miércoles, 22 de marzo de 2017

#ConMisHijosNoTeMetas…já

No tienes derecho a la tolerancia
Si eres un odiador de mujeres, de hombres o de homosexuales, no tienes derecho a la tolerancia. No aplica para ti el derecho a que la sociedad te tolere. La tolerancia se aplica a quienes piensan, creen o actúan distinto a nosotros, sí, pero no para quienes diseminan odio y discriminación contra miembros de nuestra sociedad que no han hecho nada malo. Intervengo una frase de Sartre (post holocausto nazi): “Me niego a llamar opinión a una doctrina que apunta expresamente a determinadas personas y que se propone suprimirles sus derechos o a exterminarlas. La homofobia* no entra en la categoría de pensamientos protegidos por el derecho de libre opinión”.
Tu fe es tuya y tienes todo derecho a creer en ella. Pero desde el momento en que quieres universalizarla y pretendes que todos los miembros de la sociedad estén obligados a creer como tú, pierdes el derecho a la tolerancia pública. Las escuelas son centros de impartición de conocimientos basados en hechos, ciencia, no creencias de fe que no son neutrales. La ciencia sí lo es porque se basa en “lo que es” y todos/cualquiera puede comprobar, algo totalmente distinto a una fe que es un “querer creer” aún si no hay pruebas.
No puedes suprimir a la gente solo porque te incomoda su opción de vida. Gays y lesbianas existen, han existido antes y existirán mañana, por siempre. Entiendo que significa un gran paso cambiar algunas creencias que han sido inculcadas desde pequeños a muchas personas por la penetración de la iglesia en la escuela pública. Pero si pones en suspenso esas creencias por un momento y piensas en el gay o la lesbiana de tu familia, el/la que te atiende amablemente en un banco, el/ la que te opera y salva la vida, el/la que te brinda una mano amiga en alguna circunstancia difícil, o el/la que te presta plata, limpia tu casa, siembra tu comida, enseña a tus hijos, dime: ¿son esas personas malas solo por con quién se acuestan? ¿merecen tu desprecio solo por cómo desafían tus creencias? ¿merecen que les enseñes a tus hijos que deben odiarlos y despreciarlos o considerarlos malogrados, fallidos o pervertidos?
Regreso a Sartre: “El homofóbico* siente repulsión hacia el homosexual* como se siente repulsión, entre otras comunidades, hacia el negro o el chino. Y esta repulsión nace del espíritu, es un compromiso del alma, no de la experiencia; es un compromiso tan profundo y total que se extiende a lo fisiológico, como en el caso de la histeria. La indignación del homofóbico* proviene de haber asumido de antemano un concepto negativo del ser homosexual*, de su naturaleza y de su papel social. No es su propia experiencia la que engendra su visión negativa del homosexual; es el prejuicio el que exacerba su sentimiento”.
La realidad te desmiente cuando dices que los niños se volverán gais porque se les enseñe que hombres y mujeres tienen los mismos derechos y que deben ser respetuosos de las diferencias. El que es gay será gay y el que no lo es, no lo será y así siempre ha sido. Mira a tu alrededor, ¿de dónde salen los gais? ¿de familias gais? ¡No, pues! ¡De familias religiosas y héteros también!
Disfrazas tu homofobia de defensa por los niños. ¿De qué tienes miedo? ¿De que ponen en riesgo el ideal de familia que tu religión te ha inculcado? Hay gente extraordinaria que ha crecido sin familia, o en familias disfuncionales, o familias monoparentales, con madres o padres solteros. Gays y distintos tipos de familias existen y no son ni buenos ni malos, simplemente son. Discriminar a la gente y marginarla, sí lo es. Discriminar a la gente, no es un ejercicio de la libertad de opinión.
“El homofóbico* es un hombre que tiene miedo. No de los homosexuales*, por cierto: de sí mismo, de su conciencia, de su libertad, de sus instintos, de sus responsabilidades, de la soledad, del cambio, de la sociedad y del mundo; (...) Es un cobarde que no quiere enfrentar su cobardía; un asesino que reprime su tendencia al homicidio sin poder refrenarla y que, sin embargo, no se atreve a matar sino indirectamente”.
No tienes, entonces, derecho a ser tolerado cuando quieres inculcar odio a gente que no lo merece y escondes ese odio en una supuesta defensa de los niños. Odia al corrupto que nos roba, al político cínico que nos miente, al sacerdote que viola a los niños y los obliga a callar, al asesino, al delincuente. Exige justicia. No odies a quienes no te han hecho nada y no amenazan ninguna otra cosa que tu vanidad religiosa o tu incapacidad de ver más allá de tus propios miedos. Porque cuando los odias a ellos, a quienes nada te hacen, te deshumanizas. No emites opinión. Cometes injusticia.
*He reemplazado “antisemita” por “homofóbico” y “judío” por “homosexual” en estas citas de las Reflexiones sobre la cuestión judía (Jean-Paul Sartre).



EL SEXO QUE NO ELEGIMOS
No lo recuerdo con toda precisión, pero me cuentan algunos de mis seres queridos que, en mi infancia, me encantaba jugar al trompo, treparme a los árboles, usar pantalones –que paraban llenos de parches en las rodillas de tanta revolcada– y, de cuando en cuando, agarrarme a trompadas con algún chiquillo pleitista.
Es decir, en la impecable lógica de los señores de #ConMisHijosNoTeMetas, yo era un prospecto pintadito para convertirme en lesbiana y, a estas alturas, tendría que estar caminando como camionero escaldado, luciendo los ternos de Lourdes Alcorta y llevando del brazo a alguna gentil hembrichi víctima de mi malhadada perversión.
Pero algo raro debe haber ocurrido conmigo, porque, pese a pronóstico tan tajante –y a pesar de que mis padres, educadores, me permitieron total libertad para elegir lo que me viniera en gana en materia sexual– resultó que me encantaban los chicos y que, salvo el gusto por lanzar a cada rato palabrotas de camionero, todo lo demás en mí está en su sitio y hasta me quedan muy bien los zapatitos de talla 35 y taco nueve (puedo llegar al once, pero tampoco quiero parecer drag queen, no se pasen).
O sea, al final resulté igual a cualquier chiquita que jugaba a las Barbies y hacía de enfermerita cuando jugábamos al doctor –yo siempre hacía de médico, of course– y aún hoy no tengo dificultad alguna para relacionarme con los especímenes del género opuesto.
Por si fuera poco, quiso la naturaleza que me reprodujera y que, de ese curioso fenómeno, naciera una niña a la que crié con las mismas libertades y que hoy podría ganar un concurso de femineidad (salvo porque me heredó el gusto por las palabrotas, pero, bueno, lo lleva en la sangre).
Mi punto es que el principal argumento de los cavernícolas que pretenden sabotear el sistema educativo del país se cae solito si uno se pone a pensar que la identidad de género –que no el sexo, que en la especie animal, a la que pertenecemos, es sólo hembra o macho, salvo los casos de intersexualidad* (hermafroditismo, lo llamaban nuestros abuelos)– viene en el ADN de cada cual y no importa cuánto rosadito o celestito le plantes al bebé, si al final va a resultar machote, mujercita, gay, trans, bisexual o asexual no es algo que tú puedas inducir ni planificar, aunque quieras.
Y a aquellos papás que dicen barbaridades del tipo “yo quiero que mi hijo comience a explorar su sexualidad cuando yo lo crea conveniente”, hay que informarles que, piña, los niños exploran su genitalidad desde el vientre materno y que, cuando tu hijo o hija se toca, no está haciendo otra cosa que vivir su sexualidad de la manera más natural del mundo y que lo único que lograrás censurándolo o prohibiéndoselo será convertirte en la última persona con la que compartirá cualquier vivencia íntima.
Por todo eso, la pregunta que habría que hacer a cualquier padre –incluso a aquellos que marcharon cual borregos ayer en contra del currículo educativo– es: ¿quieres que tu hijo crezca ignorante y lleno traumas en torno al sexo para que sea fácil víctima de depredadores sexuales, enfermedades de trasmisión sexual y embarazos no deseados, o quieres a una persona empoderada, con capacidad de elegir y, sobre todo, de cuidar bien de su cuerpo y su vida emocional?
Si la respuesta es sí, la única manera de lograrlo es dándole información desde muy pequeño (adecuada a su nivel, por cierto) y tratando de interferir lo menos posible en sus descubrimiento del placer, una vivencia demasiado personal como para deformarla con las intromisiones adultas.
Y si, por tus ataduras cerebrales, no lo haces de la manera correcta, esa información se la darán sus amiguitos, el internet o, de repente, algún acomedido curita pedófilo de esos a los que los preocupadísimos padres de #ConMisHijosNoTeMetas curiosamente no tocan ni con el pétalo de una rosa.
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Nota: Los conceptos que suelen confundir interesadamente quienes abogan por el oscurantismo y la homofobia son sexo biológico (hembra, macho o intersexual); la identidad de género (la vivencia interna e individual del género tal y como cada persona la experimenta); la orientación sexual (la capacidad, independientemente del sexo biológico y de la identidad de género, de una persona, para sentirse atraída emocional, sexual y afectivamente por personas de un género diferente al tuyo, del mismo o de más de un género); y la expresión de género (la forma en la que expresamos nuestro género: a través de la vestimenta, el comportamiento, los intereses y las afinidades).



“Váyase a la C…de su M…!” puso en un tuit el congresista fujimorista Tubino a una persona que le sugería alguna relación con la homosexualidad. Pero Tubino dice no ser homofóbico(https://t.co/FJe3LaBmKq). “Me llamo Javier, mi pareja se llama Francisco y soy arquitecto”, dice un hombre dibujado en una guía para maestros en la misma página donde hay hombres y mujeres dibujados que se presentan con sus profesiones o actividades en clara intención de enseñar a los niños la diversidad existente en la sociedad y que aprendan a respetarse entre sí por encima de dónde nacieron o viven, qué oficio tienen o si son gay o heterosexuales. Al señor Tubino esto le parece terrible. Pero, ojo, dice que no es homofóbico. Es un intolerante de género.
“Tengo amigos homosexuales pero no por eso voy a querer que mis hijos les enseñen sobre los homosexuales”, dicen los que aseguran no ser homofóbicos pero quieren invisibilizar al homosexual de la educación. Son intolerantes de género.
“Tengo derecho a expresar mi opinión”, dicen los que creen que denigrar, invisibilizar, discriminar a peruanos y peruanas cuenta como opinión. Quieren llamarle opinión a tratar como leprosos a homosexuales, llamándoles enfermos, fallados. Dicen que los respetan, siempre que se mantengan invisibles. Y así dicen no ser homofóbicos. Son intolerantes de género.
“O sea, si no pienso como tú, soy ignorante”, dicen tratando de defender su aversión a homosexuales. Como si discriminarlos fuera una opinión aceptable o siquiera una opinión. Desconocen lo elemental del género doblemente, porque no se enteran y si se enteran, pretenden desconocerlo. Aquí (https://goo.gl/xyhqpg), acá (https://goo.gl/roK8Bt) y acá (https://goo.gl/xyhqpg) hay información para quien quiera instruirse con pruebas, con ciencia que se basa en investigación, evidencias. Pero con tal de negar la existencia pública de homosexuales, elaboran las más delirantes teorías basadas en conocimientos no actualizados. Son intolerantes de género.
“¿Acaso si no quiero que en el colegio le enseñen a mi hijo que hay gays soy homofóbico? Sí. La homofobia es rechazo y aversión a la existencia y reconocimiento público homosexuales. Es intolerancia de género.
“Ahora resulta que la tolerancia es solo para los que piensan como uds. Tengo libertad de expresión”, dicen los que aseguran no ser homofóbicos y se quejan de que nosotros no somos tolerantes con ellos pese a exigirles tolerancia. Entiende: la tolerancia sirve para mantener la sociedad cohesionada y el respeto mutuo. Si un grupo en la sociedad pretende rechazar a otro grupo por fanatismo o falta de información actualizada, esos grupos hacen daño a la sociedad porque la separan, crean divisiones y discriminación injusta y la disfrazan de opinión. Es intolerancia de género.
Las ideas de las personas intolerantes sin base, crean injusticias diarias y no deben ser toleradas en una sociedad que se quiere construir en armonía y pluralidad. Y esa es la razón (y no una sarta de tontas teorías conspiranoicas) por la que existe un sistema político que promueve la inclusión diferenciada y el respeto a homosexuales. Porque las sociedades se construyen incluyendo. Y las políticas públicas, y la responsabilidad de un Estado de formar ciudadanos desde las escuelas, no se pueden basar en creencias de fe (que hay muchas) sino en ciencia, hechos y conocimiento actualizado. La tolerancia en la sociedad debe tener el límite de no tolerar al intolerante que quiere discriminar sino todo estaría permitido: denigrar, ser injusto, o matar. Así lo explicó el filósofo Karl Popper: “Si extendemos la tolerancia ilimitadamente a aquellos que son intolerantes, si no estamos preparados para defender la tolerancia de la sociedad contra la arremetida del intolerante, el tolerante será destruido y con él la tolerancia”. Por eso la intolerancia de género no debe ser tolerada. Porque es injusta, discriminatoria, y ejerce violencia real contra niños, adolescentes y adultos homosexuales por simple fanatismo, falta de conocimiento o miedos irracionales. No hay peor violencia contra la dignidad de un ser humano que pretender invisibilizarlo y denigrarlo. No a la intolerancia de género. Sí a la inclusión diferenciada y respeto a los homosexuales y heterosexuales por igual.


Todo este movimiento se llevó a cabo por un grupo de personas homofóbicas, en su gran mayoría como también machistas. Entre ellos tenemos al líder religioso pastor Rodolfo Gonzales. La República realizó una investigación al respecto.

Pastor Rodolfo Gonzales: Empezó en un cine de mala muerte y ahora encabeza un imperio
Historia. Huyó de su natal Cuba, alegando ser perseguido del gobierno socialista por predicar la palabra de Dios, pero encontró en nuestro país la forma de amasar una considerable fortuna que tuvo sus comienzos en la formación de una iglesia en el distrito de La Victoria y que hoy resalta por ser la edificación más moderna de toda la avenida 28 de julio.
Descripción: Mensajes. El culto era escenario para promover campaña discriminatoria
Mensajes. El culto era escenario para promover campaña discriminatoria.
Probablemente el secreto mejor guardado del pastor evangélico Rodolfo Gonzales Cruz es la fórmula que le permitió construir un conglomerado empresarial que le concede gozar una vida muy holgada. Esa fórmula que lo ayudó a transformarse, de un arruinado cubano que abandonó la provincia de Camagüey perseguido por el régimen castrista, trasladarse a Lima con toda su familia en 1981, en medio de la guerra terrorista, afincarse en el devastado Cine Teatro 28 de Julio, de La Victoria, donde instaló la primera casa de oración delMovimiento Misionero Mundial (MMM), y ahora encabezar un grupo económico que incluye propiedades inmuebles, colegios, un canal de televisión y una radioemisora con programas propios y repetidoras por todo el país y en el exterior, entre otros bienes.
La República llamó varias veces al pastor Gonzales para que relatara la historia de fortuna que lo ha convertido en uno de los más poderosos e influyentes líderes evangélicos. Pero ha preferido el silencio. Su asistente arguyó: "El pastor no va a brindar ninguna entrevista porque ya ha emitido un pronunciamiento en su cuenta de Facebook. Le pedimos que respeten ese pronunciamiento porque no va a haber otro".
El pastor Gonzales no solo es controversial por su discurso homofóbico y violento –que ahora niega y alega que se limitó a citar pasajes de la Biblia–, sino también por el origen de su fortuna.
"Con mis hijos no te metas"
Precisamente, en uno de los cultos de su iglesia, previo a la marcha "Con mis hijo no te metas", del cual es promotor incisivo, se le escucha decir: "Si encuentran dos mujeres teniendo sexo, maten a las dos. Si encuentran a una mujer teniendo sexo con un animal, mátenla a ella y maten al animal, sea un perro o cualquier otro animal, en el nombre de Jesús. Hay poder en Jesús y en la sangre de Cristo".
Uno de los pocos que ha hablado sobre el pastor es su ex yerno Fernando Moreno Ávalos, quien estuvo casado con la hija del evangélico, Devora Gonzales Porro. Moreno afirma haber sido víctima de los métodos de su ex suegro para adueñarse de inmuebles y registrarlos a nombre del MMM.
"Con un préstamo hipotecario construí en Chiclayo un colegio con mucho esfuerzo. Para apropiarse de la escuela, me denunció varias veces basado en mentiras y haciendo gala de su capacidad económica, salió bien librado", relató Fernando Moreno.
La mano de dios
Según la biografía oficial del pastor, llegó al mundo el 28 de julio de 1937, en Camagüey y, a los quince años, manifestó precozmente "el amor que sentía por las almas perdidas".
En 1956, el mismo año que se casó con Yolanda Porro Rodríguez –con la que tuvo siete hijos–, se sumó al líder evangélico portorriqueño Luis Ortíz Marreros, quien en 1963 fundó el Movimiento Misionero Mundial (MMM). En 1965, Ortíz delegó a Rodolfo Gonzales la representación nacional de MMM en Cuba.
La versión autorizada sobre el origen de su llegada al Perú es la siguiente: "En 1970 es tomado prisionero por el gobierno socialista de Cuba. Su delito fue predicar la Palabra de Dios". Al salir de la cárcel, prosiguió en sus labores evangélicas casi en la clandestinidad, según su versión, hasta que el 25 de marzo de 1981, en compañía de sus padres, su esposa y tres de sus hijos, aterrizó en Lima. "Dios le abrió puertas para que se quedara en este país", señala su autobiografía.
El viejo Cine Teatro 28 de Julio, ubicado en la cuadra 17 de la avenida del mismo nombre en La Victoria, y que en los años 60 proyectó las mejores películas de la edad de oro de la filmografía mexicana y donde se presentaron artistas populares como Los Embajadores Criollos o Los Yorks, fue el elegido por el pastor Rodolfo Gonzales como el primer templo del MMM en el Perú, el 27 de abril de 1983. En una época en que el lugar era considerado un cine de mala muerte. Casi 34 años después, ahora cuenta con 994 locales en todo el país, de ellos 304 en Lima. Es decir, habilitó casi 30 templos por año. Todo un récord.
Ahora, el templo del MMM de la avenida 28 de julio se distingue fácilmente de las viejas construcciones aledañas, grises, sucias y descuidadas en comparación con la moderna edificación de lunas polarizadas y mayólica del templo donde comenzó la prédica del reverendo cubano Rodolfo Gonzales Cruz. De la mano de Dios, como él diría.
De acuerdo con Registros Públicos, Gonzales controla personalmente un imperio evangelístico.
A nombre propio
Gonzales es presidente de Bethel Comunicaciones, que domina 43 estaciones de televisión en todo el país y alcanza a 60 países, además de 174 repetidoras de radio. Encabeza también la Asociación Educativa Internacional Elim, que administra 21 colegios de inicial, primaria y secundara, además de dos institutos pedagógicos en el territorio nacional. Cobran 200 soles la matrícula y 160 soles la mensualidad. Pero ellos te escogen, tú no a ellos.
También aparece como presidente de Inversiones Altamira, que se dedica a una serie de publicaciones.
El revendo Rodolfo Gonzales figura, además, como propietario de la residencia dePueblo Libre por la que pagó una hipoteca por 350 mil dólares, un monto difícilmente de cubrir con los diezmos.
Otros colectivos evangélicos, además de discrepar del el estilo del reverendo cubano Rodolfo Gonzales, no comparten su pensamiento.
El presidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú (Conep), el obispo metodista Samuel Aguilar Curi, criticó el discurso del líder del poderoso MMM.
"Nosotros llamamos a la tolerancia, al respeto, porque es parte de nuestros principios y valores que practicamos como cristianos. Después de escuchar los diversos discursos que se han dado en diferentes espacios, discordamos de ese tipo de prédicas porque no es lo que caracteriza a un cristiano y menos si se considera seguidor de Jesucristo", dijo el obispo Samuel Aguilar en alusión al pastor Rodolfo Gonzales.
"El MMM es una organización que no tiene mucho tiempo en el país. Los que están presentes en el Concilio Nacional Evangélico son los que tienen una larga trayectoria en el Perú. En el caso del Movimiento Misionero Mundial, por el discurso que tienen, no puede participar dentro del concilio", precisó el obispo Aguilar.
El arequipeño Israel Quispe Mamani sabe que los seguidores de Rodolfo Gonzales no son unos ángeles. Denunció que el MMM construía un templo que afectaba su vivienda, en Arequipa. Se dirigió a todas las autoridades. Pero ninguna quiere intervenir. Mamani le dijo a La República que todos le tienen miedo a Gonzales por su poder económico. No es la mano de Dios, es la mano de Gonzales. 
Denuncia
·         Su prédica intolerante a la comunidad LGTB originó que la Fiscalía Penal de Turno Permanente de Lima disponga investigar al pastor Rodolfo Gonzales Cruz por instigación masiva a cometer el delito contra la vida, el cuerpo y la salud.}


El periodista Phillip Batters es apoyado por el expresidente constitucional Alan Garcçia Pérez


El líder del M.M.M. Rodolfo Gonzales y el periodista Phillip Batters en la movilización de #ConMisHijosNoTeMetas. En segundo plano se encuentra la actual presidenta del Congreso de Fuerza Popular (del Partido de Keiko Fujimori) apoyando soterradamente dicha manifestación.




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