Los
dioses amazónicos están de visita en Beijing. Sus formas y colores inmemoriales se han
establecido en el Museo de Arte de
Shangyuan a través de los lienzos y llanchamas del pintor uitotoRember Yahuarcani.
El
artista ha sido invitado a una residencia internacional por el citado museo y
ha llevado la propuesta “Dioses
del Amazonas”, que reúne una serie de personajes
y deidades mitológicas uitotas. Asimismo, incluye la instalación “Los Ojos del Indio”, que consta de cien pequeños lienzos que recrean
animales de la selva.
“La
muestra -me responde el artista a través del e-mail- la trabajé en parte en
Lima y la culminé en el museo. Incluye un video que muestra imágenes de La Chorrera,
el mítico lugar donde estaba la Casa Arana, que es, además, la tierra de mis
ancestros”.
¿En
qué medida su pintura dialoga con la pintura china?
En
primer lugar, mi pintura es tan contemporánea como una instalación, un
videoarte o lo que llaman new
media, los nuevos medios y soportes para
crear una obra de arte.
En ese sentido, los artistas chinos nos llevan años de ventaja. La pintura
contemporánea peruana está en una primera fase de copiar y pegar (copy and paste)
y eso es malísimo para la creación. La culturachina, como la amazónica, son culturas ancestrales y
la mayor ventaja que tienen es el legado de nuestros ancestros. Mi obra, por
ejemplo, permite al público observador un acercamiento hacia mi cultura, porque
el mensaje que lleva no es una copia, es original y eso es gracias al legado de
mis ancestros.
¿Cómo
ve la devastación de la selva, no es mitología?
Terriblemente mal. No olvidemos que
mis ancestros fueron esclavos de los patrones del caucho. Una de las cosas que
sabemos muy bien, nosotros, los indígenas, es el sufrimiento. La destrucción de
la selva atenta violentamente sobre nuestras vidas. No podemos hablar solo de
la destrucción de las especies, hablemos sobre el atentado que sufren miles de
personas día a día y durante muchos años. El Estado no ha cumplido y no cumple
su papel de proteger a sus ciudadanos más vulnerables. Unas de las medidas para
poder presionar al Estado por parte de la sociedad indígena es declararnos en
desobediencia civil, por ejemplo, no ir a votar en las elecciones
presidenciales. Es importante decirle al Estado que no podemos seguir viviendo
en una situación de extrema vulnerabilidad y recibiendo migajas para el
desarrollo de nuestros pueblos.
¿Los
científicos sociales nos han ayudado a conocer mejor el mundo amazónico?
No
del todo. No puedes hablar de lo que no conoces y menos si no lo vives. Los
investigadores peruanos aún creen estar viviendo en el siglo XX, han asumido la
palabra del indígena de una forma dictatorial, paternalista y han hablado en
nombre de nosotros y, han asumido que pueden pensar por nosotros. Se han
convertido en portavoces nuestros y nos han convertido en objetos o piezas de
museo. El ejemplo más grande de ese paternalismo es Pablo Macera,
muchas de sus publicaciones son una evidencia clara de la apropiación del
conocimiento indígena por parte de un investigador. Soy un optimista al pensar
que el futuro para el indígena y la academia será de una extrema colaboración,
con menos manipulación y aprovechamiento.
La mirada oblicua
¿Aún
se mira con paternalismo a la región?
Definitivamente.
Aún se sigue viendo a la selva, a las comunidades y sus pobladores como unos
seres inferiores, quizá el caso más claro son las palabras de Alan García, al llamarnos que somos ciudadanos de tercera
clase, y otros que han dicho que somos estorbos al desarrollo. Esos y otros
argumentos han utilizado para invadir y saquear nuestros territorios. Una gran
deuda que tiene el Estado es con las más de 90.000 personas asesinadas en la
época del caucho, el primer genocidio del siglo XX que pocos peruanos conocen y
que sucedió hace menos de 100 años.
Pertenece
al Clan de la Garza Blanca, ¿cómo has asumido la ciudad?, ¿te has
transculturado?
Me gusta el mundo contemporáneo, me
gusta lo que la tecnología y la ciencia han logrado en estos tiempos, las
distancias geográficas se han acortado y con un clic podemos acceder a
cualquier parte del mundo. Los teléfonos inteligentes se han convertido en una
herramienta poderosa de comunicación y ya se usan, en Brasil, para divulgar
problemas y tradiciones ancestrales. Los Uitotos estamos hace 10.000 años en la
selva; en ese sentido, abandonar o cambiar mi cultura, mis costumbres, mi
comida, mi filosofía, mi familia, sería traicionar a los míos. No solo a mi
familia y ancestros, también a mis dioses y seres mitológicos que me gobiernan
día a día.
El
conocimiento amazónico llevado al arte es el respiro que necesita el arte
contemporáneo. La representación de Bendayán en la Bienal de Venecia marcará un antes y
un después en el arteperuano. Es necesario que regresemos a nuestros
orígenes y la cosmovisión amazónica es original y universal.
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