¿Hasta qué punto el amor es intrínseco en el hombre, hasta qué punto el hombre debe amar, como género? ¿Hasta qué punto el amor es objetivo o subjetivo? ¿Existirá un amor positivo y un amor negativo?
La gran mayoría de apologistas a la Constitución de 1993 piensan que no se debe cambiar puesto que si es que se hiciera sería como Cuba o Venezuela. Creen que la antípoda de la carta magna fujimorista es el antítesis de los dos mencionados países, nada más falso.
Se dice que con esta Constitución se ha disminuido la desigualdad social en nuestro país. Veamos.
Ah, por cierto, esta aseveración del economista de la PCUP Pedro Francke es en referencia a una institución internacional World Inequality Report 2022 Veamos algunos cuadros:
Si nos percatamos en este mapa, nuestro país es de un color que no se compara con ningún país europeo pero sí con la gran mayoría de países americanos, hasta con Chile.
Entonces, cuando planteo el cambio de la Constitución no es por querer emular la de Cuba o Venezuela, sino la de aqeullos países que tienen éxito a nivel mundial. En este gráfico muestra países exitosos o aquellos donde la desigualdad social es menor (Holanda, Francia, Normandía), lado izquierdo, y países que se encuentran en el lado derecho, donde la desigualdad social es mayor (Mozambique, República Central Africana, República dominicana y nuestro país).
Para finalizar, ¿tiene que ver la Constitución de 1993 con la desigualdad existente en nuestro país? ¿Qué cambios se pueden hacer para llegar al nivel de Holanda y otros países en la que existe menor desigualdad social.
Lamentablemente, en algunos oportunidades la ciudadanía elige a candidatos que tienen ciertos problemas con la SUNAT.
A esto tenemos que agregar el tipo de trabajo que tiene el ciudadano de a pie. Los antimanifestantes decian que le dejen trabajar, pero no advertían que un buen número de sus compatriotas, si tienen trabajo, se encuentran en situación de subempleabilidad; no son trabajadores con todos sus beneficios.
Deplorabe expresión de un congresista para justificar un menú que ofende a la gran mayoría de peruanos, ofendiendo a quienes consumimos alfalfa en un emoliente. Para que el congresista quiera comer de primera lo puede hacer, pero con su plata, no con el dinero de todos los peruanos.
Creo que olvidó a otro sí héroe de nuestro país: Andrés Avelino Cáceres Doregaray
El presidente del congreso, José Williams, lejos de recular, los justifica diciendo que esa disposición venía de la directiva anterior. y, ¿no podía corregir lo malo o lo que no era justo? ¿Es justo que se alimenten con el dinero de todos los peruanos?
Lo que más coraje ocasiona es que ningún partido político denunció ello. Uno de la izquierda, Cerrón, sin ningún escrúpulo dijo: "Alimentarse no es un gasto innecesario", ni qué decir de la derecha.
Debemos agradecer a Cuarto Poder, canal por la investigación respectiva.
Y, ¿cuánto es el costo al mes?
Comiendo rico en un país de pobres.
Aparte es el seguro para su vivienda. ¿Esto ocurrió con congresistas anteriores?
Estos señores, no deberán ser elegidos congresistas jamás.
Cuando postuló Castillo existía un miedo de cómo sería el gobierno de un 'comunista'. Hay que salvar la democracia, decían, muerte al comunismo, vociferaban. No a Venezuela y no a Cuba arengaban por doquier los anticomunistas y aquellos que no querían que gobernara el candidato electo por las urnas. No a la concentración de poderes en una sola persona, fustigaban, en referencia a Castillo porque, supuetamente iba a aplicar lo que ocurría en Venezuela o Cuba. Si gana Castillo me voy del país dijeron algunos peruanos. Masiva migración de peruanos después de de haber asumido la presidencia Castillo publicaba la prensa. Fraude, bramaba la extrema derecha...hasta crearon la Comisión Montoya en el congreso, con cero resultado, NO HUBO FRAUDE.
Cayó Castillo, y el congreso corroboró que eran el primer poder del Estado.
Con Dina Boluarte, llegamos a una democracia híbrida https://semanaeconomica.com/legal-politica/politica/eiu-la-democracia-peruana-paso-a-ser-considerada-un-regimen-hibrido-por-crisis-e-inestabilidad-politica en la que "El Perú se ubicó en el puesto 75 del ranking del 2022, con 5.92 puntos de 10 posibles, y alcanzó así su menor puntaje desde que se creó el índice en 2006. El informe también consignó que en el país existe una polarización extrema y alta tolerancia al autoritarismo" "...tolerancia al autoritarismo"
Ahora, estamos llegando a una concentración del poder de los congresistas; esto es, desequilibrar los tres poderes del Estado...al olvido John Locke, emulando a Oliver Cromwell.
Primero, felicitar a Milena Warthon por su dedicación y obtener un lauro cultural a nuestro país. Es gratificante para aquellos quienes valoramos la cultura andina, la música fusión con toques andinos. Y son varios autores que lograron ello:
Los Shapis, con "Chapulín el dulce" y su aguajal https://www.youtube.com/watch?v=iHnNfw2aTJE
Lo hicieron Jean Pierre Magnet con William Luna https://www.youtube.com/watch?v=VVoG2etwwlY&t=32s
Lo hecho por Jaime Cuadra https://www.youtube.com/watch?v=H92odeYpNpg me parece genial, con rap incluido, eh.
¿Conoces al grupo Uchpa? https://www.youtube.com/watch?v=PuGQSM-uZWQ el rock en runa simi y danzantes de tijera. https://www.youtube.com/watch?v=KoQJ0RnA2XY esta es...INSUPERABLE. https://www.youtube.com/watch?v=f_5TbqJb3K8 no es fácil expresar mis emociones con esta y otras melodías de este grupo. Geniales.
Micky Gonzales https://www.youtube.com/watch?v=gT3bt94xmW0 también se suma a la fusión
Liberato Kani y su singular rap con un runa simi espléndido https://www.youtube.com/watch?v=sNXoXOnKfMg como que nos reta a aprender el ancestral quechua, con orgullo y a mucha honra.
La kana rec https://www.youtube.com/watch?v=_-vfIzIZGCE también se suma al rap con temas bucólicos.
Las mujeres no se quedan atrás, Renata Flores es muestra de ello https://www.youtube.com/watch?v=VQUrV_v7OK8
Los Mojarras con Nostalgia provinciana es sobre los provincianos de ahora; es más, fue incluido en una gran película peruana -Avenida Larco, para mayor seña- que además de buena música, plasma la coyuntura actual https://www.youtube.com/watch?v=4UEVnQZB80g
Probablemente me haya olvidado de algún intérprete de la música o danza andina fusionado, mil disculpas por ello.
Por otro lado, algunos (los puristas) cuestionarán su prenda que no pertenece a ningún pueblo andino; sin embargo, tenemos que recordar que las características de las culturas son:
"*Son diversas. Significa que no existe una sola cultura humana, pues existen formas muy diversas de organizar la vida en sociedad. Asimismo, implica que toda cultura es el resultado de la fusión de culturas anteriores. Además, dentro de un sistema cultural coexisten subculturas, es decir, formas distintas de vivir la cultura predominante.
*Son dinámicas. Esto quiere decir que no están conformadas por un conjunto de reglas fijas, sino por pautas modificables. Los valores culturales cambian con el paso del tiempo."
FORMACIÓN CIUDADANA y CÍVICA.3, 2012, página 12
Toda expresión cultural -como parte integrante de la cultura viva, Op. Cit. p.42- es cambiante, evolutiva, no es estática.
Me gustan
las discusiones y cuando me hacen preguntas intento responderlas. Es verdad que
no me gusta meterme en polémicas. Si abro un libro y veo que el autor acusa al
adversario de “izquierdismo infantil” lo cierro de inmediato. Esa no es mi
manera de hacer las cosas; no pertenezco al mundo de las personas que proceden
así. Insisto en esta diferencia como algo esencial: es toda una moralidad lo
que está en juego, la moralidad que se preocupa por la búsqueda de la verdad y
la relación con el otro.
En el juego serio de las
preguntas y las respuestas, en el trabajo de elucidación recíproca, los
derechos de cada persona son, en cierto sentido, inmanentes en la discusión.
Dependen solo de la situación del diálogo. La persona que hace preguntas
simplemente ejerce un derecho que le ha sido otorgado: el derecho de permanecer
en la duda, de percibir una contradicción, requiriendo más información,
enfatizando diferentes postulados, señalando los razonamientos inconsistentes,
etc. En cuanto a la persona que responde, ésta también ejerce un derecho que no
va más allá de la discusión misma. Por la lógica de su propio discurso, el que
responde está atado a lo que ha dicho antes y al haber aceptado el diálogo
queda atado a la interrogación del otro. Las preguntas y respuestas dependen de
un juego ‒un juego que es a la vez agradable y difícil‒ donde cada uno de los
compañeros se esfuerza por ejercer solo los derechos que el otro le da y por la
forma aceptada del diálogo. El polemista, en cambio, procede escudado en unos
privilegios que posee de antemano y que jamás acepta poner en duda. Por
principio, el polemista tiene derechos que lo autorizan a hacer la guerra y
hacen de su lucha una causa justa; la persona con la que se enfrenta no es un
compañero en la búsqueda de la verdad sino un adversario, un enemigo que está
equivocado, que es peligroso y cuya propia existencia constituye una amenaza.
Para el polemista el juego no consiste, pues, en reconocer a esta persona como
un sujeto que tiene derecho a hablar sino en eliminarlo como interlocutor,
fuera de cualquier posible diálogo; y su objetivo final no será el de acercarse
todo lo posible a una verdad difícil sino conseguir el triunfo de la causa
justa que ha abanderado de forma manifiesta desde un principio. El polemista confía
en una legitimidad de la que su adversario, por definición, queda privado.
Quizás, algún día, habrá que
escribir una larga historia de la polémica como una figura parasitaria de la
discusión y un obstáculo en la búsqueda de la verdad. Dicho de manera muy
esquemática, me parece que hoy podemos reconocer la presencia de tres modelos
de polémica: el modelo religioso, el modelo judicial y el modelo político. Como
ocurre en la persecución de la herejía, la polémica se propone la tarea de
determinar el punto intangible del dogma, el principio fundamental y necesario
que el adversario ha rechazado, ignorado o transgredido; y denuncia esa
negligencia como una falta moral; en la raíz del error encuentra pasión, deseo,
interés, toda una serie de debilidades y apegos inadmisibles que delatan su
culpabilidad. Como ocurre en la práctica judicial, la polémica no concede la
posibilidad de una discusión entre iguales: examina un caso; no trata con un
interlocutor, procesa a un sospechoso; recoge las pruebas de su culpabilidad,
designa la infracción cometida y pronuncia el veredicto, la sentencia. En
cualquier caso, lo que tenemos aquí no se encuentra en el orden de una
investigación compartida; el polemista dice la verdad en la forma de su juicio
y en virtud de la autoridad que se ha conferido a sí mismo. Pero el modelo
político es el más poderoso hoy en día. La polémica define alianzas, recluta
partisanos, reúne intereses y opiniones, representa un partido; convierte al
otro en enemigo, en el abanderado de los intereses opuestos en contra de los
cuales es preciso luchar hasta que ese enemigo sea derrotado y al final o bien
se rinda o bien desaparezca. Por supuesto, la reactivación, dentro de la
polémica, de estas prácticas políticas, judiciales o religiosas no es más que un
teatro. Uno gesticula: anatemas, excomuniones, condenas, batallas, victorias y
derrotas no son más que maneras de hablar, después de todo. Y aún así, en el
orden del discurso, son también formas de actuar que tienen consecuencias.
Cierto efecto esterilizador. ¿Alguien ha visto surgir una idea nueva de una
polémica? ¿Y acaso podría ser de otro modo, dado que allí los interlocutores
son incitados a no avanzar, a no tomar riesgo alguno en lo que dicen sino a
reincidir continuamente en su declaración de derechos, en su legitimidad, que
deben defender, y en la afirmación de su inocencia? Hay algo aún más serio en
todo esto: en esta comedia, alguien hace una mímica de la guerra, de las
batallas, de las aniquilaciones, de las rendiciones incondicionales, exhibiendo
todo lo posible su instinto asesino. Pero es realmente peligroso hacer que
alguien crea que puede tener acceso a la verdad por ese camino y por tanto
validar, aunque sea de una forma meramente simbólica, las prácticas políticas
reales que podrían encontrar en esto una justificación. Imaginemos por un
instante que una varita mágica se agita y uno de los dos adversarios de una
polémica adquiere la habilidad de ejercer todo el poder que quiera sobre el
otro. No hace falta ni imaginarlo: solo hay que mirar a lo que ocurrió en el
debate en la URSS sobre lingüística o genética hace poco. ¿Fueron simples
desviaciones aberrantes respecto a lo que debe ser una discusión correcta? De
ningún modo: fueron las consecuencias reales de una actitud polémica cuyos
efectos generalmente permanecen suspendidos.
Michel Foucault «Polémica, política y problematizaciones» Entrevista con Paul Rainbow Editorial: Paidós
Traducción: Ángel Gabilondo