolfo Gonzales, no comparten su pensamiento.
El presidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú (Conep), el
obispo metodista Samuel Aguilar Curi, criticó el discurso del líder del
poderoso MMM.
"Nosotros llamamos a la tolerancia, al respeto, porque es parte
de nuestros principios y valores que practicamos como cristianos. Después de escuchar
los diversos discursos que se han dado en diferentes espacios, discordamos de
ese tipo de prédicas porque no es lo que caracteriza a un cristiano y menos si
se considera seguidor de Jesucristo", dijo el obispo Samuel Aguilar en
alusión al pastor Rodolfo Gonzales.
"El MMM es una organización que no tiene mucho tiempo en el país.
Los que están presentes en el Concilio Nacional Evangélico son los que tienen
una larga trayectoria en el Perú. En el caso del Movimiento Misionero Mundial,
por el discurso que tienen, no puede participar dentro del concilio",
precisó el obispo Aguilar.
El arequipeño Israel Quispe Mamani sabe que los seguidores de Rodolfo
Gonzales no son unos ángeles. Denunció que el MMM construía un templo que
afectaba su vivienda, en Arequipa. Se dirigió a todas las autoridades. Pero
ninguna quiere intervenir. Mamani le dijo a La República que
todos le tienen miedo a Gonzales por su poder económico. No es la mano
de Dios, es la mano de Gonzales.
Denuncia
·
Su prédica intolerante a la comunidad LGTB originó que la Fiscalía
Penal de Turno Permanente de Lima disponga investigar al pastor Rodolfo
Gonzales Cruz por instigación masiva a cometer el delito contra la vida, el
cuerpo y la salud.}
El periodista Phillip Batters es apoyado por el expresidente constitucional Alan Garcçia Pérez
El líder del M.M.M. Rodolfo Gonzales y el periodista Phillip Batters en la movilización de #ConMisHijosNoTeMetas. En segundo plano se encuentra la actual presidenta del Congreso de Fuerza Popular (del Partido de Keiko Fujimori) apoyando soterradamente dicha manifestación.
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